Al menos, 87 por ciento de las personas con una discapacidad y que están ocupadas laboran en actividades en las que carecen de contrato, de prestaciones, de servicios de seguridad social y de vacaciones pagadas.
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De acuerdo con el análisis “La inclusión laboral de personas con discapacidad en México”, realizado por Isis Olimpia Gutiérrez Martínez, investigadora del Departamento de Administración de Empresas de la Universidad de las Américas Puebla (Udlap), menos de la mitad, 44 por ciento de las personas con discapacidad en edad de trabajar están ocupadas.
“Las personas con discapacidad que trabajan ganan mucho menos que sus colegas sin discapacidad, que las mujeres con discapacidad ganan menos que los hombres con discapacidad”, destaca el análisis.
Según datos de la Organización Mundial de la Salud y del Banco Mundial, a nivel internacional más de mil millones de personas viven con alguna discapacidad. Considerando que a nivel mundial hay aproximadamente un poco más de siete mil 500 millones de habitantes, las personas que viven con algún tipo de discapacidad representan cerca del 13 por ciento de la población a nivel mundial. En México, este porcentaje corresponde al cinco por ciento de la población total.
En el caso específico de México, añade el análisis, algunos reportes indican que hay cerca de un millón de personas con alguna discapacidad en posibilidades de trabajar, pero solo el 30 por ciento de ellas se encuentra activa en el mercado laboral. Es por lo anterior, que desde hace ya varios años a nivel gubernamental se han diseñado diversas estrategias para favorecer la inclusión laboral.
Ante el panorama, las empresas y organizaciones de la sociedad civil en el país se han preocupado por la inclusión laboral mediante la implementación de diversos programas o iniciativas, destaca la especialista en su estudio.
“La inclusión laboral es una de las temáticas de gran actualidad en términos de gestión de talento dentro de las organizaciones debido a las favorables repercusiones económicas, sociales y productivas que esta conlleva”, establece el análisis.
Para la investigadora, aceptar y valorar la diversidad a través de generar mayores oportunidades e impulsar una cultura de inclusión laboral para personas con discapacidad es tarea fundamental de la gestión de talento dentro de las organizaciones.
Los beneficios para las organizaciones por impulsar una cultura laboral de la inclusión son múltiples, entre ellos, la generación de un ambiente de diversidad que aumenta la creatividad e innovación en las organizaciones, mejora la toma de decisiones y, en términos generales, incrementa el desempeño organizacional.
La inclusión de personas con discapacidad aporta valor agregado en términos de responsabilidad social corporativo y permite el acceso a interesantes exenciones fiscales, expresa en el estudio la especialista en empresas familiares.
“La inclusión laboral de personas con discapacidad constituye una gran oportunidad de mejora para las empresas en diversos ámbitos”, concluye el análisis de Gutiérrez Martínez.
CHM