“Servir a quien más necesita es un privilegio”: Rafa Activista

"Esta es una organización civil en la cual nuestro único fin es ayudar. Ayudamos por ayudar y no buscamos salir en publicaciones, ni que nos aplaudan."

Rafael Deeyss, conocido como Rafa Activista, le entrega una pizza y una "coca" a una persona invidente que canta para ganarse la vida. (Andrés Lobato)
Rafael González
Puebla /

Rafael Reyes Ruiz suma más de 18 años de activismo social en Puebla, por eso se le conoce en las redes sociales como “Rafa Activista”. Cofundador y miembro de Fundación Madai, creció y se maneja bajo las premisas: “Servir a quien más necesita es un privilegio” y “Es un honor y un privilegio poder hacer”; y con base en ellas se ha desarrollado por la vida.

“Actualmente la contingencia sanitaria ha mermado los ingresos económicos de mucha gente, lo que les tiene en predicamentos para cubrir su alimentación y otros compromisos”, expresó.

Para apoyarlos, Reyes Ruiz continúa con la labor que emprendió desde hace 10 años de entrega de alimentos, y de despensas desde hace 8.

Tarea que cumple cada jueves y sábado en el Hospital para el Niño Poblano (HNP), donde también convivía con los infantes hasta antes de la pandemia.

Este jueves al mediodía acudió a la fuente de San Miguel del zócalo para recibir el apoyo del resto de la ciudadanía, “para hacer llegar un poco de amor para la gente que más lo necesita”.

De esta actividad dijo: “Entregamos pizzas a la gente indigente que encontramos en el primer cuadro”.

Informó que entre el lunes y jueves logró repartir 30 pizzas; y que en lo que va de la contingencia 250 despensas.

“Pero a personas en situación de pobreza extrema, la cual nos dicen, ‘gracias por la despensa ya que tenía dos días sin comer y si no hubieran venido sumaría tres’. Gente que vive en casas fabricadas con lonas y láminas”.

Aclaró que en promedio reparten 2 mil apoyos al mes, cifra que han mantenido durante la pandemia.

Contó que desde la integración de la fundación, hace diez años junto con sus amigos Edi Borja y Javier Velázquez, “invariablemente todos los jueves y sábados vamos al Hospital del Niño Poblano para darles alimentos a los familiares de los pacientes y aunado los fines de semana tenemos actividades en comunidades indígenas”.

Elogió que por la contingencia sanitaria mucha gente se ha sumado, “pero esto lo hacemos de toda la vida”.

Recordó que en el terremoto que se registró el 19 de septiembre de 2017 de igual forma estuvo muy activo junto con los 100 voluntarios de la Fundación Madai.

“Pero créeme que son actividades que hacemos todas las semanas, de todos los meses, de todo el año”.

Comentó que la fundación tiene la finalidad de apoyar emocional e integralmente a pacientes que sufren cáncer y a sus familiares.

Contó que desde el 10 de octubre del 2010 a la fecha han trabajado incansablemente por mejorar las condiciones de “nuestros hermanos menos favorecidos”.

Precisó que los días jueves a las 19 horas reparten la cena en el HNP y los sábados acuden a las 10 horas para repartir almuerzos.

Además de que se presentaban en oncología del nosocomio para platicar y jugar con los infantes, “para hacerlos pasar un rato agradable e inyectarles de vida y energía para que sigan luchando en la batalla contra el cáncer”.

Apuntó que a partir del confinamiento también invitan a las personas que lo necesitan para que acudan y se les entreguen alimentos.

Mientras que algunos domingos acuden a comunidades indígenas localizadas en la zona conurbada de Puebla, Cholula y Amozoc para respaldarlos, entre ellas San Andrés Azumiatla, La Resurrección y San Pablo Tecamac, entre otras; así como de los municipios de Zacatlán, Xicotepec de Juárez, Chietla e Izúcar de Matamoros.

Mencionó que también realizan una colecta de tenis y zapatos para distribuirlos entre niños que lo requieran.

Destacó que no reciben apoyo gubernamental ni de partidos políticos ya que se rigen por tres parámetros: “no estar ligados ni participar en ninguna actividad política, no seguir ningún fin lucrativo, y no estar involucrados con ninguna religión”.

Finalmente, dijo que “esta es una organización civil en la cual nuestro único fin es ayudar. Ayudamos por ayudar y no buscamos salir (en publicaciones) ni que nos aplaudan. Aquí todo es trasparente y la gente sabe que todo es real porque todo lo comprobamos (…) el apoyar es como las vocaciones, y en mi caso es una pasión de vida”.


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