Luego de que habitantes del ejido El Alto, cerca a la presa Libertad, siguen a la espera de la indemnización de sus terrenos, diputados de Nuevo León urgieron al Estado a liquidarlos.
Entrevistados por separado, Mario Soto, coordinador de Morena, señaló que los tramos federales ya fueron liquidados, pero solicitó que los estatales deban ser pagados a la brevedad.
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“Nosotros hacemos el llamado a que paguen el valor de mercados esas tierras y también si hay un problema de parte de que no esté en el testamento, pues que el mismo Gobierno del Estado pueda liquidar a estas personas, para que pues pueda avanzar en este tema, nosotros el llamado que haríamos es que el Gobierno del Estado, de cualquiera de sus dependencias, pueda auxiliar a estas personas”, apuntó.
Carlos de la Fuente, coordinador del PAN, afirmó que el Congreso local esta en la disposición de auxiliar a los ejidatarios.
“Lo más importante es que lo hagan público. Desconocía esta información, creo que las puertas del Congreso están abiertas para todos los ciudadanos y podemos ser la voz de quienes lo necesitan”, señaló.
Miguel Ángel Flores, coordinador de Movimiento Ciudadano, aseveró que el Estado pagará en breve, y aseguró que los ejidatarios pueden buscar a los legisladores.
“Hay unos tramos que son estatales y otros federales, casi todos los que están pendientes son federales. Sin embargo, yo creo que esto se va a resolver muy pronto y yo voy a dar una revisada en el Estado para ver desde el Legislativo en qué podemos ayudar para que esto pues se ejecute más rápido y no haya ningún pago pendiente”, puntualizó.
Los habitantes piden el pago de las tierras para poder irse y dejar el rancho que los vio nacer, ya que el afluente del río Potosí amenaza con inundar sus hogares.
La señora Olga Mancha y su hermana Norma han habitado en El Alto por más de 50 años y hoy en día no saben qué les depara el futuro.
Únicamente en El Alto viven cerca de cinco familias, aunque la mayoría de las casas ya están abandonadas, al igual que el Centro de Salud, la escuela y la tienda de abarrotes.
Quienes aún habitan ahí, lo hacen porque no tienen a dónde irse.
mrg