Del terremoto del 85 a la acción: así surgió la alerta sísmica

A un año del sismo del 19-S

El Centro de Instrumentación y Registro Sísmico es el creador de la alerta, la cual desde 1991 ayuda a mitigar la vulnerabilidad ante los temblores; se busca extenderla a Veracruz y Chiapas.

El Cires desarrolló la alerta sísmica y es el encargado de su operación. (Jimena Campuzano)
Jimena Campuzano
Ciudad de México /

El 19 de septiembre de 1985 un terremoto de 8.1 despertó a los capitalinos a las 7:19 horas; la fuerza del movimiento dejó severos daños, sobretodo en la zona centro. Cuatro años después nació el Sistema de Alerta Sísmica de la Ciudad de México, el cual entró en operación hasta el 1 de agosto de 1991.

Pero, ¿cómo surgió? El Centro de Instrumentación y Registro Sísmico (Cires), una asociación civil conformada por un grupo multidisciplinario de expertos, es la mente detrás de este desarrollo tecnológico que ha ayudado a reducir la vulnerabilidad ante los temblores.

El sismo de 1985 dio origen al Centro de Instrumentación y Registro Sísmico. (Cires)

​Con el apoyo del gobierno del entonces Distrito Federal, el Cires creó este sistema para alertar de un temblor fuerte en las costas de Guerrero al menos 50 segundos antes de que las ondas sísmicas sean percibidas.

“Esta característica física de la propagación de las ondas nos permite, cerca del epicentro, reconocer el sismo cuando inicia y poder pronosticar, sin verlo todo, qué tan grande va a ser y si es suficientemente peligroso se alerta”, explicó a MILENIO el ingeniero Juan Manuel Espinosa Aranda, director general del Cires.

Sensores, acelerómetros, computadoras, estaciones repetidoras y tres algoritmos conforman este sistema, el cual realiza cuatro procesos: monitoreo, transmisión, comunicación y diseminación. Toda la información captada es transmitida por ondas de radio.

“Es un robot, tiene sensores activos todo el tiempo, tiene un programa de autoevaluación y se comunican con nosotros todas las partes de lo que es el sistema de alerta sísmica”, así lo describe Espinosa Aranda.

En el proceso para enviar la alerta no interviene ninguna persona, todo es automático.

No tenemos operadores que pudieran cometer algún error por no apretar el botón para alertar. Esa sería un falla posible si confiáramos en alguna persona para una tarea final”, mencionó.
En el sistema de alerta no interviene ninguna persona, es todo un sistema. (Cires)

Los sensores fueron instalados en la costa de Guerrero, donde los geofísicos tienen la certeza que debe de ocurrir un sismo fuerte debido a la subducción de la placa de Cocos con la de Norteamérica, sin embargo, en la llamada brecha del estado, entre Acapulco y Zihuatanejo, no ha temblado desde hace más de 100 años.

“La corteza de la placa de Cocos está empujando a la de Norteamérica. Ya debería de haber regresado en un sismo fuerte, pero con instrumentos de posicionamiento satelital se ha logrado ver que si bien en unos años se ha ido moviendo, como previo a un temblor fuerte, de repente en un lapso de seis meses se vuelve a regresar a la posición que tenía.
“Tenemos un fenómeno que no habíamos sido capaces de visualizar y con esta herramienta (el GPS) estamos conscientes de que hay un desplazamiento retrógrado que aparentemente es la causa de que no se haya dado el sismo que se teme, el sismo de Guerrero”, dijo Espinosa Aranda.

El sistema de alerta se amplió en el 2000, cuando el Cires desarrolló uno propio para Oaxaca con 24 sensores instalados en la costa, centro y norte del estado, el cual era independiente al de la Ciudad de México. Entró en operación tres años después.

Fue el terremoto de magnitud 8 ocurrido en los límites de Jalisco y Colima el 9 de octubre de 1995, además de un sismo en Puerto Escondido en septiembre de 1999, lo que motivaron al entonces gobernador José Murat Casab a solicitar el desarrollo del sistema de alerta para el estado.

Para 2004, el sistema pasó de tener 24 a 37 sensores luego de un temblor en los límites con Chiapas, donde no se habían instalado.

“Tembló en la frontera con Chiapas, en el Istmo de Tehuantepec, en Los Chimalapas, y ahí no se habían puesto sensores porque los sismólogos, los geofísicos, no lo habían recomendado, entonces las mismas autoridades de Oaxaca recomendaron que el sistema se ampliara y actualmente tiene 37 sensores”, dijo el ingeniero.

En Oaxaca, el sistema da un tiempo de oportunidad de 30 segundos si el sismo detectado ocurre en la región de la costa, pero éste se reduce si el temblor se registra cerca de la ciudad.


[Así funciona el sistema de alerta sísmica. Infografía: Cires]​

En 2005 el sistema de la Ciudad de México y el de Oaxaca se integraron para compartir información y así nació el Sistema de Alerta Sísmica Mexicano. Años más tarde la cobertura se amplió a Jalisco, Colima, Michoacán y Puebla con la instalación de sensores para un total de 97, con los que cuenta actualmente.

