Prevén un comienzo difícil con nuevo gobierno de EU

Relación bilateral. La exoneración del general Salvador Cienfuegos, el bloqueo a inversiones en materia energética y la emergencia sanitaria complican panorama.

Horas antes de su investidura, el presidente electo encabezó en Washington un homenaje a las víctimas del covid-19. (Reuters)
Agencias y Kenia Hernández
Ciudad de México y Washington /

Con la llegada de Joe Biden a la presidencia de Estados Unidos, la relación con México comenzará fría y distante, ya que existen varios elementos de tensión entre ambas naciones, advirtió el Stephanie Henaro, especialista en política exterior por el Instituto Estatal de Relaciones Internacionales de Moscú.

En entrevista con MILENIO, detalló que entre estos elementos complicados están la exoneración del ex secretario de la Defensa Salvador Cienfuegos, el reclamo de EU por el bloqueo a inversiones en materia energética y la falta de interlocución con los demócratas cuando el presidente Andrés Manuel López Obrador firmó el T-MEC, así como la emergencia sanitaria.

“Es una relación que inicia con mucha inercia. Entra esta relación bilateral en un marco de pandemia, en donde la prioridad va ser atacar la crisis sanitaria, los países están desconectados, el presidente López Obrador no va a asistir a la toma de protesta por estas mismas razones, es decir, iniciará con cierta desconexión”.

Describe como uno de los distanciamientos la carta fechada el pasado 11 de enero y dirigida a los secretarios de Relaciones Exteriores, Marcelo Ebrard; de Energía, Rocío Nahle, y de Economía, Tatiana Clouthier, por parte de sus homólogos de EU: los secretarios de Estado, Mike Pompeo; de Energía, Dan Brouillette, y de Comercio, Wilbur Ross.

En esa misiva los funcionarios estadunidenses expresaron que acciones del gobierno mexicano han creado incertidumbre acerca de los procesos regulatorios, especialmente en lo que concierne al sector energético, es decir, por las políticas que bloquean los proyectos privados en energía.

“En la antesala de esta toma de protesta, se está jugando una serie de póker. El 11 de enero llega a México una carta firmada por tres altos funcionarios del gobierno de Donald Trump, donde señalan que México no está cumpliendo con las obligaciones en materia energética, adquiridas por la firma del T-MEC.

“Después se da la exoneración del ex general Cienfuegos y, posteriormente, el vocero del Departamento de Justicia estadunidense regresa el manotazo diciendo que Estados Unidos se reserva el derecho de volver a comenzar con este proceso si México falla en hacer justicia. Es una jugada tras otra”, explicó.

Apenas el lunes, recordó, el presidente López Obrador atizó el fuego de la tensa relación con EU, cuando se declaró decepcionado del trabajo que la Agencia Antidrogas de aquel país (DEA, por sus siglas en inglés) hizo en la investigación que llevó a cabo contra el general Cienfuegos. 

“Son los partidarios del intervencionismo y que no haya soberanía los que se molestan. Ojalá y lo piensen bien, puedo decir lo mismo, estamos decepcionados con el trabajo de la DEA, pero mejor vamos a dejarlo así", dijo López Obrador en la mañanera.

Antes, el Departamento de Justicia de EU se declaró “profundamente decepcionado” por la decisión de México de cerrar su investigación contra Cienfuegos.

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REPUBLICANOS: NO A PLAN DE MIGRACIÓN

Legisladores republicanos y grupos conservadores se opusieron al plan de inmigración de Joe Biden por considerarlo una amnistía a gran escala para los indocumentados, lo cual pone de relieve que la medida enfrentará una difícil batalla en un Congreso donde los demócratas tienen una mayoría exigua. Para complicar más las cosas, grupos promigrantes dijeron que apremiarán a Biden a que vaya más allá y adopte medidas tales como moratorias inmediatas a las deportaciones, detenciones y nuevos arrestos. Lorella Praeli, copresidenta del grupo liberal Community Change, aseguró que “estamos ahora en una posición poderosa”.


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