La depresión es uno de los factores que aumentaron entre la población en la todavía vigente pandemia causada por el covid-19, por lo que es importante reforzar lazos familiares, que eviten trágicos escenarios, como el suicidio.
Alejandro Cruz Rosas, director del Hospital Psiquiátrico de Tampico, aseguró que desahogar las preocupaciones y pérdidas de vida que se llevó el virus SARS-CoV-2, son la manera correcta de aliviar las penas, y sólo a través de la comunicación pueden resolverse.
"Tener la incertidumbre de qué va a pasar el próximo año, genera angustia y preocupación, sobre todo cuando existe cierta vulnerabilidad en la persona puede facilitar más a que pueda presentar síntomas depresivos, y generar un ambiente favorable en la familia, será el soporte que pueda ayudar ", dijo.
El especialista, destacó que aquellos que están en depresión, son seres altamente vulnerables, y los riegos por suicidio incrementan.
Refirió que estos lamentables episodios pueden prevenirse, y que muchas veces todo prevalece en la conducta, ya sea por este caos emocional, el abuso de sustancias y violencia familiar.
"Nunca debemos cerrar los ojos a estas señales, sobre todo cuando alguien expresa que se quiere matar, hay que hacerle caso", puntualizó.
Cruz Rosas, argumentó que el año pasado, sumergidos en la pandemia, quedaron manifestadas esas altas y bajas emocionales, derivado del confinamiento, y en otros casos porque quedaron desempleados.
Y es que aseguró que no hay edad o rango social que los lleve a esa determinación, pero que puede prevenirse, con el solo hecho de hablar, y de crear ese ambiente de confianza entre los miembros de la familia.
“Es importante que tratemos que las personas no estén llevando acciones nocivas o dañinas, teniendo una vida funcional que los impulse a desarrollar crecimiento, como una satisfacción de sentirse bien consigo misma”.
Reiteró que la comprensión será la mejor manera de actuar para bien de las personas, y darles una red de apoyo, y brindarles la atención médica que necesitan, porque desde niño, a personas de la tercera edad pueden llegar a tomar ese impulso, por el hecho de sentirse en abandono.