La historia y la cultura convergen en la Plazuela de los Sapos, lugar en donde decenas de anticuarios se reúnen cada semana para vender antigüedades de todo tipo, para deleitar a los miles de turistas que acuden.
Ubicado en pleno Centro Histórico de la ciudad de Puebla y reconocido por la fuente que posee con la escultura de un sapo, dicho sitio se ha convertido en un referente del primer cuadro de la capital del estado.
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Desde hace más de 48 años, los comerciantes de la zona se han dedicado a la venta de antigüedades, ofreciendo productos como monedas, billetes, juguetes, muebles rústicos, joyería, cristales cortados, relojes, artículos musicales, entre otros.
Los dulces típicos y artesanías forman parte de los productos que todos los asistentes pueden encontrar, con una variedad que va más allá de los artículos viejos.
En entrevista con Multimedios Puebla, Porfirio Cabrera Aguilar, presidente del Tianguis Dominical de Antigüedades y Manualidades de los Sapos, detalló que en la actualidad se cuenta con 82 integrantes de la organización.
Aseguró, que venden productos para todo tipo de gustos, por lo que cuenta con miles de visitantes cada semana y por lo que consideró al lugar como único en todo el país.
Cabrera Aguilar aseguró que otro de los atractivos es el trato que los comerciantes brindan a los clientes, toda vez que se busca generar una percepción de calidez y amistad para que los turistas se sientan como en casa.
“Las antigüedades es lo que atrae a los visitantes, tenemos muchos turistas tanto extranjeros como del país, pero también toda la gente de acá son personas que tratan bastante bien al cliente para dar una buena imagen de la Plazuela de los Sapos”, dijo.
El amor por las antigüedades en un lugar emblemático como lo es la Plazuela de los Sapos se refleja con vendedoras como Karla, quien desde hace más de 36 años forma parte del tianguis, dedicando la mayor parte de su vida a ello.
Aunque reconoció que en la actualidad los jóvenes no muestran un gran interés en el tipo de productos que vende, señaló que el sitio es un referente de la capital poblana, situación que atrae a miles de turistas cada fin de semana.
“Es mi vida, la Plazuela de los Sapos es un lugar hermoso, es emblemático, viene mucho turismo, mucha gente que viene y que le gusta, es una pasión para la gente que en verdad le gustan estos temas”, destacó.
Luz María Zayas también es otro de los casos en los que se demuestra la pasión por las antigüedades, ya que es un gusto que se ha ido heredando de generación en generación, al referir que su padre se dedicaba a ello.
La comerciante explicó a esta casa editorial que desde hace varios años se dedica a la venta de artículos antiguos; sin embargo, la afición a este tema provoca que no vea dicha actividad como un trabajo, sino como un pasatiempo.
“No lo vemos como trabajo, es un amor estar aquí, nos vienen a visitar de todas las partes del mundo, es más bien un hobbie”, manifestó.
La Plazuela de los Sapos se localiza en la calle 6 Sur, entre la 5 y 7 Poniente, se instala los sábados y domingos, con una amplia oferta de restaurantes en la zona para deleite de los turistas.
CHM