El inicio del proceso para recuperar la cuenca del Atoyac, que se encuentra en el estado de Puebla, y para comenzar la limpieza de afluentes como el Atoyac, el Alseseca y San Francisco requiere cerca de cinco mil millones de pesos.
De acuerdo con el “Plan Integral de Saneamiento ante la Problemática de la Zona Metropolitana de Puebla”, realizado por especialistas en medio ambiente, el comienzo de la recuperación de los afluentes requiere de acciones como diagnósticos del problema, la reestructuración y desarrollo de plantas de tratamiento, la atención a las descargas a cielo abierto y la remediación a las mismas.
El plan podría implementarse en un periodo de cuatro a cinco años; sin embargo, todo dependerá de la aplicación de recursos que se traduzca en acciones específicas que incidan en atender las descargas y en tratar las aguas residuales.
Al respecto, Verónica Mastretta Guzmán, consejera de la organización Dale la Cara al Atoyac, explicó que el rescate de la cuenca del Atoyac es posible; sin embargo, actualmente, falta voluntad política, recursos, una reestructuración administrativa para que en el plan trabajen la Secretaría del Medio Ambiente, Desarrollo Sustentable y Ordenamiento Territorial del gobierno de Puebla, con la integración de la Comisión Estatal de Agua y Saneamiento del Estado de Puebla (CEAS) y del Instituto Estatal de Planeación alineado a disponibilidad hídrica.
En ese sentido, el Plan Integral de Saneamiento contempla seis fases para la recuperación: el diagnóstico de las descargas a cielo abierto; el diagnóstico de los colectores de aguas; un programa de control de descargas; un plan de saneamiento que incluya la reingeniería de las cinco plantas de tratamiento que operan en Puebla y la construcción de, al menos, dos plantas más; la remediación de descargas; y la construcción de nuevos colectores.
Las acciones para comenzar con la remediación de los problemas de contaminación del agua en la zona metropolitana de Puebla beneficiarán de manera directa a más de un millón 660 mil habitantes; sin embargo, de forma indirecta se traduciría acciones positivas para toda la entidad y para toda la región del país.
El plan de saneamiento revela que se requieren unos cuatro mil millones de pesos para realizar adecuaciones en las plantas de aguas residuales que actualmente operan en la entidad y para la construcción de dos nuevas.
Actualmente, ante los más de 59 millones 392 mil 65 de litros cúbicos de agua residuales que se generan al año en la zona metropolitana de Puebla, seis plantas tratadoras que operan en la región están rebasadas y se cumple parcialmente con las normas federales.
El análisis “Plantas de tratamiento de Puebla y zona conurbada” que realizaron diferentes especialistas señala que las descargas de las aguas tratadas cumplen parcialmente con lo establecido en la NOM-003-Semarnat-1997, ya que se rebasa el Límite Máximo Permisible (LMP) de la Demanda Bioquímica de Oxígeno (DBO) que debe ser de hasta 30 miligramos por litro. Valores inferiores a los tres miligramos por litro en el agua, revelan una excelente calidad; y valores mayores a 30 miligramos por litro, se considera como altamente contaminada porque se trata el límite máximo permisible para la protección de la vida acuática en ríos.
El Plan Integral de Saneamiento muestra que la planta de tratamiento que requiere una mayor inversión para atender las descargar y cumplir con las normas, es Atoyac Sur, la cual necesita unos mil 600 millones de pesos; mientras que Alseseca Sur requiere de unos 856 millones de pesos; y la Planta de San Francisco podría actualizarse con 500 millones de pesos.
La planta tratadora de aguas residuales Barranca del Conde requiere de 425 millones de pesos; la de Parque Ecológico unos 100 millones de pesos; Ávila Camacho unos 250 millones de pesos; y la llamada Acuapue, unos 100 millones de pesos.
Dentro del proyecto de recuperación de la cuenca del Atoyac, las acciones para lograr la remediación de descargas requerirían obras por más de 430 millones de pesos, recursos que permitirían construir 29 colectores.
Además, en la zona metropolitana de Puebla se requieren acciones para construir y reconstruir, al menos, 23 kilómetros de colectores en áreas de descarga y en zonas limítrofes con Puebla, obras en las que se necesitarían, al menos, 170 millones de pesos.
Al mismo tiempo, el proyecto contempla como fundamental que se implemente un programa de Control de Descargas y la Inspección, para evitar que se siga arrojando de forma directa agua contaminada a los afluentes.
De la misma forma, los especialistas recomiendan modificar los Códigos Reglamentarios de 21 municipios de la zona conurbada de Puebla, para que sean similares el de la capital, y se puedan aplicar sanciones contra los responsables de descargas de aguas contaminadas.
En su momento, Verónica Mastretta Guzmán, consejera de la organización Dale la Cara al Atoyac, comentó que para rescatar los afluentes de la zona metropolitana de Puebla se requiere que los gobiernos estatales de Puebla y Tlaxcala ayuden a los municipios a fortalecer sus reglamentos y herramientas jurídicas para controlar lo que sucede en sus territorios.
Ante la contaminación de los afluentes de la cuenca del Alto Atoyac, la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) emitió el 21 de marzo de 2017, la Recomendación 10-2017 por “la violación a los derechos humanos a un medio ambiente sano, saneamiento del agua y acceso a la información, en relación con la contaminación de los ríos Atoyac, Xochiac y sus afluentes”; en agravio de quienes habitan y transitan en los Municipios de San Martín Texmelucan y Huejotzingo, en el estado de Puebla; y en los municipios de Tepetitla de Lardizábal, Natívitas e Ixtacuixtla de Mariano Matamoros, en el estado de Tlaxcala.
De la misma forma, un grupo de ciudadanos de la organización Dale La Cara al Atoyac interpuso una demanda de Amparo Indirecto número 303/2017 ante el Juzgado Tercero de Distrito en Materia Administrativa de la Ciudad de México el 07 de marzo de 2017. A través del Juicio de Amparo reclaman la omisión de las autoridades de los tres niveles de gobierno, señaladas como responsables por el ejercicio de sus atribuciones en materia de medio ambiente y aguas para salvaguardar la Cuenca Hidrológica Río Alto Atoyac.
El 28 de septiembre se estableció el Convenio Marco para el Saneamiento del Río Atoyac firmado por la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), a través de la Comisión Nacional del Agua (Conagua), con los gobiernos de Puebla y Tlaxcala, y los ayuntamientos.
En el municipio de Puebla, se realizó la modificación del Capítulo 39 del Código Reglamentario Municipal (Coremun) para contar con facultades para implementar acciones de inspección y control de descargas.
En el mismo documento, se plantea la necesidad de incluir en las leyes de ingresos de los municipios, una nueva estructura de tarifas para que se puedan obtener recursos que serán destinados para el saneamiento del agua.
La investigación resalta que, actualmente, faltan de recursos financieros en toda la cuenca, para desarrollar infraestructura y acciones de control de descargas, ante lo cual, es fundamental que se elimine la exclusión de tarifas de saneamiento, en Leyes de Ingresos.
Los especialistas proponen que se pongan en marcha planes de previsión de inversiones y pagos para remediar la problemática de la contaminación de la cuenca del Atoyac en las Leyes de Egresos, tanto de la Federación, como del estado y de los municipios.
AFM