La pandemia de la covid-19 aumentó la brecha educativa en la enseñanza en inglés y los estudiantes de educación básica de hogares con escasos recursos y sin conexión a internet fueron los más afectados porque se quedaron sin la posibilidad de recibir clases en Puebla.
Gloria Angélica Ortiz Barroso, directora de la Licenciatura en Idiomas, Enseñanza y Diversidad Cultural de la Universidad Popular Autónoma del Estado de Puebla (Upaep), explicó que, en medio de la pandemia, el gobierno federal suspendió este año el Programa Nacional de Inglés (PRONI) en el sistema de educación básica de carácter público.
El PRONI es un programa federal perteneciente a la Secretaría de Educación Pública (SEP) que tiene como principal objetivo, contribuir a asegurar la calidad de los aprendizajes en la educación básica mediante el fortalecimiento de los procesos de enseñanza y aprendizaje de la lengua inglesa en las escuelas públicas.
“En el caso particular del programa PRONI que es el del gobierno federal en educación básica, sí se vio afectado porque se suspendieron las clases del segundo idioma a partir de enero de este año. Se dejó de pagar a los profesores y quienes seguían impartiendo clases, lo hacían de manera voluntaria”, expresó.
De acuerdo con la SEP federal, el PRONI se aplica en los planteles públicos de nivel preescolar, primaria y secundaria, con un diseño curricular alineados a la Certificación Nacional de Nivel de Idioma (CENNI) y el Marco Común Europeo de Referencia para las Lenguas (MCER).
Durante la conferencia “El dominio de los idiomas y su impacto en el desarrollo comercial e industrial de México”, Ortiz Barroso explicó que mientras en instituciones de educación superior de carácter privado, pudieron continuar con las clases de inglés, en escuelas públicas se complicó la enseñanza de un segundo idioma.
“La enseñanza se vio afectada para algunos y no para todos ante la desigualdad que existe. En algunos casos, la falta de acceso a internet, a las plataformas, a una computadora para cada niño en casa afectó (…). Depende mucho de la economía y de la capacidad que algunas familias tuvieron con la educación en línea. Sabemos que hay mucha desigualdad y muchos niños se vieron afectados”, apuntó.
En contraste, explicó Ortiz Barroso, en el caso en el que las familias cuentan con conexión a internet y computadoras o dispositivos para cada menor, se facilitó el aprendizaje de un segundo idioma y el contacto con otras culturas.
“En otros casos no afectó y en el caso particular de la Upaep, para mantener la enseñanza de inglés y el esquema intercultural, se buscaron acciones de colaboración y aprendizaje internacional, por lo que se tuvieron materias en las que se trabajaba con equipos de otros países. Por ejemplo, en licenciatura, 80 por ciento de los estudiantes tuvieron una experiencia internacional para el desarrollo de su idioma, digamos en un ámbito real en línea”, explicó.
En el aprendizaje y dominio de un segundo idioma influyen dos factores: en primer lugar, la motivación personal porque se siente empatía con la cultura; y, en segundo lugar, la necesidad, es decir, cuando el ser humano requiere de una segunda lengua para un intercambio o para trabajar en otro país.
mpl