El reto es ampliar la alerta hacia Veracruz y Chiapas, entidad que cuenta con un sistema basado en actuadores por vibración que, de acuerdo con Espinosa Aranda, no fue eficaz durante el terremoto de 8.2 ocurrido el 7 de septiembre del año pasado en el Golfo de Tehuantepec, ya que no hubo aviso de alerta a la población.

“El temblor fue en la frontera, en el mar, y un sistema que está puesto en Chiapas, que es con sensores, no son sensores, son más bien actuadores por vibración, es la patente que tiene ese accesorio, estaban en una posibilidad de dar resultados equiparables Oaxaca y Chiapas. Oaxaca sí sacó un aviso de alerta federal y en Chiapas no tuvieron la oportunidad de advertir”, señaló.

Por ello, consideró importante extender el sistema hacia ese estado, a fin de detectar con mayor tiempo de oportunidad el desarrollo de un sismo, sin esperar hasta que los sensores instalados en Oaxaca lo perciban.

“Podríamos mejorar la oportunidad de la alerta si tenemos una cobertura de efectos sísmicos sobre el territorio chiapaneco, que es una de las zonas activas, de acuerdo a la experiencia reciente”, comentó.

Desde 1993, los avisos de alerta en la Ciudad de México eran difundidos sólo en las estaciones de radio y televisión. Fue hasta 2015, durante la administración de Miguel Ángel Mancera que se extendió a los altoparlantes instalados en toda la ciudad.

El Dato

- La primera vez que la alerta sísmica sonó en los altavoces que conforman el proyecto “Ciudad Segura” fue durante el simulacro del 19 de septiembre de 2015.

- El sonido característico de ésta surgió en la Asociación de Radiodifusores del Valle de México, a cuyos integrantes el Cires les propuso que debería de tener uno propio.

¿Qué tan confiables son las aplicaciones?

De acuerdo con el director del Cires, al depender de una conexión Wi-Fi o a la red de datos y al procesamiento de la información en la nube las notificaciones de las aplicaciones presentan retrasos variables, por lo cual no resultan idóneas para alertar de un sismo.

“La telefonía no es la idónea, pero la mayoría de los peligros no tienen el requerimiento de inmediatez del alertamiento sísmico, entonces sí hay servicios de otros anuncios de que va a llover, o de que hay condiciones climáticas, que son más lentos los procesos, entonces ahí el teléfono puede funcionar”, señaló.

Sin embargo, a través de la tecnología llamada ‘Cell Broadcast’ los celulares se convertirían en una herramienta efectiva para alertar de un sismo, ya que no requerirían de una conexión a internet ni de la suscripción a algún servicio. Se utiliza la infraestructura de telecomunicaciones y se enlazan los teléfonos a un canal para distribuir un mensaje simultáneamente.

“Si esta especificación técnica del teléfono se logra integrar, en cuanto a la simultaneidad de la llamada a través de células, el Cell Broadcast sería un recurso también útil para que se difunda por ahí la alerta”, mencionó. 

El sistema de alerta utiliza las ondas de radio para transmitir los mensajes y datos captados por las estaciones sensoras y las repetidoras, ya que son mucho más rápidas que las ondas sísmicas. Es por ello que cuando se determina que un temblor podría afectar a la Ciudad de México u otras regiones donde opera la alerta, se puede advertir antes de que los efectos sean percibidos.

El Dato

- El 2 de noviembre de 2017 el gobierno de la CdMx integró a su app 911 CDMX la alerta sísmica que emite el Sasmex. El servicio fue solicitado por el C5 como una opción de difusión, a fin de mitigar la vulnerabilidad de los habitantes ante los temblores.

El Sasper y el Sarmex, las otras creaciones

El Centro de Instrumentación desarrolló dos receptores para difundir los avisos del sistema de alerta: el Sasper y el Sarmex; del último tiene la patente por adecuación tecnológica ya que modificó el NOAA Public Alert.

 "Hicimos un análisis de sus características, hicimos una adecuación tecnológica, la logramos registrar, inclusive tenemos un derecho de esa modificación. Está aceptada por la firma en Estados Unidos, es un receptor que dice Sistema Alerta de Riesgos Mexicano, pero sólo alerta temblores", comentó el ingeniero.
El receptor Sarmex recibe automáticamente la señal del Sistema de Alerta Sísmica Mexicano. (Cires)

Cuando se activa la alerta, este receptor emite el audio oficial con una duración de 60 segundos y despliega en la pantalla el mensaje "Alerta sísmica".

El otro receptor, el Sistema de Alerta Sísmica Personalizada fue creado en 1993 y se probó en escuelas públicas de la Ciudad de México, en donde los alumnos hicieron simulacros al escuchar el sonido.

El receptor Sasper puede ser operado localmente con sus dos botones internos y emitir la alerta. (Cires)
​"El Sasper es relativamente caro porque es un equipo con receptores de transceiver de datos. Tiene equipo que se fue asimilando a este propósito, pero no es el equipo ideal comparado con lo que hay ahora, un Sarmex", señaló.
El Dato

- El receptor Sasper es más grande y cuenta con dos altavoces para poder emitir la alerta; puede ser operado manualmente.

- A diferencia del Sasper, el Sarmex está diseñado para emitir otras alertas, además de la sísmica, como los avisos de la Conagua o el Cenapred.

VJCM​.

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