El estado de Puebla presenta condiciones críticas de empleo, pobreza y población vulnerable por edad y por enfermedades crónico-degenerativas, factores que aumentan el riesgo de que aumenten las barreras de movilidad social ante los efectos que está generando el coronavirus.
De acuerdo con el análisis “Elementos de un plan integral para atender las consecuencias económicas de la pandemia de coronavirus en México”, realizado por investigadores del Centro de Estudios Espinosa Yglesias (CEEY), Puebla aparece con focos rojos en el rubro de población vulnerable por la cantidad de población de más de 60 años, de viviendas sin agua potable, en hacinamiento y casos confirmados por coronavirus por cada millón de habitantes.
“La asignación de los recursos en el Sistema de Salud debe centrarse en medidas preventivas de contagio en los estados con mayor población potencialmente vulnerable, tanto por sus desventajas de salud como por las que presentan varios indicadores de debilidad de su Sistema de Salud”, destaca el estudio.
De la misma forma, la entidad aparece en focos rojos en el rubro “Condiciones Críticas de Empleo” ante el nivel de 66 por ciento de población ocupada en la informalidad, la vulnerabilidad por ingresos y la caída de empleos registrados ante el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS).
El estudio destaca que la combinación de mayor vulnerabilidad y condiciones adversas de empleo para la población por debajo de la línea de bienestar define a los estados en los que aparece Puebla, con elevado riesgo de caer en condiciones críticas de empleo, desempleo, subempleo, baja remuneración y elevadas horas de trabajo.
La investigación del CEEY explicó que, en estados como Puebla, Oaxaca, Tamaulipas, Jalisco, Baja California, Ciudad de México, Estado de México y Quintana Roo deberían concentrarse los apoyos para la población en pobreza y en el mercado informal.
“México enfrenta una amenaza histórica. Los efectos de la pandemia de coronavirus pueden dejar las mismas o peores secuelas que las que dejó la crisis de 1994 y que llevó al 70 por ciento de la población a condiciones de pobreza por ingreso. No tenemos margen para la inacción. El Estado debe ir más allá de las medidas convencionales monetarias y fiscales que prevalecen hoy”, destaca el estudio.
Ante la preocupación de que la pandemia de covid-19 genere mayores barreras a la movilidad social en México, el CEEY, junto con un grupo de especialistas, propuso un paquete de medidas para que, una vez minimizada la pérdida de vidas, en entidades del país como Puebla, se proteja a los trabajadores formales e informales, y que dote de liquidez a las empresas con el objetivo de evitar su quiebra y preservar el empleo.
Las propuestas del CEEY contemplan la restitución del gasto en salud del año 2015, en términos relativos, para atender las presiones sobre el Sistema de Salud derivadas de la emergencia sanitaria y, en particular, asignar recursos inmediatos para la atención a quienes requieran hospitalización.
De la misma forma, el centro de investigación llama a realizar una transferencia de un salario mínimo mensual, por tres meses, a las y los trabajadores que se encuentren en el sector informal; y establecer un seguro de desempleo de dos salarios mínimos mensuales, por tres meses, para las y los trabajadores formales que pierdan su empleo.
Por último, se propone realizar una transferencia de un salario mínimo mensual, por tres meses, a las empresas formales por cada trabajador afiliado al IMSS; y hacer un reembolso extraordinario de ISR a las y los trabajadores por cuenta propia registrado ante el Sistema de Administración Tributaria (SAT) de 10 mil pesos en una sola exhibición.
“La tarea requiere de un Pacto para el Bienestar Económico que reúna a las autoridades federales, a las entidades federativas y a los municipios, a organizaciones empresariales, sindicatos y organizaciones de la sociedad civil. Estos momentos representan un gran reto para el país; sin embargo, también brindan la posibilidad de una gran transformación para construir el legado de un México más incluyente, con menos pobreza y con mayor igualdad de oportunidades para la movilidad social”, establece el estudio.
mpl