El Estudio VoCeS-19, diseñado para comprender el impacto de la pandemia entre adolescentes y joven de 15 a 24 años, reportó que el 43 por ciento de los participantes sufrieron violencia física, psicológica y sexual en sus hogares, siendo el sector más afectado las mujeres, asimismo, elevaron conductas adictivas por estrés, ansiedad, depresión e ideas suicidas.
“De estos, el 28 por ciento percibió un aumento de la gravedad o de la frecuencia de los actos violentos; el incremento se detectó en sectores indígenas, afromexicanos y de niveles socioeconómicos más bajos”, explicó Isabel Vieitez, directora de la Oficina del Population Council en México.
“Si bien el impacto de la pandemia ha sido generalizado, en los sectores de adolescente y de jóvenes se detectaron las repercusiones más severas, sobre todo, en grupos con mayor exclusión social, las mujeres, indígenas, afro-descendientes y de bajos ingresos”, subrayó.
En la encuesta se contactaron de manera virtual a 123 mil personas adolescentes y jóvenes, de los cuales 55 mil 692 (33 mil 479 mujeres, 20 mil 655 hombres, 638 personas mujeres y 920 que no respondieron sobre su género) concluyeron la encuesta de 294 preguntas, de 30 minutos, efectuada durante noviembre de 2020 y febrero de 2021.
El 19 por ciento de los participantes que sufrieron “violencia” el 3.7 fue de carácter sexual y, con el confinamiento prolongado, percibió que se recrudeció con un aumento en la gravedad o la frecuencia a través del acoso o agresión sexual. Hubo casos con ambas condiciones.
En cuanto al acoso virtual, el 51 por ciento percibió un aumento, explicó Vieitez durante la presentación de los resultados Estudio VoCeS-19 en la que participó Hugo López-Gatell Ramírez, subsecretario de Prevención y Promoción de la Salud.
Hubo también un incremento de enfermedades mentales: 7 de cada 10 adolescentes y jóvenes experimentaron síntomas depresivos. El 62 por ciento síntomas de ansiedad durante las dos semanas previas a completar la encuesta, siendo las mujeres y población con menores recursos las más afectadas.
Se elevó el estrés, la depresión, la ansiedad y pensamiento suicidas, añadió Guillermo Rafael Santiago, director General del Instituto Mexicano de la Juventud.
Vieitez añadió: “Seis de cada 10 aseguraron que estos síntomas se reprodujeron durante la pandemia” y esto se liga al consumo de sustancias, en adolescentes y jóvenes hubo un incremento en alcohol en un 14 por ciento.
En adolescentes hubo un mayor consuno de opioides (drogas ilegales), en un 18 por ciento. En jóvenes se elevó el consumo de mariguana. Se canalizó a servicios a los que solicitaron ayuda.
La mayor parte de los participantes estaban matriculados en el momento de la encuesta; 8 de cada 10 reportó tener internet privado en sus viviendas (WIFI), pero al hacer la diferencia por acceso, el 99 por ciento tenía conectividad en los niveles socioeconómicos más altos y solo 40 por ciento en los más bajos.
“Un reflejo de las brechas educativas y digitales”, asevero tras referir que los participantes con niveles socioeconómicos más altos tenían 2.5 veces más probabilidad de acceder a sus tareas por la vía virtual. Se trata de 79 por ciento frente a un 31 por ciento que no tenía ese acceso a la educación y trabajos por internet.
La pandemia, agregó, fue la causa de que adolescentes abandonaran sus estudios ya que enfrentaron dificultades económicas.
El 71 por ciento de los participantes sintieron que en su hogar era probable y altamente probable que se redujeran los ingresos, sobre todo, por desempleo. Las preocupaciones fueron mayores en mujeres, indígenas y sectores de bajos ingresos.
El 16 por ciento, de hecho, reportó que no pudieron pagar la renta o alquiler, tampoco cubrir las necesidades alimenticias. Solo el 2 por ciento reportó esa situación en el quintil más alto.
Otro dato relevante es que 24.7 por ciento intentaron acceder durante la pandemia a los servicios de salud reproductiva, como condones, pastillas o píldoras, métodos de control para evitar embarazos no deseados. El 20 por ciento de adolescentes y 39 por ciento de jóvenes percibieron que su acceso se había visto afectado.
Vieitez detalló que se dará seguimiento a la encuesta, de hecho, más de 32 mil dejaron sus datos para dar continuidad a este estudio en el que participaron el Instituto Mexicano de la Juventud (Imjuve) en colaboración con el Centro Nacional de Equidad de Género y Salud Reproductiva (CNEGSR) de la Secretaría de Salud y el Population Council de México, y la Secretaría de Educación Pública.
Dinorah A. Ugalde Reza, coordinadora Sectorial de Igualdad de Género y Programas Transversales de la SEP, agregó que el 42 por ciento que reportó abandonar sus estudios por la pandemia y agregó algunos datos obtenidos a través del INEGI.
“33.6 millones de personas entre 3 y 29 años estuvieron inscritas en el ciclo escolar 2019-2020, es decir, el 62 por ciento del total, 740 mil lo que equivale al 2.2 no concluyeron el ciclo escolar. El 58.9 por ciento por alguna razón asociada a covid-19 y 8.9 por ciento por falta de dinero y de recursos”.
Para el ciclo escolar 2020-2021 se inscribieron 39.9 millones, el 60.3 por ciento, y por falta de dinero, razones ligadas a covid, no se inscribieron 5.2 millones al ciclo escolar 2020-2021. “De ese tamaño es el reto de la SEP”, dijo.
Sobre los motivos asociados para no inscribirse en el ciclo escolar, abundó Ugalde Reza, el 26. 9 pro ciento considera que las clases a distancia son poco funcionales para el aprendizaje y 25.3 por ciento señalan que algunos de sus padre o tutores se quedaron sin trabajo; 21.9 por ciento carece de computadora, otros dispositivos o conexión a internet.
“Más de la mitad de la población de 3 a 29 años tiene mucha disponibilidad para asistir a clases presenciales una vez que el gobierno lo permita, mencionaron en su momento los entrevistados”.
En este ciclo escolar 2021-2022, detalló, comenzó el retorno seguro a la escuela y se comenzó a implementar medidas, en el contexto de la pandemia, para que los menores y adolescentes, retornen a clases.
En tanto, Iván Castellanos Nájera, oficial a cargo del Fondo de Población de las Naciones Unidas en México comentó que mil 800 millones de personas tienen entre 10 y 24 años, gran parte de este grupo se encuentran en países como México.
Con estos resultados se pretende colocar a los jóvenes en el centro del diseño de políticas públicas para no solo darle voz, sino resolver sus necesidades. El estudio forma parte de la primera parte, pero se agregarán más evidencia periódica a través de medio digitales. También se interesan también en los sectores de jóvenes en condición de calle.
La recopilación de información de la segunda parte se efectuará de noviembre de 2021 a febrero de 2022. “Estamos trabajando con la población en condición de calle y esperamos compartir la información a principios del próximo año”, informó Vieitez.
LG