La cultura huasteca se mantiene viva, con un alto colorido y con tradiciones en la zona de la Sierra Norte de Puebla, pese a la pandemia del covid-19. Es la herencia de la cultura maya que se asienta en poblaciones de 17 municipios poblanos.
La llegada de los exploradores españoles no logró la desaparición de la cultura huasteca, herencia que sobrevive a través de sus descendientes, quienes en el inicio del 2021 viven en la región que históricamente habitaron sus antepasados.
En la región huasteca, la población acostumbra usar ropa de manta. En el pasado, los pobladores se pintaban su cabello con diferentes colores y tatuaban su cuerpo, usaban brazaletes y adornos de plumas.
El titular de la Secretaría de Cultura del gobierno de Puebla, Sergio Vergara Berdejo, explicó que, en la entidad, un total de 17 municipios conforman la Huasteca poblana: Atlequizayán, Huauchinango, Huitlalpan, Ixtepec, Jopala, Pahuatlán del Valle, San Felipe Tepatlán, Xicotepec de Juárez, Zapotitlán de Méndez, Cuetzalan del Progreso, Huehuetla, Huitzilan de Serdán, Jonotla, Naupan, Pantepec, Tepango de Rodríguez y Xochitlán de Vicente Suárez.
En la región Huasteca, no solo hay una cultura sino un conjunto que da paso a la multiculturalidad con características semejantes y una herencia musical, gastronómica, artesanal, danza, medicina tradicional, entre otros elementos.
“La cultura tradicional y las raíces ancestrales son parte fundamentales de nuestro estado. En Puebla, la huasteca está relacionada con seis etnias: otomí, nahua, tepehua, tenek, pame y totonaca. Su herencia está en la música, danza, gastronomía, artesanías, medicina tradicional y en la vida cotidiana; dividimos al estado en 32 regiones, pero la región de la huasteca nos está dando muchísimas enseñanzas de origen y nos está demostrando que hay muchos secretos”, comentó.
La cultura huasteca en la entidad está estrechamente ligada con las de los estados de Puebla, Hidalgo, Querétaro, San Luis Potosí, Tamaulipas y Veracruz, con un origen común: la lengua mayense de la que desciende el idioma huasteco.
“Yo estoy orgulloso de la Huasteca. Yo soy huasteco-totonaco, soy de Huachinango. Me fascina el zapateado, no lo paras, es un contagio. Los sones huastecos tienen mucho significado”, explicó Vergara Verdejo.
El nombre huasteco se deriva del vocablo náhuatl cuextécatl, que tiene dos posibles acepciones: de cuachalolotl “caracol pequeño o caracolillo”, o de huaxitl, “guaje”, que es una pequeña leguminosa.
La historiadora Beatriz Meyer explicó que la cultura huasteca está llena de misterios y secretos que se están descubriendo y que generan diferentes enseñanzas. “Si a mí me hubieran dado la oportunidad de elegir en dónde nacer, yo hubiera escogido la Huasteca”.
“Es una región que se caracteriza por la presencia de vestigios culturales muy fuertes de las culturas otomí, nahua, tepehua, tenek, pame y totonaca, son prioritarias. Los asentamientos descubiertos nos prueban que eran culturas muy avanzadas. Ahora, nos queda el entorno natural que es muy importante. Hay especies endémicas en la Sierra Norte que siguen cultivándose que son representativas; así como la danza, la gastronomía y la medicina”.
La Huasteca poblana se ubica en la Sierra Norte, colinda con las de los estados de Hidalgo y Veracruz, y cuenta con una extensión territorial de tres mil 846.76 kilómetros cuadrados.
En la actualidad, la región de la Sierra Norte forma parte del Programa Nacional del Desarrollo Cultural de la Huasteca que se creó en 1994 y que hoy en día es gestionado por la Secretaría de Cultura federal, a través de la Dirección General de Culturas Populares, Indígenas y Urbanas, así como por las secretarías de Cultura de Hidalgo, Querétaro y San Luis Potosí, la Secretaría de Cultura de Puebla, el Instituto Tamaulipeco para la Cultura y las Artes y el Instituto Veracruzano de la Cultura.
