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Diatriba contra el chile en nogada
Muchos elementos de nuestra mexicana vida son como los mentados chiles: enredados, vestidos de blanco, pesados como una piedra pero eso sí, muy adornados. -
Anestesia | Por Ana García Bergua
Quizá sólo los niños despiertan con esa sensación de frescura que una vez me llevó a preguntarle a otro anestesista cómo se llamaba la maravilla con la que me había hecho regresar a la infancia. -
Extraña flor | Por Ana García Bergua
La primera vez que un hombre utilizó un paraguas en Londres fue en el siglo XVIII, y despertó la furia de los cocheros y otros personajes que habían hecho de su negocio el rentar un techo móvil en la lluviosa ciudad. -
Desfiles | Por Ana García Bergua
Desde los triunfos romanos con sus cautivos, el conquistador coronado de laureles y las marchas militares, hasta las pasarelas de moda o las procesiones de día de muertos, estos despliegues aspiran, siempre, a contar una historia. -
En otra parte | Por Ana García Bergua
Alfred Kubin, artista austriaco y autor de una sola novela, creó un mundo de falsas realidades admirado por Kafka, y que puede decirnos algo sobre el nuestro. -
Perfumados | Por Ana García Bergua
Desde hace unas décadas, la industria de la perfumería cambió las flores por los frutos y todo el mundo empezó a oler a postre. -
Antiguas recetas para huir de la realidad
Mr. Magoo y el pequeño Nemo viven en universos paralelos: uno en el universo borroso de sus deseos actuados en la niebla y el otro en la apasionante ficción de los sueños. -
Pasar página | Por Ana García Bergua
A veces quedamos congelados en un trozo de la vida o simplemente hay un hueco insalvable que impide seguir. -
Las elecciones según Ibargüengoitia
El autor de 'Instrucciones para vivir en México' describe los procesos electorales de los años 70, y ofrece, quizás, algo de luz sobre otros más. -
El día en el aire | Por Ana García Bergua
Si los extraterrestres que nos hubieran visitado hace cientos de años lo volvieran a hacer ahora, pensarían que nuestro idioma ya no son los sonidos que salen de nuestras bocas, sino los timbres que suenan por todas partes.