El carácter de Díaz Ordaz, un problema en el 68: Yáñez

A inicios de 1968, la UNAM hizo un ciclo de conferencias para analizar la autonomía universitaria y la rebeldía estudiantil, todavía no se presentaba el conflicto en la UNAM, aunque en la UAP había conflictos internos, pero lo que prevalecía era la a

En 1964 la Universidad Autónoma de Puebla (UAP) salió triunfante contra el gobierno de Antonio Nava Castillo, militar.
Moisés Ramos Rodríguez
Puebla /

En 1961, la Universidad Autónoma de Puebla (UAP) salió triunfante del gran movimiento por la reforma universitaria. En 1964 salió igualmente triunfante contra el gobierno de Antonio Nava Castillo, militar; pero para 1966, algunas fuerzas que operaban dentro y fuera de la UAP, se dieron cuenta de que el meollo estaba en la unidad de todos los universitarios, y comenzaron a crear segmentos de división, recuerda en entrevista exclusiva Alfonso Yáñez Delgado, periodista, investigador, autor de varios libros y ex funcionario de la universidad, de donde egresó como contador público. 

Agrega: “Así fue que la UAP se dividió en dos grandes grupos: el que apoyaba a Luis Rivera Terrazas y el que estaba con el ex rector Garibay Ávalos, de tal manera que para 1967 desaparecen la preparatoria Benito Juárez y la Escuela de Físico-Matemáticas, cuyos estudiantes se fueron al Instituto Politécnico Nacional y a la UNAM, por lo que participaron decisivamente en el movimiento de 1968” de la Ciudad de México. 

Recuenta: “Desde 1961 se había estado creando una corriente de izquierda que tenía, para 1968 la experiencia de 1966 y para enero del 68 logró el cambio del Movimiento Estudiantil Poblano; se dieron entonces los primeros enfrentamientos entre las dos corrientes que se habían formado años antes. De ello resultó un enfrentamiento armado por el que fue herido el estudiante Marco Aurelio Aparicio en la Avenida 5 Oriente, muy cerca del edificio central de la universidad, el Carolino”. 

Pero asegura: “Para ese entonces, el presidente Gustavo Díaz Ordaz había prometido un aumento al presupuesto de la UAP, lo cual no hizo y motivó que se sumará a la huelga de la universidad nacional. El problema de lo que pasó en el país desde que tomó posesión Díaz Ordaz como presidente en 1964, fue el carácter del egresado del antiguo Colegio del Estado, hoy UAP”. 

Revela: “Julio Glockner, quien fue rector de la UAP y había sido condiscípulo de Díaz Ordaz en el Instituto Literario de Oaxaca, comentaba que quien fuera presidente tenía dos personalidades: era extremadamente obsecuente con el poder, y en Puebla, cuando llegaron en 1937 era Maximino Ávila Camacho ese poder, al grado de que se 'hizo militar' para 'apoyar' al gobierno federal contra los países del Eje. Se hizo ‘charro’, siempre obsecuente con el poder. Pero, además, era intolerante con la opinión o la postura que discrepara de la suya”. 

Afirma: “Díaz Ordaz no permitía disidencia; había sido educado en, estaba acostumbrado a la obediencia. Y aquí en 1964, en 1966, en 1968, y en lo que restaba de su gobierno (que concluyó en 1970) había desobediencia, porque los jóvenes querían realizar sus propias expresiones”. 

68 en el mundo 

A lo anterior se suma la política anticomunista de los Estados Unidos, no sólo en México sino en diferentes países, condujo a un roce entre los jóvenes y el viejo discurso, recuerda Alfonso Yáñez Delgado, participante en esas luchas en la UAP en los años sesenta del siglo pasado, de lo cual ha escrito en varios libros. 

Recuerdo que a inicios de 1968, en marzo, la UNAM hizo un ciclo de conferencias para analizar la autonomía universitaria y la rebeldía estudiantil en otros países. Todavía no se presentaba el conflicto en la UNAM, aunque en la UAP había conflictos internos, pero lo que prevalecía era la actitud intolerante de Díaz Ordaz, rememora. 

