A decir de Julio Carrillo Gaucín, párroco del Sagrado Corazón de Jesús en Lerdo, la pandemia del covid-19 le "pegó" a la fe religiosa cuando creyentes que perdieron a seres queridos por el virus, se alejaron de sus costumbres religiosas ante un enojo injustificado, describió, con Dios.
Explicó que el problema radica más a fondo, en donde muchas de estas familias no cerraron su ciclo de duelo al ver la muerte de sus familiares, pues en la mayoría de los casos ni siquiera tuvieron la oportunidad de despedirse de ellos cuando se les entregó el cuerpo en un ataúd sellado, o bien, conducirlo directamente al crematorio, lo que generó un impacto emocional tan fuerte que mermó su espiritualidad.
Frente a ello, mencionó que la misión de la iglesia es precisamente aprovechar el período de la Cuaresma no sólo para abrir el espacio de reflexión, sino para acercar a los feligreses de nuevo a su parroquia, a su iglesia o capilla, y encuentren en sus sacerdotes un confidente en quien compartir ese dolor que llevan en su corazón y tratar de ayudar a sanar esas heridas en el alma que siguen sin curar.
Lerdo, de los municipios más creyentes de la zona metropolitana
A poco más de un mes de haber sido designado por el Obispo Jorge Estrada Solorzano como párroco de esta iglesia, Julio Carrillo Gaucín
agradeció a los fieles y a la población en general la bienvenida que ha recibido, en donde dice que ha encontrado una iglesia unida y con mucho amor.
Destacó que Lerdo es una ciudad muy creyente, donde su gente acude a la Iglesia y se confiesa, lo cual es poco visto todavía en muchos otros municipios de la zona metropolitana, pero también es una realidad que la pandemia afectó en la fe de los lerdenses.
"Yo siento que en estos dos años la fe se apantanó, se adormeció, porque muchos según me enteró dejaron de venir a la iglesia y renegaron de Dios porque perdieron a seres queridos con esta pandemia, que ha sido un mal que no hemos podido asimilar y mucho menos comprender", dijo.
Carrillo Gaucín manifestó que es parte del trabajo de los sacerdotes de todas las parroquias el ver que los fieles puedan salir y superar ese trance, pero sobre todo, menciona, aclarar que Dios no es culpable y no tuvo que ver en esto para poder sanar su espíritu.
"Tenemos como iglesia que elevar la espiritualidad, hacer un Dios cercano como siempre lo ha sido y fortalecer la escucha y acercarse a platicar, ya que eso ayudará a sanar ", concluyó.
Sgg.