En 1985 tardamos horas para determinar magnitud del terremoto: jefe Análisis del SSN

En el terremoto del 85 tardaron horas en conocerse la magnitud y el epicentro, recuerda Víctor Hugo Espíndola, quien en ese tiempo era becario del Servicio Sismológico Nacional y hoy es jefe de Análisis e Interpretación.

Para el especialista, el terremoto dle 85 fue más destructivo que el de 2017. (Alejandra Pineda)
Ciudad de México /

El terremoto del 19 de septiembre de 1985 cimbró a la Ciudad de México sin información inmediata sobre su magnitud y epicentro; en esa época, los sismógrafos del Servicio Sismológico Nacional (SSN) aún eran análogos, su cobertura de estaciones era insuficiente y las notificaciones se hacían mediante operadores vía telefónica “cuando había un temblor importante”; a diferencia de los actuales sismos, cuya magnitud se conoce en tiempo real.

“En 1985, lo supimos porque se nos estaba cayendo la ciudad, pasaron varios minutos para saber más o menos el epicentro, porque los operadores hablaban, o con las poquitas estaciones que se tenían, se localizaba. Se supo que fue en la región de Michoacán, entonces lo que se tardó más, fue determinar la magnitud, todavía tardaron horas para que se pudiera saber la magnitud con precisión”, relató Víctor Hugo Espíndola Castro, jefe de Análisis e Interpretación del SSN.

En ese momento, el doctor Espíndola Castro aún era estudiante y fungía como becario en el Servicio Sismológico Nacional, organismo adscrito al Instituto de Geofísica de la Universidad Nacional Autónoma de México.

“Se dio una magnitud inicial, como se veía el sismograma todo saturado, lo que se hacía era estimar, ‘este sismo, al menos se vio como de 7’, pero en realidad había sido mucho mayor”.

Finalmente, tras los diversos análisis de las señales sísmicas plasmadas en papel, se llegó a determinar que el sismo registrado a las 7:17 horas, fue de magnitud 8.1 a una profundidad de 15 kilómetros con epicentro en las costas de Michoacán.

“Fue un impacto, no sólo en las labores propias del Sismológico Nacional, sino en el trabajo que se hacía en ese tiempo, en aquella época se utilizaba mucho que cuando ocurría un sismo fuerte, se iba una brigada a poner instrumentos para poder determinar réplicas, saber cómo estaba la fuente sísmica, ese mismo día yo fui a Lázaro Cárdenas con otras personas; desde el punto de vista humano, fue algo impactante ver todos los daños”, relató en entrevista con MILENIO.

Para la década de los setenta, el Servicio Sismológico Nacional –que fue inaugurado en septiembre de 1910–, contaba con cerca de 20 sismógrafos electromagnéticos, y se empezaban a instalar estaciones telemétricas digitales, para la trasmisión de señales por microondas. Fue después del terremoto del 85 que el SSN fue dotado de mayores recursos, lo que le permitió ampliar su red sísmica para obtener información en tiempo real, pero con cobertura aún insuficiente.

“Actualmente, toda la información que nos llega de las distintas estaciones es digital, telemétrica, en tiempo real, y todo el análisis que se hace ahora, también es de forma digital, a través de una computadora. Así que lo que se vivió a nivel de ciudad en aquella época en 1985, es considerablemente diferente a lo del 2017, en esta misma ciudad”.

Para los sismos de septiembre de 2017, los registros sísmicos se recibieron en tiempo real, y ya no se plasmaron en papel, mediante aquel instrumental de antaño con forma de tambor; por lo que durante esos temblores, los sismogramas se prtoyectaron de manera digital, a través de pantallas.

¿Qué son los sismogramas?

Los sismogramas registran la velocidad con la que se mueve el suelo durante un sismo, cuando no hay movimiento se registra una línea horizontal, pero en cuanto hay movimiento del suelo y se genera una velocidad o aceleración

Al tener la experiencia de haber vivido los dos de los sismos más intensos del país, Víctor Hugo Espíndola sostiene que desde su punto de vista como especialista, el de 1985 fue más fuerte y destructivo que el de 2017.

“Sin lugar a dudas, el 2017 también hubo grandes pérdidas a nivel económico, pero no se puede comparar con 1985, recordemos la destrucción en la Ciudad de México”, dijo.


Ahora, el SSN cuenta con una red de 95 estaciones sismológicas en todo el país, más las que comparten otras instituciones como el Instituto de Ingeniería, las universidades de Colima y Veracruz, así como Protección Civil de Jalisco y San Luis Potosí, por lo que suma un monitoreo de 212 estaciones; pero aún resultan insuficientes para cubrir el territorio mexicano, dijo Espíndola.

“Hay planes de expansión, se tenía un proyecto para dos años, unas 30 estaciones aproximadamente, pero son pocas todavía”.

Análisis de sismogramas determina epicentro y magnitud

Los sismogramas registran la velocidad con la que se mueve el suelo durante un sismo, cuando no hay movimiento se registra una línea horizontal, pero en cuanto hay movimiento del suelo y se genera una velocidad o aceleración, “es cuando vemos que se empieza a mover, eso nos da una hora de inicio y detectamos algunas fases que nos ayudan a saber hacia donde está el sismo y también a qué distancia está”, explicó el jefe de Análisis e Interpretación del SSN, Víctor Hugo Espíndola.

De tal forma que al analizar los sismogramas de diversas estaciones, los especialistas pueden determinar la zona epicentral y la magnitud del mismo.

Pese al avance tecnológico, aún continúa la reconstrucción por el sismo del 19 de septiembre de 2017. (Alejandra Pineda)

Explicó que la amplitud depende de la magnitud del sismo, que está íntimamente ligada con la energía liberada, pero también con la distancia a la que se encuentra el instrumento.

“La magnitud es independiente de donde esté, esa es la energía que se libera, y la intensidad es cómo el observador lo registra, puede ser un instrumento, acelerómetro o puede ser una persona. No es lo mismo una persona que está cerca de la fuente sísmica, una persona que está aquí en en centro de la ciudad, o que está en el Pedregal, la intensidad con la que se percibe va a ser diferente por la distancia y aquí en la ciudad de méxico, por el tipo de suelo”, añadió.


DMZ

  • Fanny Miranda
  • Reportera de MILENIO, fan de la naturaleza y cazadora de atardeceres. Por sus trabajos sobre medio ambiente, ha ganado el Premio Aleman de Periodismo Walter Reuter 2022 (2do lugar) y Premio Nacional de Periodismo de Ciencia, Tecnología e Innovación en 2016, entre otros.

LAS MÁS VISTAS