En Puebla, la población con sordera enfrenta problemas de discriminación, falta de trabajo y diferentes obstáculos para continuar sus estudios, ya que la mayoría se queda con estudios de primaria o no alcanza a ingresar a la escuela.
En el punto anterior coincidieron las investigadoras de la Universidad Popular Autónoma del Estado de Puebla (Upaep), Gloria Angélica Ortiz Barroso, directora de Idiomas, Enseñanza y Diversidad Cultural; y Guadalupe Galván Rodríguez, psicóloga y profesora de Lengua de Señas Mexicana, quienes lamentaron que las autoridades carezcan de la información sobre el número exacto de personas que padecen sordera.
A nivel nacional, se estima que 2.4 millones de personas son sordas, de las cuales, dos terceras partes solo estudió hasta el nivel básico, es decir, se quedó en la primaria o la secundaria; mientras que 14 por ciento nunca fue a la escuela.
Durante la mesa de diálogo virtual “Importancia de las Lenguas de Señas en la actualidad” realizada por la Upaep en el marco del Día Internacional de las Lenguas de Señas, 23 de septiembre, Ortiz Barroso resaltó que 60 por ciento de las personas con sordera, la adquirió por algún problema de salud o algún accidente; mientras que 40 por ciento nació con el padecimiento.
“Aproximadamente, 60 por ciento de la población con sordera es adquirida. La gran mayoría se debe a casos como enfermedades que pudo haber tenido la madre durante el parto como la rubiola que lleva a que el cuerpo tenga temperaturas muy altas o cuando el menor tiene alguna enfermedad que desencadena que su temperatura corporal aumente y se afecta el sistema auditivo; así como algún accidente. Otra forma son ruidos muy fuertes que afecten a la persona”, explicó.
Destacó que en Puebla existe una importante comunidad de sordos que está impulsando el uso de la lengua de señas, como medida para contrarrestar los problemas que enfrentan para comunicarse con los demás.
Por su parte, Galván Rodríguez resaltó que las personas sordas están enfrentando complicaciones económicas y educativas que se agravaron con la pandemia del coronavirus que se tradujo en el confinamiento y en la reducción de actividades.
Agregó que el uso del cubreboca complica a las personas con sordera entender lo que le quieren decir quienes no tienen este padecimiento y no usan el lenguaje de señas, porque la boca es esencial para remarcar expresiones.
La profesora de la universidad de carácter privado en Puebla explicó que en el lenguaje de señas, existen momentos en los que la persona se tiene que tocar la cara, lo cual, implica un riesgo de contagio de coronavirus.
“Los sordos son muy conscientes con la parte de quedarse en casa. A través de videollamadas o de uso de aplicaciones, no requieren cubreboca. Tenemos está la iniciativa del cubreboca con una ventana plástica; sin embargo, existen algunas protestas porque con el vaho de las personas se opaca todo. Fue una iniciativa. La boca es un elemento esencial para la comunicación de los sordos, no tanto por leer los labios, sino por toda la expresión de la cara. Si hablo mientras hago las señas y ocupo la herramienta de la boca, se expresa una persona mucho mejor”, explicó Galván Rodríguez.
mpl