¿Eres lo que comes? ¡Tu cerebro y tu intestino están más conectados de lo que parece! Te contamos por qué

El intestino grueso está conectado por medio del nervio vago al cerebro, lo que provoca que existan algunas relaciones con diferentes neurotransmisores.

El cerebro y el intestino están conectados | Shutterstock
Gustavo Pacheco
México /

¿Alguna vez te ha sucedido que cuando acudes al médico por un problema gastrointestinal te mandan a terapia? Tal vez no sea tu caso, pero investigaciones recientes han encontrado que existe una relación entre lo que comemos, nuestra microbiota, el intestino y el cerebro, por lo que muchas enfermedades podrían estar relacionadas con lo que comemos. 

Todo comienza con lo que comemos, algunos alimentos son absorbidos por nuestro intestino delgado y otros por nuestro intestino grueso y una buena dieta incluso tiene que tener fibra, pero de esta tu cuerpo no se encargará de descomponerla, sino las bacterias alojadas en el intestino grueso. Esta actividad bacteriana produce unas imporantes moléculas llamadas ácidos grasos de cadena corta.

"Estos ácidos grasos de cadena corta se ha visto que son importantes porque le mandan señales a todo nuestro organismo , particularmente se ha visto que tienen una influencia sobre nuestro cerebro y aquí es donde entra la relación eje intestino-microbiota y cerebro", explicó Tania Aguilar, miembro de la Red de Conacyt para el Tratamiento y Prevención de la Obesidad. 

Nuestro intestino está conectado con nuestro sistema nervioso, es por eso que en algunas ocasiones enfermedades como la colitis podrían estar relacionadas con nuestra salud mental, ya que el intestino tiene una gran cantidad de neuronas que están conectadas, a esto también se le denomina sistema nervioso entérico, en esa parte hay un nervio muy importante: el nervio vago. 

¿Mariposas en el estómago? Culpa al nervio vago 

El nervio vago es el más largo y complejo de los 12 pares de nervios craneales que emanan del cerebro y se encarga de transmitir infomración hacia o desde la superficie del cerebro a tejidos y órganos en otras partes del cuerpo. 

"Este nervio vago prácticamente lo que hace es que es como una carretera principal de comunicación entre nuestro intestino y nuestro cerebro, entonces pueden viajar todos esos ácidos grasos", dijo la especialista de Kellogs.

La información que genere nuestro intestino no será en una sola dirección, nuestro cerebro también puede mandar información a través de este nervio, por lo que hay una comunicación birideccional entre varios órganos; por ejemplo, alguna vez has sentido que cuando ves a alguien que te gusta sientes mariposas en el estómago, es culpa de tu cerebro que le manda señales a tu intestino a través del nervio vago.

De acuerdo con la investigadora, todo lo que pasa en nuestro intestino también afecta a nuestro cerebro y aquí es donde han venido todas estas investigaciones en las cuales se han han relacionado que si hay algo que está alterando en tu intestino en esta microbiota directamente puede afectar algunas funciones de tu cerebro.

"Todas estas alteraciones que son neuropsiquiátricas o neurodegenerativas se ha visto que tienen una relación muy estrecha con la microbiota, si se altera este bosque, este equilibrio ecológico, cambia la secreción, lo que generan estos microrganismos, estos neurotransmisores, entonces pues todos sabemos que las enfermedades como la depresión son un desequilibrio de estos neurotransmisores", dijo la especialista. 

Enfermedades inmunitarias y microbiota

Otro ejemplo se puede encontrar en la investigación de la revista Nature Microbiology, en la que se menciona que hay una relación entre la estructura de la comunidad microbiana alterada entre las respuestas inmunes y la suscpetibilidad a infecciones.

En enfermedades crónico-inflamatorias como la enfermedad inflamatoria intestinal, la enfermedad celíaca y los trastornos metabólicos, las alteraciones de la microbiota se han asociado con una respuesta inmune alterada.

La importancia de la fibra para la microbiota

Para mantener en equilibrio esta microbiota que se encuentra en el intestino es necesario comer fibra, pues juega un papel importante, ya que entre más fibra se consuma más ácidos grasos de cadena corta producirán las bacterias, en el colón, estos ácidos nutren la mucosa protectora y refuerzan la barrera intestinal.

"Consumir una mayor cantidad de fibra puede mejorar de manera significativa algunos trastornos psiquiátricos inclusive ya empiezan a haber investigaciones de cómo un probiótico, o sea un microorganismo específico que damos en una cantidad específica puede actuar como un medicamento contra la depresión", explicó la investigadora. 

De acuerdo con la revista científica Neurología, aunque aún quedan muchas incógnitas por esclarecer, este eje se postula como una posible base patógena pra numerosos trastornos neurológicos de gran impacto en la salud como la enfermedad de Alzheimer, la enfermedad de Parkinson o la esclerosis múltiple. 

bgpa

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