En México se descifrarán más de 13.8 mil millones de años de historia del universo sobre los orígenes de la tierra, de la galaxia, de los planetas y, por lo tanto, de la humanidad, explicó David Hughes, director e investigador del Gran Telescopio Milimétrico (GTM) que se encuentra en la cima del volcán de La Sierra Negra, es decir, a 4 mil 600 metros de altura y a 100 kilómetros de la ciudad de Puebla.
Si bien el proyecto lleva más de 20 años de investigación, el GTM, conformado con una infraestructura única en el mundo, ya logró captar en 2017 y presentar este año la primera imagen de la sombra del agujero negro rodeada por plasma caliente y actualmente está analizando objetos cercanos, milimétricos de la galaxia, de las estrellas, de los planetas y del sistema solar, artefactos que privaban en la "imaginación" de películas, canciones y libros de ficción.
David Hughes dijo que ya se comenzó a tener alcances lejanos, logrando descubrir las primeras galaxias formadas en el universo y comprender cuestiones como la velocidad de la luz, de las curvaturas del espacio y tiempo, del campo gravitacional que parten de la Teoría General de la Relatividad de Albert Einstein, publicada hace 100 años.
Por lo tanto, México como líder de este proyecto, junto con Estados Unidos, está conectado con científicos de todo el mundo para contar, en 2020, con un total de 11 telescopios, tres de los cuales son nuevos y estarán colocados en Groenlandia, Francia y en Estados Unidos. Y en 2025 se instalarán más para crear una mayor área de captación y operar a frecuencia más altas.
"No sólo es una conexión de telescopios, también es una colaboración internacional de más de 200 científicos que trabajan analizando los datos, generando teorías nuevas, nuevos modelos, pruebas, interpretaciones y publicación de resultados", explicó.
Recordó que para captar una imagen del agujero negro resultaba necesario contar con un telescopio de 13 mil kilómetros de diámetro, es decir, del mismo tamaño de la Tierra, pero en 2017 todos los telescopios apuntaron de manera simultánea a la constelación de Cúmulo de Virgo, logrando encontrar la sombra de un agujero negro supermasivo, "la evidencia que habíamos estado buscando durante 20 años de trabajo".
Además, utilizaron relojes atómicos muy precisos para determinar el momento exacto en que llega la luz a cada uno de los telescopios, registraron los datos en unidades de disco y se procesaron en una súper computadora, además de que combinaron en software la luz de todos estos telescopios.
"Los sincronizamos con las señales de tiempo de los relojes atómicos y así pudieron crear un telescopio del tamaño de la Tierra que magnificó 7 millones de veces la imagen de ese agujero negro.
"En el Cúmulo de Virgo vimos una galaxia M87 —galaxia elíptica más brillante cercana a la Tierra y una de las fuentes de radio más brillantes del cielo— ubicada a 55 millones de años luz de distancia de aquí, además vimos líquidos, gases y la evidencia que estábamos buscando, por 20 años, como mencionaba", acotó.
El total, de los 11 telescopios que estarán instalados en el mundo servirán para que los científicos de la Antártida, Chile, España y de diversas partes tomen imágenes milimétricas o películas de todo lo que permita conocer los orígenes de la evolución de planetas, estrellas, agujeros negros o de las galaxias.
"Hasta ahora lo que hemos logrado es observar lo que era imposible, tomamos un experimento, tomamos la imagen de objetos enigmáticos que encontrábamos en libros y en canciones, pero todo fue posible gracias a un equipo numeroso y talentoso de científicos", mencionó.
Destacó que ya se logró visualizar agujeros negros que a pesar de su oscuridad pueden verse a través del movimiento de fotones de luz que generan esa sombra, siluetas cuyas masas son hasta 6 mil millones de veces de tamaño con respecto al sol.
"El gran reto ahora es visualizar objetos del tamaño de una pelota de ping pong con lo que podremos lograr ver el origen de todas las cosas", indicó.
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