Como el tenor mexicano Francisco Araiza, el cantante Morris Robinson fue jugador de futbol americano colegial, pero la ópera lo fichó en draft verdiano. Y cambiar de destino fue natural para él.
“La ópera Aída ha sido un vehículo que ha permitido a afroamericanos cantar en grandes escenarios”, dice en entrevista con Milenio el ganador del Grammy 2022 por su participación en la grabación de la Octava Sinfonía de Gustav Mahler que hizo con la Filarmónica de Los Ángeles y Gustavo Dudamel.
El bajo nacido en Atlanta en 1969 debutó en la ópera como El Rey en la Aída de 1999 de la Boston Lyric Opera y 25 años después no sólo ha retomado a ese personaje sino también al de Ramfis, en la nueva producción del título de Giuseppe Verdi de la Metropolitan Opera House de Nueva York.
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“Aquí viene la parte divertida. Tenía previsto interpretar a El Rey para esta temporada en Nueva York, pero solo canté al personaje en la primera función; el otro bajo (Dmitry Belosselskiy) enfermó, así que canté a Ramfis las cinco funciones siguientes. Así que no sé a quién cantaré el sábado 25 de enero, si a El Rey o a Ramfis”, comenta en entrevista el cantante a propósito de la transmisión en vivo del título.
La nueva Aída, que reemplaza a la de Sonja Frisell después de 36 años y 262 representaciones en la MetOpera y en la que estará Yannick Nézet-Séguin al frente de la orquesta, había sido programada para la temporada 2020-21, pero se pospuso por la pandemia, además de que era una coproducción con el Bolshoi para ser protagonizada por Anna Netrebko, pero la invasión de Rusia a Ucrania rompió el trato.
La Aída de Michael Mayer, protagonizada por la soprano Angel Blue en su debut en el rol de la princesa etíope, con el tenor Piotr Beczała (Radamés), la mezzosoprano Judit Kutasi (Amneris), el barítono Quinn Kelsey (Amonasro) y el bajo Morris Robinson (Ramfis / El Rey), se transmitirá en vivo desde la MetOpera el sábado 25 de enero, y podrá verse en el Auditorio Nacional desde las 11:30 horas.
¿Fue difícil dejar el futbol americano para dedicarse a la ópera?
Son muy similares. Cuando eres un atleta, tu cuerpo es lo que usas para rendir. Tienes que ser capaz de pensar con rapidez; saber escuchar a los entrenadores y transmitir la información de inmediato. Y es lo mismo que un cantante. Tienes que ser disciplinado.
"Hay que trabajar, trabajar la técnica, ser capaz de asimilar la información del director, de la puesta en escena, y aplicarla inmediatamente. Así que, en un entorno de alta presión, el traslado fue bastante natural para mí. Estaba acostumbrado a recibir orientación, a seguir instrucciones y a la disciplina, y esas cosas son muy importantes para ser cantante".
¿Y emocional, espiritualmente fue difícil pasar de una disciplina a otra?
No. Fue un renacimiento de la capacidad de utilizar los dones que dios me dio para traer felicidad al mundo. Cuando eres atleta, juegas y trabajas con tus compañeros de equipo para salir y ganar. Y eso le da a todos los que están asociados con tu organización orgullo. Cuando haces eso en el escenario de la ópera, ganas como organización; llevas arte, belleza, amor y música al mundo. Así que me hizo sentir que reavivó mi espíritu de ser importante en la sociedad y de llevar alegría y felicidad a mucha gente.
En esta nueva producción de Aída le ha tocado interpretar a El Rey y a Ramfis. ¿Qué implica cada uno de ellos para su voz, para su desempeño dramático en el escenario?
