Las intoxicaciones son una de las mayores causas de atención en el servicio de urgencias, y en muchos de los casos son intencionales, al ser un instrumento para intentar quitarse la vida, advirtió el jefe de Toxicología Clínica del Hospital Juárez de México (HJM), Jesús del Carmen Madrigal Anaya.
En México, en 2018 se registraron 305 fallecimientos por intoxicación, de los cuales 219 fueron por monóxido de carbono y 86 por plaguicidas, según el Anuario de Mortalidad de ese año. En 2019, el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) reportó 477 decesos por envenenamiento.
El especialista detalló que existen múltiples agentes causales de intoxicación. En las áreas rurales los más comunes son la mordedura de serpiente, piquete de insecto o de arácnido y plaguicidas. En las ciudades, es por consumo de sustancias químicas, medicamentos, alimentos procesados, bebidas alcohólicas y tabaco, subrayó.
El Hospital Juárez de México cuenta con un centro especializado donde no sólo se brinda atención integral a las personas intoxicadas, ya sea de manera ambulatoria u hospitalaria, también se llevan a cabo actividades de prevención e investigación.
Madrigal Anaya explicó que a las personas que sufren una intoxicación se les realizan pruebas en sangre e historia clínica para determinar el tipo de sustancia y el grado de envenenamiento, porque en ocasiones el agente nocivo se encuentra en algún alimento que consumió o producto que inhaló que aparentemente no es dañino, aseguró.
En el Día Internacional de la Toxicología, este 24 de abril, advirtió que todos los productos químicos son dañinos, incluyendo los que se encuentran en alimentos procesados; sin embargo, el grado de toxicidad y efectos negativos depende de la cantidad y sensibilidad de la persona a esa sustancia.
El jefe de Toxicología Clínica del HJM recalcó que algunas personas tienen factores genéticos que las predispone a intoxicaciones a productos que para otras no representa daño alguno.
Al referirse a los medicamentos, puntualizó que, si bien todos los fármacos que se comercializan legalmente fueron sometidos a pruebas de toxicidad para comprobar su seguridad y eficacia, existe el riesgo de que puedan ocasionar alteraciones cardiacas, respiratorias, renales o sanguíneas. Por ejemplo, el paracetamol en dosis altas afecta el hígado.
Madrigal Anaya precisó que, en caso de envenenamiento, las personas deben acudir de inmediato a alguno de los 23 centros toxicológicos o a las unidades médicas para recibir tratamiento que disminuya o evite daños irreversibles, o incluso la muerte.
También, dio a conocer que la toxicología clínica estudia los agentes químicos ajenos al cuerpo llamados xenobióticos que, al entrar en contacto con el organismo, generan efectos potenciales para la salud. La persona especialista es la responsable del diagnóstico, monitoreo y tratamiento a corto y a largo plazo de un paciente envenenado.
Esta ciencia se divide en toxicología agrícola, que analiza el daño de insecticidas, herbicidas y fungicidas; ambiental, que tiene que ver con sustancias químicas que contaminan los alimentos, agua, suelo o atmósfera; laboral, que se encarga de los efectos de las distintas sustancias a las que están expuestas las personas trabajadoras; y forense, que establece las relaciones causa-efecto entre la exposición a un medicamento o a una sustancia química y el grado de toxicidad. Asimismo, existe la toxicología industrial, de alimentos, descriptiva, analítica y mecanicista.
LP