Al no poder salir a convivir con los amigos o visitar a la familia, para algunos niños, niñas y adolescentes se convierte en una situación difícil de lidiar y genera en ellos diferentes emociones, es por ello que se necesita que los adultos estén presentes no solo para brindar acompañamiento, sino para guiar esas emociones que se perciben
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La psicóloga Erika Hernández Caudillo explica que la crisis sanitaria por covid-19 que nos mantiene en casa para cuidar nuestra salud tendría que generar que los adultos lleven a cabo actividades que permitan un mejor desarrollo en los niños, niñas y adolescentes.
"Dependiendo de la edad, los padres deben de buscar actividades, aprendizaje o desarrollo de habilidades que les permita tiempo de calidad, como el desarrollar su propio juego o lo que necesiten trabajar respecto a las emociones".
Menciona que otro aspecto importante es cuidar mucho las narrativas, qué se dice respecto a la enfermedad o a las personas que están enfermas, "obviamente el niño va a resentir todo el aspecto emocional que están viviendo los adultos, si no tienen una gestión adecuada de emociones va a ser casi imposible que los niños lo tengan. Es por ello que es importante que los adultos tengan una buena gestión emocional".
Una recomendación que hace la especialista es: tener objetivos y metas claras y que se pongan de manera conjunta entre papás e hijos, lo cual ayuda a la comunicación entre familia, así como al desarrollo infantil.
"Buscar la compañía de un adulto para las actividades tanto con niños como de adultos o hablar para generar un vínculo, es importante ante las situaciones que se están presentando actualmente.
"Usualmente se vive muy desconectado en el sentido de que se tienen muchos pendientes y cosas que hacer y se necesita conectarse con las emociones, ya cuando nos damos cuenta nos sentimos tristes, cansados o enojados, ese tipo de reacciones no responde a las emociones y por eso es necesario conocerlas".
Además, recalca la importancia de compartir tiempo con los niños, "debemos reconocer ante estas situaciones que estamos viviendo cuál es mi lugar de control, es decir, qué puedo controlar o qué si puedo manejar, ya que esto ayudará a dejar a un lado la ansiedad o angustia. Hay que platicar con los hijos, preguntarles cómo se sienten y saber si se puede hacer algo para su bienestar".
Por último, afirma que todos debemos reconocer que las emociones no son perpetuas, "una emoción real que se siente en el cuerpo tiene chispazos químicos que dura 90 segundos. Hay herramientas que ayudarán a reconocer que una emoción tiene el valor que uno mismo le dé".