Colectivos y familiares de víctimas de desaparición se manifestaron en el Instituto Jalisciense de Ciencias Forenses (IJCF) para exigir la entrega de cuerpos que ya han sido plenamente identificados. “Nos sentimos con mucha angustia, con mucha desesperación, mucha tristeza de que no sabemos cómo los vayamos a encontrar, pero ya que los encontremos, ya un poco menos desesperada”, explicó la señora Irma, quien desde hace un mes localizó los restos de su hijo y su nieto, Carlos Eduardo y Ángel García.
Padre e hijo desaparecieron desde el 5 de enero, y sus cuerpos se encontraron el pasado 21 de abril; pero por problemas con las confrontas genéticas todavía no son entregados a sus familiares, “la última vez que vine me dijeron que todavía no estaba la confronta, todavía no estaba el ADN que les iban a hacer (…) supuestamente dicen que en dos meses, tres meses o en un año, que porque las máquinas que están checando el ADN se tardan”.
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En la misma situación se encuentran los familiares de Beatriz Luna Nuño, privada de la libertad a finales de enero pasado y encontrada a inicios de febrero. La Fiscalía del Estado no les informó que ya la habían encontrado, fue por la insistencia de sus seres queridos que finalmente las autoridades les confirmaron, un mes después, que ya estaba en el Servicio Médico Forense. Desde entonces se han practicado siete confrontas, pero todavía no les entregan el cuerpo.
“La justicia nada más nos pide que tengamos paciencia y que esperamos a que nos la entreguen ellos, nos dijeron un año, imagínense un año esperando a nuestro familiar con nosotros, se me hace muchísimo tiempo, y pues estamos aquí esperando que nos la entreguen en cuanto antes para poder darle su descanso”, compartió Jennifer, familiar de Beatriz.
Martín encontró el cuerpo segmentado de su hijo en una fosa clandestina el 20 de marzo. Jonathan, de 18 años de edad, desapareció el 4 de diciembre de 2022 en la colonia Los Areneros, en Tlajomulco de Zúñiga. El cuerpo sigue en el Servicio Médico Forense. “Ellos nos mencionan que tienen que hacer muchos estudios, pero la realidad es que no se mueven, no tienen movimiento, ellos no trabajan, solamente trabajan cuatro horas y esas cuatro horas dos le dedican a desayunar y dos a comer, ya está identificado, sus tatuajes y todo, y no nos han hecho ninguna confronta”, reclamó.
Entre las personas que se unieron a la protesta había quienes todavía buscaban a sus seres queridos, como Armando, que todavía no encuentra a su tío Epifanio, de 75 años, desaparecido hace dos años frente a su casa en Tlajomulco de Zúñiga. Los trabajos de búsqueda han puesto en riesgo la vida de Armando: “nosotros, los colectivos de buscadores de personas desaparecidas somos los que hacemos su trabajo, yo les diría a las autoridades que se pongan a trabajar (…) es un juego de azar, de hecho hemos tenido bastantes atentados en las búsquedas, han disparado varias veces, no directamente, pero sí como advertencia de que nos alejemos, y pues sí, es el riesgo que todos nosotros los buscadores sabemos que corremos, pero pues tenemos que salir a buscarlos”.
Durante al menos 30 minutos, los manifestantes bloquearon la lateral de la avenida Lázaro Cárdenas y los carriles centrales en el sentido de la carretera a Chapala, hacia el nodo Revolución, como una manera de hacer presión para ser escuchados por las autoridades y cumplan con sus demandas. Aunque algunas personas de colectivos sí fueron atendidas por personal del instituto, no se reveló si se llegó a algún acuerdo.
MC/SRN