Con el amor que siente por México cultivado por su mamá, quien en 1975 pidió un préstamo bancario para viajar al país, enamorada de los actores y cantantes Jorge Negrete y Agustín Lara, el artista visual puertorriqueño Bernardo Medina regresa a México después de su paso por la Bienal de la Habana 2024, para participar en la Feria de Arte Clavo e inaugurar una obra dentro de la exposición colectiva en honor a Juan O'Gorman en el MUCA de la UNAM.
"Ya tengo muchos años viniendo a México, me siento como en casa. En esta ocasión preparé una serie de corazones que son enormes, miden más de un metro, están construidos en resina y tienen diversos materiales pegados, y al frente tienen otro corazón en forma de luces LED".
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Explica que representan las cinco etapas del corazón: rasgado, divido, mordido, partido e hinchado.
"Mi hipótesis es que a los 30 años todos deben haber vivido esas cinco etapas. Yo me he sentido rasgado, mordido y dividido, pero ahora estoy en corazón hinchado completamente de felicidad y tranquilidad".
Decidió mostrar esta obra en Clavo, teniendo en cuenta las reacciones del público en Arco, en Madrid, España, en Art Basel en Miami, en Nueva York y en la Bienal de la Habana.
"La reacción casi siempre es de conexión, la gente se identifica con mi obra. Para La Habana hice un corazón con los letreros de los taxis de Madrid que dice libre y ocupado, para ello, compré unos 200 de esos letreros para hacer un corazón gigante lleno de esos objetos y lo puse en la Fábrica de Arte Cubano. Era simpatiquísimo porque la gente antes de tocar para cambiar de letrero de libre, ocupado, o viceversas, volteaba a ver si nadie lo veía".
En Entrevista con MILENIO, el artista oriundo de la isla del encanto explicó que para realizar uno de esos corazones pidió en línea cientos de cajitas de chicles, pues de niño le encantaban.
Expuso que hace muchas obras con elementos que evocan su país. "Hago cosas muy coloridas en todos lados, lo que me deja mucha satisfacción. Mi trabajo es muy ruidoso, muy alegre, con mucho colorido, en suma es un trabajo feliz".
Libro de cocina
Con todo el bagaje culinario heredado de sus abuelas, el artista Bernardo Medina, se dispuso a recuperar las recetas de cocina tradicional puertorriqueña que ellas le preparaban.
Resultado de ese ejercicio de invetigación y rescate de las recetas, es el libro The Sofrito Manifiesto, que presentó en la pasada Feria Internacional del Libro de Guadalajara.
"Es un libro que tiene recetas de cocina, obras de arte mías. Yo tenía el sueño de hacer ese proyecto y nunca había tenido el tiempo y cuando vino la pandemia de covid-19 y nos encerraron, pues fue un momento maravilloso para producirlo".
Cuenta que reunió las recetas de sus abuelas, muchas de ellas en desuso por diferentes razones.
"Yo quería perpetuar este legado como un homenaje a mis abuelas con esas recetas totalmente tradicionales y con un punto de vista muy moderno".
Las recetas las encontró en cajas de zapatos, una escritas por ellas, otras recortadas del periódico o de diferentes revistas, pero ellas le ponían su toque.
Su primera vez en México
De su cajita de recuerdos aflora el momento en que Bernardo Medina vino por primera vez a México, en 1975.
"Mi mamá que era una señora de clase media, estaba perdidamente enamorada de Jorge Negrete, de Agustín Lara y de todos ellos. Pensaba que si iba a México se los encontraría en la calle, caminando por Xochimilco y cenaría con ellos.
"Como no tenía el dinero para hacer un viaje de dos semanas a la República mexicana, pidió un préstamo bancario para poder viajar. Estuvimos aquí durante dos semanas, así conocí Taxco, Acapulco, Querétaro y todo México".
Desde ese momento, se enamoró de los colores, de la comida y de la gente.
PCL