El Rey es más compasivo. Tiene que tomar una decisión sobre los etíopes que han capturado los egipcios. Al principio, dice: “Vamos a ir a la guerra con ellos”. Pero, una vez que capturamos prisioneros, y uno de ellos es el padre de Aída, sirvienta de mi hija Amneris, hay un poco de compasión de mi parte cuando Amonasro habla con El Rey y le dice: “Señor, tenga compasión. Hoy usted es el ganador, pero un día podría estar en mi lugar”. Y ese es un mensaje muy importante para el rey. Y eso me afecta psicológicamente y me obliga a decir: “No vamos a matar a todas estas personas”. Porque sé que Aida y yo tenemos compasión, estoy tomando una decisión sobre su vida.
¿Y Ramfis?
Ramfis, por otro lado, es el representante del clero y realmente tiene poder sobre El Rey. Y le dice que no escuche a los etíopes y que los mate a todos, porque si les permitimos vivir, volverán y nos matarán. Así que son muy diferentes, pero ambos son muy poderosos. Ramfis es más poderoso que El Rey, porque él es quien le dice qué hacer. Ramfis es todo guerra y muerte, quiere matarlos a todos. Son mentalidades diferentes. Cuando interpretas a El Rey tienes que ser más benévolo y más introspectivo; si haces Ramfis, lo único que quieres exterminarlos a todos y acabar con esto de una vez.
Y si Morris Robinson, el artista, la persona, tuviera que elegir, como eligió entre futbol y ópera, ¿quién preferiría ser en una vida real: El Rey o el sumo sacerdote?
Probablemente preferiría ser El Rey, porque eres la persona más poderosa. Quizás tendría una personalidad más parecida a la de Ramfis, porque si puedo eliminar al enemigo y no tener que preocuparme por él nunca más, prefiero hacerlo. El Rey tiene que ser más benévolo. Yo lo veo como un padre para mis hijos. Tengo que ser equilibrado, enseñarles a vivir en sociedad y a afrontar los problemas que se les presentan. Mientras que Ramfis diría: “Voy a eliminar todos los problemas para que podamos ser felices". En la vida real, probablemente prefiera ser El Rey. Soy una persona pacífica.
Hablando de poder, la voz del bajo es la más poderosa.
Estoy de acuerdo. La voz de bajo es la más poderosa. Y, por eso, la mayoría de los compositores, como bien sabes, escribieron la voz de bajo para representar a dioses, demonios, padres, reyes, sacerdotes y, de vez en cuando, a un asesino. Pero eso se debe a que esas voces son potentes y la voz se presta a la potencia, por lo que cada personaje que el bajo suele interpretar es un personaje potente.
¿Cómo ha sido su experiencia con las transmisiones en vivo en HD para todo el mundo
Gracias a ellas podemos llegar a una audiencia más amplia que tal vez no tenga la oportunidad de ver la ópera porque no está físicamente presente. Ahora pueden ir a teatros locales y verla en HD con imágenes increíbles y una calidad de sonido increíble. Y si a esto le sumamos la posibilidad de ir detrás del escenario, de entrar en los camerinos y conocer a los personajes, es una idea maravillosa utilizar la tecnología para que la ópera pueda llegar a cada vez más gente. Es una herramienta de marketing maravillosa que nos ayuda a llegar a una audiencia más amplia. Y estoy muy, muy feliz por ello.
¿Cómo se siente en esta nueva producción de Michael Mayer, que incluye mucha tecnología?
Me encanta. Tuve la suerte de cantar en la antigua producción de la MetOpera (de Sonja Frisell), que tenía caballos y era muy grandiosa. Es importante que la ópera siga desarrollando formas de mostrar a los nuevos miembros del público una perspectiva diferente para que no se quede estancada en una única visión. Y ahora estamos utilizando tecnología, elementos visuales, proyecciones. Así que puedes cambiar el escenario y cambiar lo que la gente está mirando sin cambiar necesariamente el enorme escenario. Es increíble incorporar tecnología moderna para contar historias atemporales. Es una idea maravillosa y me siento muy honrado de ser parte de esta producción.
¿Quién es Aída, el personaje, para Morris Robinson? ¿Qué representa para usted?
