Milenio logo

Vaso natural | Por Jorge Esquinca

Nuevas visitaciones

En nuestros días, durante la fiera canícula, en ciudades y pueblos, suele faltar el agua. No así la poesía.

Jorge Esquinca
Ciudad de México /

Un benéfico azar me condujo a recuperar un libro que hace mucho daba por perdido. Vaso natural. Imágenes del agua en la poesía mexicana, es el título de una antología compilada en estrecha colaboración con Carla Gómez Jones y publicada en 1994 por Mercedes Escamilla quien entonces estaba al frente de la Oficina de Comunicación del Lago, un organismo que dependía de la Comisión Nacional del Agua.

Donald Trump, actual presidente de Estados Unidos. (Montaje: Laberinto)
Donald Trump, actual presidente de Estados Unidos. (Montaje: Laberinto)

El lago, se entiende, es el de Chapala, en cuya ribera vivo desde hace ya diez años. El libro tiene para mí un carácter entrañable pues fue el primero de dos proyectos editoriales que tuve la fortuna de realizar con el talentoso artista multidisciplinario Marcos Kurtycz (1934-1996). De origen polonés, Marcos tenía años instalado en nuestro país y era célebre por sus performances en los que se empleaba, literalmente, en cuerpo y alma, maniobrando con hachas y sopletes flamígeros. Nos queda buena parte de su audaz trabajo plástico, en el que incorporaba fotografías, dibujos, mapas, formas de cera, sellos, letras y en el que las comunes cosas eran reutilizadas e incorporadas en sus obras. Recuerdo, por ejemplo, una de sus exposiciones compuesta por cientos de máscaras donde los más disímbolos objetos concurrían sobre pequeños rectángulos metálicos y eran inmediatamente aplastados por una enorme prensa mecánica, manejada por Marcos, para crear un rostro nuevo, de infinitas variaciones.

Máscaras de Marcos Kurtycz. (Espeeial)

Tal vez valdría la pena hacer una nueva edición ampliada de este libro que, hasta el momento de su única publicación, reunía imágenes extraídas de los poemas de más de 101 poetas mexicanos, comenzando con José Juan Tablada y Enrique González Martínez –ambos nacidos en 1871- hasta los entonces jóvenes treintañeros de mi generación. Dividimos el volumen en cinco secciones, cada una de ellas encabezada con un verso: “Mano espiral del cielo” (Carlos Pellicer), “Suplicio del agua y su habitante” (José Emilio Pacheco), “Ondina y aldeana” (Ramón López Velarde), “La abeja en el desierto” (Rubén Bonifaz Nuño) y “La hidra del cuento” (Jaime Sabines). Un epígrafe de Octavio Paz fue nuestro punto de partida: “En el centro de la plaza la rota cabeza del poeta es una fuente. La fuente canta para todos”.

No sin experimentar cierto rubor copio aquí el primer párrafo de la presentación que escribí hace poco más de treinta años: “Aún más que la imagen del fuego, su hermana antagonista, la imagen del agua toma cuerpo y se alza victoriosa en el vasto paisaje de la poesía mexicana. El agua de los orígenes, ritual e iniciática, el agua de los mil y un quehaceres, la del pozo inmóvil y la del río en desborde, vuelta nube o rocío, hielo de las cumbres, niebla o lluvia que regresa a sus veneros; el agua que fluye como un pensamiento feliz o se fermenta en los pantanos del hastío o la desesperanza; el agua en desoladora ausencia, la faltante, y la que sabe también manifestarse con el rostro mortífero de la tormenta y la presa reventada. Agua, en fin, de palabras en el cauce de la poesía de nuestro siglo”.

Exposición de Marcos Kurtycz. (Especial)

Comparto diez de estas imágenes forjadas por los poetas que le dieron cuerpo y frescura a este Vaso natural:


1

Le oyes hablar del agua.

De ese pliegue sencillo en la vestidura blanca.

Guillermo Fernández


2

Un río junta sus aguas en la tarde

cuando el aire parece desprenderse de una sílaba.

Elsa Cross


3

El ciervo se inclina a ver la imagen de su vida irrepetible en la superficie del agua y sabe que la eternidad es la maravilla que se enreda en sus astas.

David Huerta


4

El agua en su silencio de raíz

En su oscura lentitud de raíz

se abre temblando.

Gloria Gervitz


5

Ha venido la lluvia

a declararse terrestre.

Raúl Bañuelos


6

Vaso de agua que no calma la sed del colibrí.

Silvia Tomasa Rivera


7

Alba dice su nombre

y es como si se quitara

un kilómetro de oscuridad.

Y su canto es el sendero

que dibuja el agua.

Víctor Manuel Cárdenas


8

Ábreme, dame una espiral:

Desata esta linfa.

Quémame en la lumbre del agua.

Myriam Moscona


9

Y tu poesía que dijeron rara

rezumando emoción es agua clara

en botellones de Guadalajara.

José Juan Tablada


10

No soy el agua ni el timón

sino el que canta esta canción.

Gabriel Zaid


En nuestros días, durante la fiera canícula, en ciudades y pueblos, suele faltar el agua. No así la poesía.

AQ

LAS MÁS VISTAS

¿Ya tienes cuenta? Inicia sesión aquí.

Crea tu cuenta ¡GRATIS! para seguir leyendo

No te cuesta nada, únete al periodismo con carácter.

Hola, todavía no has validado tu correo electrónico

Para continuar leyendo da click en continuar.