Una dieta hipercalórica que se presentó en diferentes familias durante el periodo de confinamiento provocado por covid-19, impacta en la salud de las personas ante la posibilidad de desarrollar problemas metabólicos y, con ello, se pueden producir efectos negativos en el cerebro.
Rubén Antonio Vázquez Roque, investigador del Instituto de Fisiología de la Universidad Autónoma de Puebla (BUAP), destacó que se está realizando una investigación asociada a pacientes diabéticos que llegaron a tener covid-19 y el pronóstico es que, comparado con una persona que no tiene la enfermedad, las consecuencias negativas en la salud son mayores.
“La alta mortalidad de esta enfermedad de la covid-19 es la condición metabólica. Hay estudios que indican que la población mexicana cuenta con una probabilidad de desarrollar diabetes en un 80 por ciento. Seguramente, durante este confinamiento incrementó el problema, pudimos caer en el consumo de alimentos hipercalóricos. Se aprecia un impacto en enfermedades metabólicos que ya era un factor de causa de muerte”, comentó.
Durante su participación en la XVI Semana del Cerebro organizada por la BUAP, el investigador de la máxima casa de estudios destacó que la dieta hipercalórica que es aquella que contiene alimentos que proporcionan un aporte energético mayor del que necesita una persona, es decir, un tipo de alimentación alto en calorías.
“Una dieta hipercalórica aumenta el riesgo de generar hiperglucemia, hiperinsulinemia e hiperlipemias y, por lo tanto, la condición de Síndrome Metabólico que favorece el desarrollo de la Diabetes Mellitus tipo 2 y sus consecuencias de forma crónica. La hiperglucemia y la hiperinsulinemia que se presenta en el síndrome metabólico podría favorecer la acumulación de una proteína, favoreciendo la toxicidad en el cerebro”, destacó.
La hiperglucemia, es decir, los altos niveles de glucosa en sangre, promueve el daño cerebral isquémico, la inhibición de oxidación de grasas y favorece la acumulación de lípidos ectópicos en órganos magros.
“Los altos niveles de triglicéridos puede generar una oclusión, es decir, un proceso que podemos llamar arterosclerosis, un endurecimiento de los vasos sanguíneos y una reducción del diámetro de las arterias, es decir, estamos limitando el flujo sanguíneo. Eso se traduce en una reducción de oxígeno y esto nos puede llevar a un daño celular”, apuntó.
AFM