La tentación del fascismo y la 'big data'

Por Jose Luis Alvear Gutierrez, articulista invitado

¿Cuántos fascistas leerán esto? no lo sabemos porque hemos olvidado lo que es el fascismo, y confundimos fascismo con nacionalismo.

La Segunda Guerra Mundial y el holocausto nos dejaron las terribles consecuencias de esta forma de pensar, señala el autor.
Estado de México /

Recientemente navegando en la pagina web de la Feria Internacional del Libro, FIL de Guadalajara, encontré que uno de los exponentes fue Yuval Noah Harari, Historiador Judío, del que he gozado sus libros y sus charlas.

De estas charlas recordé una que llamó mi atención desde el título “Why fascism is so temping and how your data cool power it”.

Me di a la tarea de recoger algunos conceptos que me permiten compartir el pensamiento de Yuval Noah Harari y que considero va muy acorde a los tiempos que el mundo está viviendo.

¿Cuántos fascistas leerán esto? no lo sabemos porque hemos olvidado lo que es el fascismo, y confundimos fascismo con nacionalismo.

Señala Noah Harari, que sin el nacionalismo hubiéramos vivido en un caos. Los países más prósperos como Suecia, Suiza y Japón tienen un fuerte sentido de nacionalismo; por el contrario, países como el Congo, Somalia y Afganistán tienden a ser pobres y violentos.

¿Qué es el fascismo y cómo se diferencia del nacionalismo?

El nacionalismo indica que mi nación es única y que tengo obligaciones especiales hacia mi nación.

El fascismo, en cambio, te señala que la nación es suprema y que tengo obligaciones exclusivas para con ella. No tengo que preocuparme por nadie ni nada que no sea por mi nación.

El fascismo es lo que se da cuando las personas quieren ignorar las complicaciones y tratan de hacer la vida demasiado fácil para ellas mismas. El fascismo niega todas las identidades, excepto la identidad nacional e insiste como ya se indicó, que debo de tener obligaciones solo con mi nación. Si mi nación demanda que sacrifique a mi familia, entonces sacrificaré a mi familia. Si la nación exige que mate a millones de personas, entonces mataré a millones de personas. Y si mi nación exige que traicione la verdad y la belleza, entonces traicionaré la verdad y la belleza.

¿Cómo evalúa el arte un fascista? ¿cómo decide un fascista si una película es una buena o mala película?: sólo hay un criterio, sí la película sirve a los intereses de la nación es una buena película, si la película no sirve a los intereses de la nación es una mala película.

Del mismo modo, ¿Cómo decide un fascista qué enseñar a los niños en la escuela? Es muy simple, solo hay un criterio: se les enseña a los niños lo que sea que sirva a los intereses de la nación. La verdad no importa en lo absoluto.

La Segunda Guerra Mundial y el holocausto nos dejaron las terribles consecuencias de esta forma de pensar. El fascismo lo tendemos a explicar como un monstruo, sin realmente explicar lo que es tan seductor de él. El problema del mal es que no necesariamente se le ve horrible, puede verse muy hermoso.

El fascismo hace que las personas se vean a sí mismas como pertenecientes a lo más bello y más importante del mundo. La nación y la población piensa: nos enseñaron que el fascismo es feo, pero cuando me miro en el espejo veo algo muy hermoso, entonces no puedo ser un fascista, incorrecto. Ese es el problema del fascismo, cuando te miras en el espejo fascista, te ves a ti mismo mucho más hermoso de lo que realmente eres.

El fascismo y las dictaduras podrían volver, pero volverán con una nueva forma, con las nuevas realidades tecnológicas del Siglo XXI. En el pasado la tierra era el activo más importante del mundo; la política, por lo tanto, era luchar por controlar la tierra y la dictadura significaba, que toda la tierra era propiedad de un solo gobernante o de una pequeña oligarquía.

En la era moderna, las máquinas se volvieron más importantes que la tierra. La política se concentró en la lucha por controlar las máquinas y la dictadura estableció que muchas de las máquinas se concentraron en manos del gobierno o de una pequeña élite. Ahora la información (Big Data) está reemplazando la tierra y las máquinas como el activo más importante.

La política se convierte en la lucha para controlar los flujos de datos y la dictadura ahora significa, que mucha información se está concentrando en manos del gobierno o de una pequeña élite.

El mayor peligro que enfrenta hoy la democracia liberal, es que la revolución de la tecnología de la información hará que las dictaduras sean mas eficientes que las democracias. En el siglo XX, la democracia y el capitalismo derrotaron al fascismo y al comunismo, porque la democracia era mejor para procesar la información y tomar decisiones.

