Por qué vestir de rojo, verde y azul podría elevar tu experiencia durante el eclipse solar

Elegir estos colores te permitirá experimentar un fenómeno en tu ropa que los científicos llaman efecto Purkinje.

El eclipse solar total proporcionará más de un espectáculo. | Adolfo Cladimir / Cuartoscuro
Lizeth Hernández
Ciudad de México /

Los eclipses solares  tienen el poder de transformar el ambiente, aunque no siempre resulta tan evidente, basta saber a dónde dirigir la mirada para presenciar más de un espectáculo.

Este 8 de abril,  conforme la sombra de la luna vaya envolviendo a la Tierra, se presentarán cambios ligeros en el clima, en el comportamiento de los animales y hasta en cómo se ven los colores, según explica el Centro de Ciencias de Saint Louis.

Es por ello que para elevar la experiencia durante el eclipse, es preferible elegir bien qué prendas se van a utilizar ese día.

Rojo, verde y azul 

En el mundo de la ciencia existe algo llamado el efecto Purkinje, nombre que recibió en honor al anatomista y fisiólogo Jan Evangelista Purkyně. El investigador descubrió que, a medida que disminuye la intensidad de la luz, los objetos rojos se van ‘desvaneciendo’ más rápidamente que los objetos azules o verdes.

Esto se debe a la percepción del ojo humano, pues ante ellos, conforme la oscuridad llega, los objetos rojos van adoptando un tono apagado.


Para ver el eclipse solar es necesario utilizar lentes o portección especial | Foto: Archivo

Es común que los colores se vean diferentes dependiendo de la cantidad de luz que incide en ellos, sin embargo, en los rojos brillantes se potencia el efecto, llegando incluso a parecer negros. Algo contrario ocurre con los tonos verdes y azules, que adquieren más brillo y son más fáciles de distinguir en la oscuridad.

El diccionario de psicología de Oxford lo explica de la siguiente manera:

“Los rojos, naranjas y amarillos aparecen relativamente claros con una iluminación brillante, mientras que los azules y verdes parecen relativamente claros con una iluminación tenue, como se puede demostrar al comparar objetos rojos y azules que parecen igualmente claros bajo una iluminación brillante de día y luego verlos en el crepúsculo o en la penumbra”, señala.

Por ello, usualmente este efecto se suele presenciar al caer la noche: conforme se va ocultando el sol, los ojos se van adaptando a la penumbra. Con el eclipse, el avance de la oscuridad se da mucho más rápido, sin un atardecer de por medio. De ahí que los efectos resulten mucho más evidentes.

En Coahuila se podrá observar el eclipse de manera total en 30 de los 38 municipios y de manera parcial en 8 de ellos. | Especial

¿Qué le ocurre a los ojos?

En la retina del ojo humano hay dos células básicas que funcionan para ver: los conos y los bastones. Los primeros permiten distinguir los colores y, aunque hay muchos tipos diferentes, la mayoría de los conos son sensibles a la luz amarilla.

Por otro lado, están los bastones mismos que funcionan mucho mejor ante niveles muy bajos de iluminación, sin embargo, no ayudan mucho cuando se trata de distinguir colores. Esto explica porque cuando hay menos luz, más difícil resulta para las personas distinguir tonos.

En otras palabras, el ojo humano tiene dos sistemas que le ayudan a ver en diferentes condiciones de luz: el sistema escotópico y el sistema fotópico.

El sistema escotópico es el que se usa en la oscuridad y es más sensible a las longitudes de onda más cortas de luz, es decir, las que poseen los colores azul-verde, que tiene un pico de sensibilidad alrededor de los 505 nanómetros.

Por otro lado, el sistema fotópico es el que se utiliza cuando hay mucha luz. Este sistema es más sensible a las longitudes de onda más largas, es decir, que van del amarillo al rojo, y tienen un pico de sensibilidad alrededor de los 555 nanómetros.

Así, el cambio de la sensibilidad a diferentes longitudes de onda de luz entre los dos sistemas se conoce como "el cambio de Purkinje". Es un concepto que se estudia mucho en psicología y neurociencia, según un artículo publicado en Journal of Undergraduate Neuroscience Education.

Durante el eclipse del 8 de abril, en las regiones donde se podrá experimentar la totalidad (es decir, que el sol quede totalmente cubierto por la luna), ambos sistemas de ojo humano funcionarán simultáneamente. Cuando esto ocurre, se activa un tipo de visión intermedia, conocida como visión mesópica o crepuscular.

Por ello, según el Centro de Ciencias de Saint Louis, minutos antes de la totalidad, con la mayor parte del Sol tapado, “el mundo adquiere una apariencia de tono sepia grisáceo”.

En algunas regiones el eclipse será parcial | Foto: Especial
​"A medida que nuestros ojos comienzan a adaptarse a la creciente oscuridad, nuestra percepción del color cambiará a una sensibilidad máxima de longitudes de onda azul-verde”, destaca.

De ahí que los objetos rojos y verdes sean los que mejor reflejarán este cambio. El rojo parecerá más tenue, mientras que el verde parecerá más brillante.

Para apreciar el fenómeno es importante tomar en cuenta varios puntos:

  • Este efecto se apreciará mejor sin los lentes de protección (en caso de que una persona se los quite no podrá ver directamente el eclipse en el cielo)
  • La percepción también depende del nivel de luz o oscuridad
  • No en todas las ciudades el eclipse será total, en algunas será parcial, lo que influye en la cantidad de luz

¿Qué otra cosa se podrá ver durante el eclipse?

Para ver directamente el eclipse es necesario tener un escudo protector de por medio, como unas gafas especiales. Y es que, de acuerdo con José Antonio Martínez Cano, responsable del Servicio de Retina de la División de Oftalmología del Hospital General “Manuel Gea González", sin la protección correcta, la retina podría sufrir afectaciones permanentes.

“Observarlo por un corto periodo de tiempo sin tener la protección correcta puede dañar la retina de forma permanente. Incluso puede causar pérdida total de la vista, complicación conocida como retinopatía solar, la cual es incurable”, recalca.

Así, si cuentan con una protección adecuada, las personas podrán apreciar algo que pocas veces se puede observar en la vida: la atmósfera exterior del Sol, misma que recibe el nombre de corona solar. 

Y es que, cuando se da un eclipse solar total, la luna cubre el disco central de la estrella, permitiendo que quede visible. Desde la Tierra se puede apreciar como un aro blanco y tenue con formas alargadas llamadas asas coronales, que, de acuerdo con la Administración Nacional de Aeronáutica y el Espacio (NASA por sus siglas en inglés) son bucles magnéticos cerrados que el viento solar estira.

LHM 

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