El Quinazo: El declive de Pemex y la caída del auge económico en zona sur

Con Joaquín Hernández Galicia al frente del STPRM se hacían obras en beneficio de la ciudad y el país; pero tras su detención, se dio una espiral de crisis, expuso su hijo Joaquín Hernández Correa.

Joaquín Hernández Galicia, 'La Quina' (Foto/Archivo)
Pablo Reyes
Ciudad Madero /

El declive de la producción de Pemex y la caída del auge económico que tenía el sur de Tamaulipas comenzó con la detención de “La Quina” hace 31 años, afirmó su hijo el diputado local por el blanquiazul Joaquín Hernández Correa.

Dijo que para pugnar la liberación de Joaquín Hernández Galicia “La Quina”, se enfrentó en diversas ocasiones al ahora ex presidente Carlos Salinas de Gortari, quien había prometido liberarlo y no cumplió con su palabra al dejarse influenciar por Carlos Romero Deschamps.

Comentó que el llamado “Quinazo” se desarrolló con lujo de violencia al culpar a su padre de homicidio calificado y tráfico de armas por parte del ex presidente de la república Carlos Salinas de Gortari, situación que después se pudo comprobar que era falso.


“Me da gusto que la gente no olvida, que no deje de querer estar enterado de lo que sucedió aquel fatídico martes 10 de enero del 89, de verdad algo muy delicado, algo que impactó definitivamente la economía del sindicato petrolero y de toda la población que vivía en su entorno”.

Mencionó que había fábricas de ropa, de varilla, se hacían calles, se introducía agua, drenaje y alumbrado en las colonias populares, así como las tiendas de consumo que daban los productos baratos, hasta un 50 por ciento menos del precio real y no se cobraba el IVA.

“El hecho que la gente fuera a trabajar a las granjas de hortalizas, eso abarataba los costos, tanto así que la Sección Uno llegó a tener 750 mil millones de viejos pesos y a nivel nacional casi tres millones y medio de ganado, maquinaria civil, que hacían obras para la gente”.

Como ejemplo expuso que fue en el temblor del 85 cuando mucha de la maquinaria petrolera estuvo dando apoyo a la gente que se vio afectada o lesionada por los escombros que cayeron por el sismo.

Reconoció que su padre era un hombre que defendía la causa petrolera y es por eso que se enfrentó a varios presidentes y algunos tuvieron a bien a acceder a las peticiones del sindicato petrolero, pero otros no, como lo fue Carlos Salinas de Gortari quien lo vio como un estorbo, un enemigo o como alguien que podría afectar su política privatizadora de Pemex.

“Decidieron encarcelar a mi padre, mandaron al Ejército inventando que él tenía un cargamento de armas, que no fue así, desde el mes de diciembre del 88 decían que esas armas las tenían y se las intercambiaban entre la misma gente, incluyendo Chava Barragán, Hugo Barba, Posadas”.

El legislador, declaró que el día del “Quinazo” las fuerzas federales entraron a la casa, golpearon a su madre y a su hermana, mientras que la vivienda en la colonia Unidad Nacional fue dañada con disparos de lanzagranadas que demolieron la puerta principal.

“Muchos de los que estaban ahí que eran trabajadores petroleros o encargados de tiendas se los llevaron, también al jardinero lo apresaron, los pusieron como si fueran esbirros de mi padre, supuestamente en declaraciones dijeron que ellos se enfrentaron a los federales con resultado de un muerto, lo que fue mentira”.

Hernández Correa enfatizó que en un acta dijeron que el muerto estaba a dos metros de la puerta principal y otra en donde aseguraban que a 50 metros, por lo tanto no hubo coincidencias ni fotos del cadáver.

Don Joaquín Hernández Galicia "La Quina"


“Eso a nosotros nos afectó mucho, quitaron a funcionarios de gobierno, estatales y federales, tanto jueces, representantes de Tránsito y Policía, ya no había producción de alimentos baratos y aquel auge económico que había se terminó; las tiendas y los ranchos fueron invadidos y obligados a cerrar”.

Además de lo antes mencionado, puntualizó que la exploración y la producción la dejaron de ejercer por parte de Pemex y todo se dio en consecuencia de la detención de la Quina. 

Después, casi al finalizar el sexenio de Salinas de Gortari, la petroquímica fue cedida a la inversión privada y eso hizo que el número de trabajadores se redujera.

Fue hasta el 16 de diciembre del 1997, cuando pudo ser liberado don Joaquín Hernández Galicia, pero con la condición de que no regresara a Ciudad Madero o lo volverían a apresar, por ello fue enviado de manera forzosa a Cuernavaca.

Argumenta que durante los nueve años que permaneció encerrado en la Ciudad de México y los tres años en Cuernavaca temieron por su vida, debido a que en diversas ocasiones lo intentaron matar.

Con ayuda de abogados logró su libertad para desplazarse por el país y regresó a Ciudad Madero en donde falleció el 11 de noviembre del 2013 por una enfermedad. 

¿La Quina cacheteó a Salinas?

Uno de los mitos sobre la detención de La Quina, fue que, además de originada por la afrenta al PRI y la amenaza del organismo político de acabar con el cacicazgo rebelde, el líder sindical cacheteó al entonces candidato a la Presidencia de la República.

“La bofetada es muy interesante ya que existen diferentes versiones; yo me voy con una versión que platicó La Quina en su momento. 

Resulta ser que sí se dio, pero más que cachetada, fue un gesto de ‘cariño’ ya que don Joaquín lo hizo en más de una ocasión”, explica el historiador y documentalista Francisco Ramos Alcocer, quien tiene en su haber más de 200 horas de diálogo con el mítico líder petrolero.


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