Con el aumento de la inteligencia artificial (IA), y el aprendizaje automático, podría ser factible procesar enormes cantidades de información muy eficiente en un solo lugar para tomar todas las decisiones; así el procesamiento de datos centralizado será más eficiente que el procesamiento de información distribuido con la “IA” y podría ser factible procesar enormes cantidades de información y la principal desventaja de los regímenes autoritarios en el Siglo XX; su intento de concentrar toda la información en un solo lugar se convirtió en su mayor ventaja.

Otro peligro tecnológico que amenaza el futuro de la democracia es la fusión de la tecnología de la información con la biotecnología, que podría resultar en la creación de algoritmos que me conozcan mejor que yo mismo.

El gobierno con el uso de estos algoritmos puede no solo predecir mis decisiones, sino que también manipular mis sentimientos y mis emociones.

Un dictador quizás no pueda proporcionarme buena atención médica, pero podrá hacer que lo ame y podrá hacerme odiar a la oposición.

La democracia tendrá dificultades para sobrevivir a un desarrollo así, porque al final, la democracia no se basa en racionalidad humana; se basa en los sentimientos humanos.

Durante las elecciones y referendos no te preguntan: ¿qué piensas? en realidad te están preguntando ¿cómo te sientes? y si alguien puede manipular tus emociones de forma efectiva, la democracia se convertirá en un espectáculo de marionetas emocional.

Así que ¿qué podemos hacer para evitar el regreso del fascismo y el surgimiento de nuevas dictaduras?

La pregunta número uno que enfrentamos es ¿quién controla los datos?. Si eres ingeniero, encontrarás la forma de evitar que muchos datos estén concentrados en muy pocas manos y encontrarás la forma de asegurarte de que el procesamiento de datos distribuido sea al menos tan eficiente como el procesamiento de datos centralizado.

Esta será la mejor salvaguarda para la democracia. En cuanto al resto de nosotros que no somos ingenieros, la pregunta número uno que enfrentamos es ¿cómo evitar dejarnos manipular por aquello que controlan los datos?.

Los gremios de la democracia liberal, tienen un método, piratean nuestros sentimientos. No nuestros correos, ni nuestras cuentas bancarias, piratean nuestros sentimientos: de miedo, odio y vanidad, y luego usan estos sentimientos para polarizar y destruir la democracia desde adentro.

Este es en realidad un método en el que Silicon Valley fue el pionero para vendernos productos, pero ahora los enemigos de la democracia están usando este mismo método para vendernos miedo, odio y vanidad.

No pueden crear estos sentimientos de la nada, así que conocen nuestras propias debilidades preexistentes y luego las usan contra nosotros y, por lo tanto, es responsabilidad de todos nosotros conocer nuestras debilidades y luego asegurarnos que no se conviertan en un arma en manos de los enemigos de la democracia.

Conocer nuestras propias debilidades también nos ayudará a evitar la trampa del espejo fascista. Como explicamos antes, el fascismo explota nuestra vanidad. Nos hace vernos más bellos de lo que realmente somos. Esta es la seducción. Pero si realmente te conoces, no te enamoras de este tipo de adulación.

Si alguien pone un espejo frente a tus ojos que oculta todos tus feos pedacitos y hace verte a ti mismo como mucho mas hermoso y mucho más importante de lo que realmente eres, rompe ese espejo.

Otro gran peligro, son las corporaciones, que no hay mucha diferencia con los gobiernos que controlan la información. Quien controla la información ese es nuestro real gobierno.

Se nos esta avisando de dos grandes peligros, uno es el posible resurgimiento de una forma seductora de fascismo, pero cerca de eso, dictaduras que no pueden ser exactamente fascistas pero si controlar todos los datos.

Si una corporación te conoce realmente te controla a ti. En tiempos de crisis la gente toma riesgos que de otro modo no tomaría y la gente esta dispuesta a probar todo tipo de tecnologías de alto riesgo y alta ganancia. Así que este tipo de crisis podrían servir para la misma función que las dos guerras mundiales en el siglo XX, éstas aceleraron enormemente el desarrollo de nuevas y peligrosas tecnologías.

Lo mismo podría suceder en el siglo XXI. Debes de estar un poco loco para correr demasiado rápido, por ejemplo con la ingeniería genética. Pero ahora hay mas y mas gente loca a cargo de diferentes países en el mundo, entonces las posibilidades son cada vez mayores, no mas bajas.

Entonces a 53 años distancia voltearemos a ver y decir: ¡que cerca estuvo! Hasta ahora la humanidad ha logrado superar todas las crisis anteriores y especialmente si nos fijamos en la democracia liberal y si piensas que las cosas están mal ahora, solo hay que recordar cuánto peores se veían las cosas en 1938 o en 1968.

Así que esto realmente no es nada, esta es solo una pequeña crisis, pero nunca se puede esperar nada porque nunca debes de subestimar la estupidez humana. Es una de las fuerzas mas poderosas que dan forma a la historia.

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