“El 8 de agosto del 68 un grupo de estudiantes y profesores cercanos al Partido Comunista impulsaron el primer paro, en la Escuela de Economía. En él participó el maestro Antonio Tenorio Adame, de esa escuela, y miembro de la comisión de profesores que dirigía el ingeniero Heberto Castillo” en la Ciudad de México, activista prominente. 

“Esa fue la primera manifestación de la UAP con el movimiento de 1968” destaca el entrevistado. 

Agrega: “Mientras la UAP está en huelga, ya sabemos que el Ejército destruye la puerta de la Escuela Nacional Preparatoria con una bazuca, y se hizo la entrada del propio Ejército a la UNAM, pero en los medios de comunicación hay, sobre todo aquí en Puebla una histeria anticomunista”. 

A esa histeria contribuyó el militar José García Valseca, quien con Díaz Ordaz había sido 'soldado' de Ávila Camacho, no sólo por ser militar, sino porque habían sido muy allegados a él. Y ese anticomunismo estaba dirigido contra la UAP, rememora. 

Universidades en rebelión 

Hay que recordar que Gustavo Díaz Ordaz había ordenado al Ejército entrar en la Universidad de Morelia, cuya ley universitaria era una de las más progresistas, pues reconocía a los estudiantes como una parte fundamental de la vida universitaria. Su rector era Eli de Gortari, recuerda Alfonso Yáñez Delgado, quien asegura que, hechos como ese, por haber sucedido en “provincia” poco o nada han sido destacados a la hora de recontar la historia del Movimiento Estudiantil de 1968. 

Hace una precisión: “Ese rector había tomado esa propuesta de las tres leyes dadas a la UAP por Maximino y Rafael Ávila Camacho, y Antonio Nava Castillo, los tres militares, en 1937, y en 1963”.

Destaca: “Esa ley les reconocía el derecho a organizarse, independientemente de las autoridades y del poder público. La actual ley no lo incluye. Hay, para ello, una ley a modo”. 

Después del conflicto en Morelia hubo otros, graves en Yucatán, en Sonora, en Durango, contra el gobierno sonorense y contra las compañías mineras”. 

Eran días de mucha actividad, recuerda el periodista: “Había rebelión estudiantil en todas partes. Y en ese ambiente el líder eterno de la Confederación de Trabajadores de México (CTM), Fidel Velázquez declaró que no se les diera la ciudadanía a los jóvenes a los 18, sino a los 21 años 'porque estaban inmaduros'”. 

Lo que sucedió es que “la rebelión estudiantil llevó a la irritación del presidente, quien no era negociador. Su negociador, Luis Echeverría, era leal al presidente” pero no logró la conciliación, menos aun cuando fue presidente, pues entonces hubo otro ataque contra estudiantes conocido como el “Halconazo” por la utilización de “Los halcones” para agredir a los alumnos de educación superior en las calles de la Ciudad de México. 

“Insisto: lo que provocó el encono contra los estudiantes fue la personalidad de Díaz Ordaz. Se deberían dedicar libros al estudio de la personalidad de él que, por cierto, no era nada honesto como afirman algunos: hizo millonaria a su novia Irma Serrano 'La Tigresa'”, rememora el también corresponsal del periódico de la capital del país “El Día”, para el que reporteó los hechos que aquí cita. 

“Y en Puebla la rebeldía estudiantil se comenzó a manifestar desde que estaban los jesuitas en lo que ahora es la UAP. Los padres fundaron las instituciones que preceden a la UAP en 1578” asegura Yáñez Delgado, quien insiste en que no se ha valorado el movimiento estudiantil poblano previo al 2 de octubre y la matanza de estudiantes y gente común y corriente en la Plaza de las Tres Culturas “ni la larga tradición de lucha de la universidad, de sus estudiantes, de sus maestros, por cambios que sí se dieron, aunque de a pocos, y hoy deben darse en plenitud”.

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