México, único país del G20 sin presentar plan para alcanzar cero emisiones en 2050

El gobierno se comprometió a reducir el 22 por ciento de sus emisiones de Gases de Efecto Invernadero y 51 por ciento de sus emisiones de carbono negro al año 2030.

El carbón es uno de los causantes de la contaminación del aire, que afecta la salud de las personas. | Pixabay
Ciudad de México /

México es el único integrante del G20 que no ha anunciado ningún plan para alcanzar emisiones netas cero en 2050, y las naciones deben seguir de cerca este año si el país dará ese paso, afirmó Ani Dasgupta, presidente y director ejecutivo del World Resources Institute (WRI).

“El único (país miembro del G-20) que no ha anunciado públicamente ningún compromiso es México”, señaló Dasgupta, durante la edición 19 del evento Stories to Watch. Al presentar la primera historia Llegar a emisiones netas cero: ¿Cómo garantizar que los compromisos de emisiones sean creíbles?, dijo que mientras muchas naciones han presentado compromisos sólidos, otras no tienen compromisos bien definidos, y otras tantas, como México, aún no presentan uno.

Recordó que México se comprometió a reducir el 22 por ciento de sus emisiones de Gases de Efecto Invernadero (GEI) y 51 por ciento de sus emisiones de carbono negro al año 2030, lo que equivale a 137 millones de toneladas de bióxido de carbono equivalente.

Stories to Watch es el evento anual más importante de WRI, y da un vistazo a las historias que marcarán el rumbo del mundo en materia climática bajo la mirada de los expertos de la red global de la organización. El evento es un referente para legisladores, líderes empresariales y de opinión y los medios de comunicación de todo el mundo.

La edición de este año presentó seis historias, centradas en responder la pregunta climática más urgente de esta década: ¿será este el año en que los gobiernos y las empresas conviertan en acciones las promesas realizadas en la COP26, durante 2021?

Al presentar el panorama mundial, el presidente de WRI destacó que en 2021 se tuvieron noticias buenas, debido a los compromisos asumidos por 155 países -responsables del 83 por ciento de las emisiones globales-, quienes presentaron nuevas Contribuciones Determinadas a Nivel Nacional (NDC, por sus siglas en inglés) para reducir sus emisiones a 2030.

Asimismo, destacó que 83 países responsables de alrededor de las tres cuartas partes de las emisiones globales ya anunciaron objetivos de emisiones netas cero, como Estados Unidos e India. Aunado a esto, todos los países del G7, junto con China, se comprometieron a detener la financiación al carbón en el exterior.

“Este es un paso muy significativo”, dijo Ani Dasgupta.

Otro de los puntos positivos, añadió, es que la proyección del aumento de la temperatura global en este siglo cayó de 3.6 grados Celsius (estimados en 2015) a 2.8 si las promesas actuales se convierten en realidades.

“Si se cumplen todas las nuevas promesas de cero emisiones netas, es probable que el aumento de la temperatura límite sea inferior a los dos grados y se ubique en el rango de 1.8 a 1.9 grados Celsius”, indicó.

La segunda historia presentada este año llevó el título de El Carbón: el combustible más contaminante. Este combustible, se expuso, es el responsable de la generación del 25 por ciento de la energía mundial, principalmente de la electricidad, y es el causante del 40 por ciento de las emisiones de CO2, lo que lo convierte en la mayor fuente de emisiones de GEI y el combustible fósil más contaminante.

El carbón es uno de los causantes de la contaminación del aire, que afecta la salud de las personas y mata a alrededor de 800 mil personas anualmente en todo el mundo; por ello, dentro de los compromisos en la COP26, 46 países se comprometieron a eliminar gradualmente el carbón doméstico; y 34 países se comprometieron a poner fin a todo financiamiento de combustibles fósiles en el extranjero.

En México, el carbón ha tenido recientemente una reducción en la matriz energética, y actualmente constituye el 3.64 por ciento de esa matriz; sin embargo, representa una cuarta parte de las emisiones de GEI del sistema eléctrico nacional.

Al presentar la tercera historia, Justicia Climática en aumento, Dasgupta explicó que este concepto no es nuevo, y que comienza por reconocer que un pequeño grupo de países ricos es responsable de la gran mayoría de las emisiones históricas de carbono.

En números, 23 países ricos, hogar del 12 por ciento de la población mundial, son responsables del 50 por ciento de las emisiones globales de CO2 en la actualidad. En contraste, los países pobres, responsables sólo de una pequeña parte de las emisiones, son quienes se ven afectados de manera desproporcionada por la crisis climática.

