El ex secretario del Interior y ex senador estadunidense, Ken Salazar, está siendo considerado por parte de la administración de Joe Biden para ocupar el cargo de embajador de Estados Unidos en México, de acuerdo con el sitio de noticias Axios.
A pesar de que Salazar es una opción de Biden para llegar a México, el gobierno de este país no ha sido notificado al respecto, fuentes cercanas a Washington aseguraron que sí es uno de los perfiles sobre la mesa, pero hay más y no se ha tomado una decisión.
Consultada por MILENIO, la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE) aseguró que de momento no tiene información oficial al respecto. Paralelamente, la embajada de Estados Unidos en México no se ha pronunciado sobre el tema.
De acuerdo con la información publicada por el medio estadunidense, que incluso ha sido retomada por el ex embajador de Estados Unidos e México, Tony Garza, en sus redes sociales, Salazar se encuentra en este momento en el llamado proceso de vetting donde se le investiga y se sopesa si no existen impedimentos para que llegue al cargo.
“Biden ha comenzado a llamar a algunos de sus posibles embajadores para ofrecerles puestos en el extranjero (…) El proceso se encuentra en sus primeras etapas y no se ha contactado a todos los que (finalmente) terminarán obteniendo una embajada, dijo a Axios una persona familiarizada con el asunto”, de acuerdo con la información obtenida por el periodista Hans Nichols.
Salazar de 71 años de edad, abogado de profesión, inició su carrera pública como Fiscal General de Colorado en 1999 y hasta 2005, cuando fue electo senador por el partido demócrata para su estado natal.
En el Senado coincidió con el actual presidente Joe Biden hasta 2009, cuando ambos se integraron a la administración de Barack Obama, uno como secretario del Interior y otro como vicepresidente.
Salazar sólo permaneció al frente del Departamento del Interior en el primer período de Obama-Biden en la Casa Blanca. En su renuncia, presentada en 2013 a unas semanas de haber iniciado el segundo período, Salazar aludió razones personales para su salida.
Desde su llegada al cargo, Salazar enfrentó duras críticas por parte de activistas medioambientales que señalaron su supuesta cercanía con la industria extractiva.
Unos meses después de su salida del gobierno de Obama, en junio de 2013, se convirtió en socio del prestigioso bufete de abogados WilmerHale, que tiene oficinas en Estados Unidos, Europa y Asia.
En 2016 reapareció en la vida pública tras anunciar que sería el encargado de encabezar el equipo de transición de Hillary Clinton si la demócrata resultaba ganadora en las elecciones presidenciales de ese año que, finalmente, terminó perdiendo ante Donald Trump.
Salazar es conocido por vestir a menudo un sombrero tejano, creció en un rancho de Colorado, cerca del pueblo de Manassa, al interior de una familia católica de ocho hermanos. Habla un español fluido a pesar de que su familia lleva siglos en territorio estadunidense, al menos desde el siglo XVI cuando el sur de Estados Unidos formaba parte de la Nueva España.
“He sido mancillado, me han insultado, desde 'sucio mexicano ' hasta muchos otros sobrenombres, mientras crecía, e incluso ahora como senador de los Estados Unidos”, declaró al respecto en una entrevista con The New York Times en 2006.
JLMR