Contaminación del Atoyac, una historia que supera la media centuria: ONG

La crisis ambiental y de salud de los afluentes y barrancas del Atoyac-Zahuapan tiene sus antecedentes hace más de 50 años.

Río Atoyac. (Jaime Zambrano)
Jaime Zambrano
Puebla /

La contaminación de la cuenca del Alto Atoyac que se encuentra entre los estados de Puebla y Tlaxcala suma más de 50 años, periodo en el que se presentó el desarrollo de industrias y, al mismo tiempo, el crecimiento población con descargas irregulares.

De acuerdo con la organización no gubernamental Centro Fray Julián Garcés Derechos Humanos y Desarrollo Local, la crisis ambiental y de salud de los afluentes y barrancas del Atoyac-Zahuapan tiene sus antecedentes hace más de 50 años, a partir de una nueva configuración de la zona metropolitana de Puebla y Tlaxcala.

Para la organización no gubernamental, con la inauguración de la autopista México-Puebla en 1962, comienza una etapa que se tradujo en el cambio en el uso del suelo agrícola y forestal para cederlo, al desarrollo industrial que se tradujo en contaminación.

Empresas industriales de los ramos petroquímico, químico, metalmecánico, automotriz, de autopartes, textil, de alimentos, de producción de cerámica, entre otras, que se asentaron en las márgenes de los ríos Atoyac, Xochiac, Zahuapan y sus afluentes, emprendieron negocios que aprovecharon los recursos hídricos ante una nula regulación ambiental.

Las empresas aprovecharon la abundancia de agua superficial y subterránea en la cuenca para extraerla de los acuíferos someros y, por el otro, se beneficiaron de la existencia de cauces naturales para verter el agua residual resultante de sus procesos productivos, sin tratamiento alguno, directamente en los ríos, arroyos, canales, zanjas y campos de cultivo, o bien, en las redes de drenaje municipal, agrega el Centro Fray Julián Garcés Derechos Humanos y Desarrollo Local.

En el documento denominado “Propuesta comunitaria para el saneamiento integral de la cuenca Atoyac-Zahuapan y la reparación del daño a las comunidades”, la organización no gubernamental destaca que el desarrollo de textileras gran parte operando de manera irregular, aprovecharon la falta de regulación e inspección para arrojar sus aguas al Atoyac.

“El agua del río adquiría un color y un olor característicos de la presencia de sustancias anteriormente inexistentes en la región”, destaca la organización no gubernamental.

La organización no gubernamental resaltó que, ante la contaminación de los afluentes de la cuenca del Alto Atoyac, la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) emitió el 21 de marzo de 2017, la Recomendación 10-2017 por “la violación a los derechos humanos a un medio ambiente sano, saneamiento del agua y acceso a la información, en relación con la contaminación de los ríos Atoyac, Xochiac y sus afluentes”; en agravio de quienes habitan y transitan en los Municipios de San Martín Texmelucan y Huejotzingo, en el Estado de Puebla; y en los Municipios de Tepetitla de Lardizábal, Nativitas e Ixtacuixtla de Mariano Matamoros, en el Estado de Tlaxcala.

Ante la historia de contaminación del agua en la zona metropolitana, el Centro Fray Julián Garcés Derechos Humanos y Desarrollo Local propuso el necesario saneamiento de la cuenca del Alto Atoyac, que incluye los cauces de los ríos, arroyos, canales y zanjas; y la restauración de los suelos en el lecho de los ríos y arroyos, en la ribera y en los terrenos aledaños a la Zona Federal.

De la misma forma, se propone la prevención, control y monitoreo de la contaminación futura de la cuenca; y el diseño y aplicación de un Plan Emergente de Salud para quienes hoy están enfermos debido a la contaminación de la cuenca.

Por último, se propone que el Plan de Saneamiento debe contar con recursos económicos suficientes para llevar a cabo todas sus acciones en todas sus etapas; y la aplicación de las correspondientes medidas para la reparación del daño ocasionado a las personas, las familias y las comunidades en su salud, economía, cultura y dignidad.

mpl

LAS MÁS VISTAS