“Nacemos y morimos/ sin saber que estamos vivos” nos dice Bertha Cenobio en las primeras líneas de Natmas-Confesiones (Tres Ciervos Editorial/ FR Editor, 2024). El eterno ciclo de la vida y la muerte: las preguntas últimas que siempre ha perseguido la literatura. Es una excepción en Natmas-Confesiones el acto de encontrar la equivalencia más cercana entre una lengua metafórica, como el mixteco tnuu ñuu dau, y una lengua de tradición literaria como el español. En un sentido más amplio, en el vasto océano de las distintas tradiciones literarias, Natmas-Confesiones de Bertha Cenobio es un libro de una especial singularidad porque recrea literariamente la oralidad del tnuu ñuu dau, apuntala esa búsqueda de identidad a partir del mixteco; pone fin a la férrea exclusión de una lengua de uso y una lengua desplazada que solo hablan los “mayores, los ancianos” como señala la autora, en el uso actual del mixteco. En el poema “En los días en que se gesta la nostalgia”, la voz poética señala: “…me aflige el mundo. / A pesar del exilio, sobrevivo / respiro olvido, clorofila y polvo”.
Natmas-Confesiones representa esa voluntad creativa de poner fin al exilio lingüístico para trasladar los versos al tnuu ñuu dau. Bertha Cenobio en Natmas-Confesiones reafirma que es posible concretar la hazaña literaria de volver al pensamiento mixteco, el que cada hablante recrea en el uso cotidiano de la lengua, y establecer un vínculo concreto con la oralidad que se ha preservado por siglos.
Hay que hacer un reconocimiento a Jorge Hernández Santiago por el acompañamiento a la autora para permitir que los versos de Bertha tengan su correspondencia en lengua mixteca. Gracias a la minuciosa labor de Bertha y de Jorge podemos percibir la oralidad del mixteco, una esperanza para las nuevas generaciones de reencontrarse con su lengua.
Los rastros de origen de Natmas-Confesiones habría que buscarlos en los códices mixtecos, en el vestigio ceremonial de Monte Negro, sitio que conocí hace algunos años; también en Apoala, lugar fundacional del pueblo mixteco. Da gusto saber que la variante de la lengua mixteca de Santiago Tilantongo se entiende en los pueblos de la costa de Oaxaca como San Pedro Jicayán, Santiago Jamiltepec, Santiago Ixtlayutla, Pinotepa de Don Luis, Tututepec. Los restos de historicidad de Natmas-Confesiones llegan hasta el señorío de Ocho Venado “Garra de Jaguar”. Gracias a la minuciosa labor de traducción, podemos leer en mixteco palabras como El proceso: Ndajakuetyi; o Ityi yo: Camino de la luna; un círculo de correspondencias entre las palabras que se van descubriendo en el proceso de traducción y expresiones que se van complementando. La autora no cesa en mostrar su pulso existencialista en varios versos: “Destruimos la realidad y nos quedamos con el recuerdo”; o “…el antiguo espectáculo de la condena / donde se desahoga el odio humano”.
Me pregunto si habrá alguna metáfora para nombrar en lengua mixteca la palabra condena.
Un reconocimiento a Tres Ciervos Editorial y a FR Editor por esta apuesta editorial; y al Instituto de Artes Gráficas de Oaxaca por ser un espacio abierto para el encuentro de las lenguas originarias de Oaxaca.
Pergentino José Ruiz (Oaxaca, 1981)
Es autor de 'Nyak mbkaabna, Y supe qué responder' (edición zapoteco-español) En 2011 obtuvo el Premio de Poesía de Creación Literaria en Lengua Zapoteca del Centro de las Artes de San Agustín. Es también autor del libro de relatos' Hormigas rojas' (Almadía, 2012), traducido al inglés en 2020 y de la novela 'Solo somos sombras' (Almadía, 2023).
AQ