En México, por ejemplo, las áreas forestales están habitadas por 11.04 millones de personas, quienes a su vez padecen los mayores niveles de rezago, lo que muestra el uso desigual de los recursos naturales y obstaculiza que las comunidades se organicen mejor para la protección de los bosques. En el país, más del 60 por ciento de los bosques y selvas son propiedad de ejidos y comunidades.

La cuarta historia abordó un tema ambiental clave: Detener la Deforestación, derivado de la firma durante la COP26 de los mayores compromisos forestales de la historia: 141 países, que comprenden el 90 por ciento de los bosques del mundo, se comprometieron a detener y revertir la pérdida de bosques y la degradación de la tierra para 2030, y entre los firmantes está México.

“Este es un problema persistente. A pesar de todo lo que sabemos y de todas las promesas y compromisos, no hemos visto el cambio, y el tiempo se acaba”, dijo Dasgupta.

Según los datos de pérdida de cubierta forestal de Global Forest Watch de WRI, los trópicos perdieron 12.2 millones de hectáreas el año pasado. Los bosques primarios tuvieron una pérdida un 12 por ciento más alta en 2020 que en 2019.

De los 24 lugares que tienen una concentración significativa de puntos críticos de deforestación, nueve se encuentren en América Latina. En la región, las tasas más altas de deforestación las tienen la Amazonía brasileña y el Cerrado, la Amazonía boliviana, Paraguay y Argentina, así como el bosque Maya, que abarca a Belice, Guatemala y México.

En el caso concreto de México, la Comisión Nacional Forestal estima que durante el periodo 2001-2018 se perdieron en promedio 212 mil 70 hectáreas de bosque anuales, e identifica a la Península de Yucatán, Chiapas, Michoacán y Jalisco como las zonas más críticas.

Otras regiones como la zona limítrofe sur entre Oaxaca y Veracruz, Guerrero y el norte de Veracruz y San Luis Potosí, también presentaron incidencia de deforestación alta.

La quinta historia, titulada Prevención de pandemias, reflejó la preocupación sobre el vínculo entre las áreas naturales y las pandemias. El 75 por ciento de las enfermedades infecciosas se originaron mediante un contagio zoonótico, es decir, mediante la transmisión de un patógeno de un animal a un humano.

“Las pandemias no son eventos que ocurren una vez en la vida. Esto muestra el aumento de los eventos secundarios zoonóticos desde 1960. Estos eventos están aumentando tanto en frecuencia como en gravedad”, alertó Dasgupta.

En la pandemia actual, el costo humano es de 5.4 millones de personas muertas por covid-19, de ahí que la capacidad de repensar las reacciones sea extremadamente importante; y según investigaciones, América Latina es un caldo de cultivo de virus que podrían dar lugar a una futura pandemia global.

La última historia, Más allá de los coches eléctricos, aborda el apogeo en términos de electrificación que se está viviendo en el sector transporte, que representa casi una cuarta parte (24 por ciento) de las emisiones directas de CO2 y el 16.9 por ciento de las emisiones globales de GEI.

Para limitar el calentamiento a 1.5 grados Celsius, es necesaria una reducción del 90 por ciento en las emisiones de CO2 del sector transporte para 2050.

Pese al boom en la electrificación del sector, explicó Dasgupta, la electrificación en sí misma no será suficiente para alcanzar las metas climáticas, y la única manera de alcanzarlas es si se implementan políticas para aumentar la capacidad del transporte público, y para que se realicen más viajes caminando o en bicicleta, a la par de la electrificación.

En México, el autotransporte con consumo de diésel y gasolina genera 64 mil 434.76 y 88 mil 456.25 Gigagramos de dióxido de carbono respectivamente, es decir, 23 por ciento de las emisiones de este contaminante en territorio nacional.

Y la electrificación está lejos de ser una realidad: se estima que, para 2030, la participación de vehículos ligeros de gasolina en la flota vehicular se reduzca sólo en dos por ciento con respecto a 2017, es decir, que pasará del 96 al 94 por ciento. Se calcula que los vehículos híbridos y eléctricos podrían alcanzar una participación de sólo un 11 por ciento de la flota vehicular para 2050.

LP​

  • Fanny Miranda
  • Reportera de MILENIO, fan de la naturaleza y cazadora de atardeceres. Por sus trabajos sobre medio ambiente, ha ganado el Premio Aleman de Periodismo Walter Reuter 2022 (2do lugar) y Premio Nacional de Periodismo de Ciencia, Tecnología e Innovación en 2016, entre otros.

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