Un cuestionario que circula como publicidad en Facebook, es el gancho para convencer a mujeres de inscribirse a un proceso de subrogación de vientre, quienes al registrar sus datos son contactadas mediante Whatsapp, como parte de un primer filtro que consiste en informar sobre los requisitos indispensables para aplicar al programa, entre ellos, ser legalmente soltera, tener menos de 34 años, tener un hijo biológico y no haber sufrido complicaciones durante el embarazo.
“Todo es completamente legal y todo está completamente garantizado por contrato”, asegura el postor de una agencia americana dedicada a la subrogación de vientre en México, cuya misión consiste en reclutar mujeres interesadas en ser madres gestantes ofreciéndoles un atractivo pago en dólares, que al término del programa alcanza los 420 mil pesos libres de impuestos, dependiendo del número de intentos, la cantidad de bebés que resulten del procedimiento in vitro y las condiciones de salud de los padres biológicos.
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“De no contar con alguno, podrías apoyar refiriendo mujeres que estén interesadas en el programa y recibir una compensación de 250 dólares por cada una que sea aceptada”, se lee en el mensaje que incita, además, a formar parte de su esquema de negocio.
Por cada transferencia de embrión la agencia ofrece 500 dólares, con un límite de cuatro intentos y una vez que la persona resulta embarazada, recibe 250 dólares y si el embarazo llega a los dos meses, pagan 2 mil dólares más.
A partir del siguiente mes, se ofrece un pago mensual de 500 dólares hasta completar las 32 semanas.
El parto, inducido a las 38 semanas, tiene una remuneración de 4 mil 700 dólares y se ofrece un último pago por la misma cantidad luego de firmar la documentación correspondiente que da fe de que la voluntaria solamente prestó su vientre. Si el embarazo es gemelar se añaden mil dólares más.
Hasta este punto, considerando un intento de embarazo, al término del procedimiento la remuneración sería de 15 mil 150 dólares, es decir, más de 320 mil pesos por gestar un solo embrión.
Pero el pez más gordo es para las mamás que se animan gestar bebés de personas con antecedente de VIH, cuyo esperma, asegura la agencia, es sometido a un lavado a fin de eliminar la carga viral y así reducir el riesgo de contagio para la gestante y el neonato; no obstante, por acceder a este programa se ofrecen 5 mil dólares más.
“A la hora de hacer tu registro nos dices que sí te interesa, cuando nos llegue un papá te avisamos y recibirías 400 mil pesos, o sea 20 mil dólares”.
La remuneración económica es de los aspectos más debatibles sobre la maternidad subrogada, pues expertas refieren que si es demasiado baja constituye una forma de explotación; sin embargo, si la remuneración económica es muy alta con relación a lo que podrían ganar en otra actividad, no habría manera racional de que pudieran negarse a participar.
“Es decir, el pago las induce a aceptar y pone su consentimiento en duda”, refiere el informe “Feminismos y derecho”, de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN).
Al día de hoy, la subrogación sólo está regulada en dos estados del país: Tabasco y Sinaloa, donde a pesar de contar con restricciones para evitar que se vuelvan un destino de turismo reproductivo, se han documentado violaciones a los derechos humanos por parte del Grupo de Información en Reproducción Elegida (GIRE), las cuales recaen, también en el consentimiento informado, pues el derecho de las mujeres a la información, no se respeta o garantiza del todo.
En contraste, Coahuila y Querétaro rechazan explícitamente la figura de subrogación en sus códigos civiles, pues entre sus artículos establecen que sólo se presume la maternidad de la mujer gestante, al mismo tiempo que invalidan cualquier acuerdo que dicte lo contrario. Por su parte, en la Ciudad de México la normativa está inconclusa.
El resto de los estados ni siquiera menciona esta figura en su código civil, lo que favorece los acuerdos particulares sin la intervención de un Estado que proteja a las partes.
El informe de la SCJN también afirma que “desde una perspectiva de derechos humanos, un acuerdo meramente formal expresado mediante la firma de un documento no es suficiente para que exista un consentimiento informado acerca del proceso médico y jurídico que conlleva esta decisión”.
En su informe sobre la Gestación Subrogada en México, GIRE refiere que en dicha práctica son comunes, además, los conflictos de interés.
“La explicación del contrato, de haberla, suele realizarla el mismo personal jurídico de la agencia o clínica, que funge también como asesor legal de los padres intencionales. Esto representa un conflicto de interés importante.
“La mayoría de las mujeres gestantes con las que GIRE ha tenido contacto no tiene una copia de su contrato, no lo conoce, ni tuvo forma de participar en la negociación de los términos del mismo”, indica el informe.
Mientras que algunos grupos rechazan la subrogación de vientres debido a las condiciones de desigualdad que muchas mujeres viven en el país y que las coloca en una situación vulnerable ante estas prácticas, otros consideran que es necesaria una Legislación que la regule para garantizar los derechos de todos los involucrados, sobre todo de las madres gestantes, quienes por su posición económica, nivel académico u origen, son susceptibles a ciertos abusos.
FLC