El programa fue creado para impulsar proyectos que coadyuven a estimular las prácticas tradicionales y la creatividad artística, que requieran apoyos para el equipamiento y consolidación de obras.
El son huasteco
La región huasteca cuenta con diferentes manifestaciones musicales y uno de los géneros más utilizados y de mayor tradición es el son huasteco y su correspondiente bailable llamado huapango.
Las expresiones musicales se impregnan de los ambientes tanto físico como social que viven constantemente. Es a través de las letras de los sones huastecos que se desarrolla el mecanismo para reflejar el mundo natural que perciben y los acontecimientos que les suceden y cobra importancia lo que deriva en una identificación que trasciende.
En el son se refleja un sentido de pertenencia y apropiación que permite recrear la vida y una identificación cultural a la que se le llama identidad regional. El huapango se preserva y se enriquece constantemente unificando un área de México que va más allá de límites territoriales actuales.
Ante la pandemia del covid-19, Puebla fue sede en octubre de 2020 de la presentación virtual del disco de Sones Huastecos, conmemorativo al XXIV Festival de la Huasteca, que impulsa el fortalecimiento, la preservación y difusión de la cultura tradicional desde su raíz.
En su momento, el investigador Gabriel Cuevas Sosa explicó que antes de ser huapango, es un son, el xochipaquilli, que es alegría y se baila en las mayordomías, en los casamientos o en las primeras comuniones con el significado de florido.
Destacó que, en la región de la Sierra Huasteca poblana, los huapangos son indígenas y no llevaban letras en su origen; fue hasta la década de los 90 cuando se integraron talleres de pastoral indígena para alfabetizar a los pobladores, en los que intervenían mayordomos, danzantes y músicos que se verían influenciados y comenzarían a componer letras.
Resaltó que el huapango tiene un zapateado que no se alcanza a comprender, porque los pasos surgen durante las danzas.
La historiadora Beatriz Meyer explicó que el son huasteco de la Sierra Norte de Puebla es más complicado de bailar en comparación con el de Veracruz que es más vistoso y tiene pasos que es más sencillo seguir.
“Las décimas son muy características y configuran un tipo de poesía muy característica. Me he integrado a la fiesta, debo confesarlo. Yo digo que el son huasteco es de lo mejor, pero es difícil de bailar. Se diferencia del de Veracruz. El de Veracruz es muy vistoso. El son de la Huasteca es muy complicado, tiene pasos muy difíciles de seguir y es un arte en sí mismo”, apuntó.
Festival de la Huasteca
De acuerdo con Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (Conaculta), hace casi 20 años se recuperó la tradición del Festival de la Huasteca y Puebla desarrolló un expediente para comprobar que es un estado heredero de una tradición huasteca importante como en las entidades federativas de San Luis Potosí, Veracruz, San Luis Potosí, Hidalgo, Tamaulipas y Querétaro.
El Festival de la Huasteca cada año, tiene como sede alguno de los municipios herederos de la música tradicional, una de las fortalezas más relevantes en materia cultural.
Esta fiesta de culturas permite mostrar la arquitectura y las expresiones más profundas de la música, la danza, la gastronomía y todo aquello que conforma una región tan particular del país y tan rica en tradiciones. El Festival de la Huasteca reúne a investigadores, académicos, jaraneros, danzantes y artesanos para impulsar la identidad y la cultura de la región huasteca.
Ante la pandemia del covid-19, la XXXI Fiesta Anual del Huapango se realizó de manera virtual con una serie de conferencias con expertos, estudiosos e intérpretes, quienes compartieron sus conocimientos, experiencias y anécdotas relacionadas con la música y la interpretación en la danza.
mpl