Jorge Baruch Díaz Ramírez, jefe de la Clínica del Viajero de la UNAM, destacó que debido a la pandemia de covid-19, la aviación civil cayó 98 por ciento a nivel global, con pérdidas en Latinoamérica de 13 billones de dólares en comparación con 2019; advirtió que la recuperación tomará al menos cuatro años, debido a los efectos psicosociales de la emergencia sanitaria en los viajeros.
“A finales de 2019 principios de 2020 se registró la caída, vimos el punto máximo el 21 de abril y luego comenzamos la recuperación; el 30 por ciento de recuperación apenas se va alcanzando, y se prevé que la industria pueda llegar a alcanzar un equilibrio similar al que tuvimos en 2019 para finales del 2024, inicios del 2025, todo va a depender de cómo se maneja la pandemia y las siguientes oleadas y las restricciones y aperturas, que tiene que ser de manera cuidadosa porque si no tendrá un impacto negativo este tipo de rebrotes”, indicó.
En conferencia virtual organizada por la Facultad de Medicina, el también vocero del comité de expertos de la UNAM sobre covid-19, dijo que de acuerdo con los índices métricos sobre la cantidad de millas de los pasajeros, el impacto de la movilidad no tiene precedentes, y ni la epidemia de SARS registrada en 2002 representó un golpe tan fuerte para la aviación comercial.
“La que ha tenido mayor impacto antes de covid-19 ha sido la gripe aviar, el SARS CoV-1, que se describió en 2002 y tuvo un impacto en 2003 en el mercado global de la aviación civil, vemos cómo se redujo en 8 por ciento la movilidad, sobre todo específicamente en China, pero se recuperó luego de seis meses. La reducción por covid-19, en abril, en el transcurso de estos seis meses ha sido de 98 por ciento, es un impacto sin precedentes, mayúsculo, paralizó a la industria de la aviación civil”, enfatizó.
Asimismo, destacó que para los viajeros internacionales, las medidas que se han aplicado en el país para contener el virus no generan confianza, y menos ahora que el epicentro de la enfermedad se encuentra en América Latina, incluido México.
“Recordemos que América Latina, incluido México, está siendo ahorita el epicentro de la pandemia, nos tenemos que enfocar en estos momentos en cuidar la salud de la población, en reforzar las medidas de salud pública que nos ayuden a contener este brote que está en su punto máximo de transmisión comunitaria, pero se aprecia una recuperación progresiva que va a implicar meses, no vamos a regresar a la normalidad de manera inmediata y mucho menos si estamos pensando en garantizar el retorno de manera sostenida y no sufrir descalabros en caso de decidir reapertura adelantada”, indicó.
Además, destacó que más de 75 por ciento de los países que reportan a organismos internacionales como la Organización Internacional del Turismo mantienen sus fronteras internacionales cerradas para todo tipo de viaje no esencial; sobre todo los países que dependen económicamente del turismo, pero advirtió que México ha mantenido bajas restricciones.
“La gran mayoría de los países que dependen sus ingresos de la industria del turismo mantienen cerradas por completo sus fronteras; México es la excepción, se percibe como un país con alta dependencia (del turismo), pero con porcentaje elevado de bajas restricciones en la movilidad, lo cual en la percepción a nivel mundial no fomenta una seguridad ni confianza para ser contemplado por los viajeros internacionales como destino seguro en el mediano y corto plazo”, enfatizó el experto.
AA