Juguetes sin certificado podrían representar un riesgo a la salud por niveles de plomo: Cofepris

En el marco del Día de Reyes, la Cofepris recomienda realizar compras de marcas certificadas y en establecimientos reconocidos, pues la venta de juguetes de origen clandestino ocurre a la vista de todos sin siquiera sospecharlo.

Vendedores de juguetes confían lograr un repunte del 100% en Día de Reyes Magos | Andrés Lobato
Alejandra Zárate
Ciudad de México /

Ese muñeco, esa Barbie, la figura de acción, los bloques armables, ese estuche de herramientas, los carritos y todos los juguetes solicitados en las cartas para los Reyes Magos, podrían representar un riesgo a la salud de niños y niñas si no cuentan con el certificado de la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris).

En los laboratorios de esta dependencia se realiza el procedimiento para determinar los niveles de plomo en los juguetes. La importancia de este proceso radica en la garantía de que los menores de edad no se están llevando a sus casas el riesgo de absorber niveles elevados de plomo mediante los esmaltes, etiquetas, colorantes y otros componentes de sus obsequios, al divertirse con ellos.

Cabe mencionar que la absorción de este metal puede darse mediante el contacto con la piel, la inhalación o la ingesta; los menores de edad absorben una proporción mayor que los adultos por diversas razones: niños y niñas a menudo se colocan las manos y los objetos en la boca, su frecuencia respiratoria es más alta, por lo que respiran más volumen por kilos de peso y mientras menos edad tienen, el intestino absorbe más plomo (de cinco a 10 veces más que niños mayores y adultos).

De acuerdo con lo estipulado en la Nom-252-SSA1-2011, todo juguete que sale al mercado debe someterse a un análisis, pero esto es sólo el primer paso en la responsabilidad que comparten fabricantes, distribuidores y consumidores. 

En el marco del Día de Reyes, la Cofepris recomienda realizar compras de marcas certificadas y en establecimientos reconocidos, pues la venta de juguetes de origen clandestino ocurre a la vista de todos sin siquiera sospecharlo.

Por su parte, la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco) recomienda, entre otras cosas, leer detenidamente el instructivo, junto con las advertencias y leyendas precautorias, además de cerciorarse que el empaque del juguete incluya la leyenda que está fabricado con materiales no tóxicos.

¿Cómo se analizan los juguetes?

Cada artículo o kit de carácter recreativo se clasifica acorde al tamaño, si es lo suficientemente pequeño para pasar por la tráquea, se debe analizar la pieza completa, mientras que los juguetes más grandes deben separarse por color y solo extraer la pintura, el esmalte o la etiqueta que lo recubre.

El procedimiento consiste en obtener muestras de cada parte para analizarlas por separado, primero al sumergirla en una solución que simula el líquido gástrico y luego introduciéndose en baño maría a la temperatura del cuerpo humano (37°C). Posteriormente, se extrae la solución para medir los niveles de plomo.

En caso de que el artículo exceda el límite permitido, que es de 90 mg por cada kilogramo, la Cofepris emite las alertas correspondientes para el fabricante, del mismo modo que emite un certificado que avala el apego del producto a la norma sanitaria.

​EHR

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