De acuerdo con Instituto Mexicano para la Competitividad, respecto al 2021, la proporción de trabajadores que laboran más de 48 horas a la semana aumentó en el estado de Guanajuato; con lo cual se ha posicionado como una de las entidades que empeoraron en este indicador.
Con base en su índice ‘Mercado de Factores’ que mide la eficiencia del trabajo que se lleva a cabo en cada entidad, se estima que, en promedio, la proporción de trabajadores con jornadas laborales de más de 48 horas empeoró. Y, en este aspecto, Guanajuato, a la par de Sinaloa, mostró el peor desempeño en ese indicador a nivel nacional, con un 38 por ciento de la población ocupada que trabajan más de 48 horas.
Aunado a ello, de acuerdo con este mismo estudio, se estima que la población que trabaja tiempo completo, en promedio gana 7 mil 363 pesos al mes, la cual además comprende el 43 por ciento de la población total. Esto sin mencionar que, independientemente de las horas de trabajo, de todas las personas que laboran en el estado, se estima que solo el 23 por ciento gana más del promedio.
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En suma, las extensas jornadas laborales y el bajo salario que pueden presentar las personas que laboran en Guanajuato, podría traer consigo consecuencias que truncarían su vida y desarrollo.
Al respecto, la Psicóloga Mareni López ha explicado que la principal afectación que esto podría traer consigo es el llamado ‘burnout’, descrito como un desgaste profesional debido a un estrés elevado, que trae consecuencias sobre la salud.
“Unas de las más frecuentes, pues sería el burnout; el trabajar una jornada tan larga y tan demandante pues implicaría el estrés laboral. Igual empieza a penetrar esta problemática en su vida personal, o sea, pues que se reduce mucho a su trabajo, y eso empieza a impactar a lo mejor en salud física, relaciones interpersonales...”, explicó.
No obstante, más allá del hecho de limitar sus relaciones personales, puede generar síntomas de depresión, ansiedad e incluso dependencia laboral que no tienen una solución sencilla, y que además imposibilitan al trabajador para realizar sus actividades; lo cual, a su vez, traería consigo limitaciones a nivel laboral y, en consecuencia, a nivel económico.
“A largo plazo, esta situación comienza a tener mucha problemática (…) también puede generar ataques, crisis de ansiedad, porque esto es algo muy común, que empieza con el burnout”, agregó.
Además, debido a que un trabajador en este estado se encuentra imposibilitado, las soluciones disponibles no son sencillas, pues las únicas que se plantean son el intentar reducir las horas de trabajo, recibir atención psicológica especializada o, en todo caso, abandonar el actual trabajo.
SEMY