Necesario, un pacto entre escuela, familia y sociedad

“Esta crisis de salud nos está señalando que necesitamos renovar ese pacto y que los padres de familia deben estar en comunicación y colaboración con los maestros."

Necesario, un pacto entre escuela, familia y sociedad. (Andrés Lobato)
Juan Martín López Calva, decano de Artes y Humanidades de la UPAEP. (Jaime Zambrano)
Laura Bárcenas Pozos, investigadora en la Dirección de Investigación y Posgrado de la Universidad Iberoamericana. (Jaime Zambrano)
Jaime Zambrano
Puebla /

Ante los problemas que presentó el programa “Aprende en Casa” que en Puebla se puso en marcha en más de 10 mil escuelas de educación básica ante la emergencia por el coronavirus y que fue cuestionado por los padres de familia por la acumulación de actividades, expertos en procesos de enseñanza de la Universidad Popular Autónoma del Estado de Puebla (Upaep) y de la Universidad Iberoamericana Puebla coincidieron en la necesidad de un nuevo pacto entre escuela, familia y sociedad.

Después de que el 5 de junio concluyeron las clases del ciclo escolar 2019-2020 y el esquema Aprende en Casa que se puso en marcha a partir del 23 de marzo como alternativa ante la determinación de dejar de acudir a las escuelas para reducir la posibilidad de contagios de coronaviurus, el decano de Artes y Humanidades de la Upaep, Juan Martín López Calva, resaltó que la gestión de los sistemas educativos requiere de un cambio en el que participen todos los actores educativos.

Indicó que antes de la pandemia, se presentó una separación de los padres de familia con la escuela y comenzaron acusaciones mutuas entre docentes y tutores sobre los problemas en la enseñanza.

“Esta crisis nos está señalando que necesitamos renovar ese pacto y que los padres de familia deben estar en comunicación y colaboración con los maestros y viceversa, para lograr realmente una formación integral en los niños y jóvenes”, explicó.

Señaló que el coronavirus marcó de manera significativa la brecha que existe entre los sectores sociales, de manera que, los estudiantes de familias con menores ingresos presentaron mayores dificultades. Explicó que para enfrentar la brecha educativa, es importante que todo el sistema educativo se vuelque hacia el acompañamiento y apoyo a los profesores; y en devolver la confianza a los maestros a partir de brindarles herramientas necesarias para que, de manera colaborativa, vayan enfrentando los retos y desafíos.

Explicó que la pandemia del covid-19 puso de manifiesto que existe una crisis ética que revela la necesidad de construir una base de valores comunes en todas las culturas para edificar los diferentes proyectos de felicidad de cada individuo.

Por su parte, Laura Bárcenas Pozos, investigadora en la Dirección de Investigación y Posgrado de la Universidad Iberoamericana, explicó que la principal falla que se presentó en el ciclo escolar se encuentra en la homogeneidad de criterios.

“Las decisiones educativas no corresponden a las necesidades y condiciones que hay en comunidades rurales e indígenas. Se dice que las chicas y los chicos tomen clases en línea, pero ni siquiera hay computadoras o internet. Al ser el sector urbano, el que más estudiantes concentra, los planes de estudio y actividades se sitúan en este tipo de contextos, desatendiendo otros sectores sociales”, apuntó.

Resaltó que el reto más importante en el esquema “Aprende en Casa” se presentó en las labores de acompañamiento porque en los escenarios no urbanos, las madres y padres de familia no cuentan con competencias suficientes para ayudar a sus hijas e hijos a aprender, lo que contribuye a ampliar la brecha educativa.

Por último, explicó que los retos más importantes los tendrán las y los estudiantes que cambian de grado escolar, porque su proceso de recuperación sería distinto y en otro nivel educativo o en otra institución.

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