De concretarse el proyecto de la Quinta Real Santas Marías y Quinta Real San Miguel, impulsados durante el gobierno del ex alcalde de San Miguel de Allende y hoy aspirante a este cargo por el PRI, Mauricio Trejo Pureco, al menos 17 comunidades rurales se quedarán sin agua para siempre.
Aunado a ello, la salud de los sanmiguelenses que viven en las comunidades de la zona estaría en riesgo por los altos niveles de arsénico que generará la explotación del pozo que dotará agua para las casi 5 mil viviendas autorizadas en estos fraccionamientos durante la administración de Mauricio Trejo.
El riesgo provocado por la ambición inmobiliaria en la gestión del priista fue frenado desde la administración municipal que le siguió, pero el resurgimiento de Mauricio Trejo como candidato del PRI revivió la posibilidad de ejecutar el proyecto.
Las comunidades que se quedarán sin agua por el proyecto Quinta Real Santas Marías son: Moral Puerto de Nieto, Puerto de Nieto, Guanajuatito, Santas Marías, Guadalupe de Támbula, San Antonio del Varal, Cerritos y Fajardo de Bocas.
Mientras que Quinta Real San Miguel dejará sin agua a: Santa Elena de la Cruz (San José de Laguna), Luz de Jacales (Guadalupe de la Luz), San José de Gracia (Palo Dulce), San Jerónimo de la Playa, San José de la Amistad, Palmita de Landeta, San Julián de Landeta, San Javier y El Cerrito de los Chávez.
Para Dylan Terrell, director de la asociación civil Caminos de Agua, existe un doble riesgo en caso de que el fraccionamiento se urbanice: abatirá más rápidamente el agua que se extrae de los pozos en las comunidades vecinas, y elevará los niveles de arsénico y fluoruro poniendo en riesgo la salud de la población de la zona.
“Cuando tienes una concentración muy fuerte en una zona puede aumentar el nivel de arsénico rápidamente (…) hemos visto cómo en unos pozos, por ejemplo, ha subido el nivel de arsénico como cuatro veces en dos años, y justo es por el estrés (hídrico). Seguro que puede afectar a todas las comunidades alrededor”, dijo el experto.
Un análisis del agua realizado en 2018 a un pozo de la zona reveló niveles de arsénico preocupantes: seis veces superior a la recomendación de la Organización Mundial de la Salud. El estudio fue elaborado por la Universidad de Texas A&M, y cotejado con un laboratorio certificado.
La ingestión de agua que contiene arsénico y la exposición prolongada a este elemento químico tóxico está relacionada con el cáncer de vejiga, piel, pulmón, vías digestivas, hígado y riñón, entre otros, por lo que más de 10 mil sanmiguelenses que según datos del INEGI habitan las 17 comunidades vecinas al proyecto inmobiliario estarían en riesgo de contraer este tipo de enfermedades.
Esto, sin contar con las 20 mil personas que podrían irse a vivir en las Quinta Real Santas Marías y San Miguel, de continuar los proyectos.
En diciembre de 2020, el gobierno municipal presentó una denuncia ante la Comisión Nacional del Agua (CONAGUA) para proteger la salud de los habitantes de las comunidades rurales ante el riesgo de que los desarrolladores de las Quinta Real Santas Marías y San Miguel comiencen a urbanizar, aun sin el permiso del Ayuntamiento.
El municipio pidió a la CONAGUA que se clausurara el pozo, debido a que, entre otras irregularidades, el permiso de explotación de agua es para uso agrícola, y por el riesgo que existe de aumentar los niveles de arsénico y acabarse rápidamente el agua para las comunidades.
Ante la falta de respuesta de la CONAGUA, y tras el anuncio de la candidatura a la presidencia municipal de Mauricio Trejo, impulsor de ambos fraccionamientos, asesores inmobiliarios reforzaron en redes sociales la campaña de compra-venta de lotes en las Quinta Real Santas Marías y San Miguel.