Es un lugar un tanto familiar. Muchas veces conocemos muy bien la historia de alguien que no puede expresarse abiertamente debido a la situación actual. Por eso, me siento muy comprensivo con Aída. Entiendo sus luchas. Entiendo que sea una esclava, lo cual es un entorno muy, muy incómodo. Pero también, por eso, tiene que tener mucho cuidado con su comportamiento, para no llamar la atención.
"Sientes empatía por ella porque entiendes que está emocionalmente desgarrada. Ama a Radamés, pero también ama su tierra natal. Y tiene que ser lo suficientemente inteligente como para no dejarse atrapar por la gente que la posee. Es una posición muy difícil, con mucho estrés. Ella es una mujer hermosa que está herida, desgarrada y que enfrenta una lucha emocional muy seria entre lo que le importa".
Como cantante afroamericano, ¿lo toca la historia de esta princesa etíope que fue esclavizada?
Sí, es una esclava. Y me solidarizo con ella porque está en cautiverio. Disfruto mucho cantar ópera, en general. La ópera ha sido un vehículo que ha permitido a varias sopranos afroamericanas cantar en grandes escenarios. Me siento conectado como artista afroamericano por poder servir, cantar esta maravillosa obra e interpretar dos papeles.
"Significa mucho para mí, porque esta ópera en particular ha sido muy gratificante y un vehículo que ha permitido que muchos afroamericanos del pasado pudieran honrar escenarios increíbles. Hemos tenido a Grace Bumbry, a Leontyne Price, a Simon Estes... Tantos artistas afroamericanos maravillosos para hacer estos papeles en esta ópera en particular. Y estoy feliz de ser otro más que se suma al linaje de artistas increíbles que han hecho Aída a lo largo de los años".
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¿Cómo es su participación en el Black Opera Project?
El Black Opera Project de la Ópera de Cincinnati es uno de los proyectos que ayudé a cofundar. En Estados Unidos había un deseo de corregir un problema que teníamos con la literatura operística negra, o latina. Queríamos hacer óperas negras compuestas por afroamericanos, escritas por afroamericanos, dirigidas por afroamericanos, con vestuario diseñado por afroamericanos, escenografía construida por afroamericanos... Todo hecho por nosotros, para demostrar que somos técnicamente capaces de hacer esta forma de arte. Y queríamos hacerlo con una historia negra positiva. No queríamos detenernos en la tragedia de la experiencia negra. Queríamos iluminar la belleza y la alegría de la experiencia negra, y eso es lo que estamos haciendo con la Ópera de Cincinnati.
Después de 140 años de historia, la MetOpera apenas desde 2021 empezó a estrenar óperas de compositores afroamericanos, Terence Blanchard y Anthony Davis. ¿Cómo ve el futuro?
Es una nueva forma de presentar la ópera en Estados Unidos. Al principio, sólo intentábamos estar en los escenarios para hacer el trabajo que ya se estaba haciendo. Ahora estamos tratando de hacer un trabajo que represente la diversidad de los artistas, que represente la diversidad de nuestras comunidades. Queremos que esa obra esté representada en los escenarios. La ópera no es solo una forma de arte para contar ciertas historias a determinados grupos demográficos. La ópera está destinada a que todos la interpreten, a que todos la disfruten como espectadores y a que la música de todos se muestre y se interprete. Eso es lo que creo que va a representar el futuro de la ópera en EU, al menos eso espero.
¿En qué ópera de un compositor afroamericano le gustaría cantar?
Estoy deseando participar en el Black Opera Project en 2026 y hay un papel escrito específicamente para mí, que es papel del Titán (Atlas, en la ópera afrofuturista Lalovavi, de Kevin Day, con libreto de Tifara Brown), que es el padre del personaje principal (Persephone). Espero poder interpretarlo con la Cincinnati Opera creo que en junio de 2026. Y veremos qué pasa después.
Ganó un Grammy por cantar a Mahler. ¿Cómo fue la experiencia con la LA Phil y Dudamel?
Hice mi primer BBC Prom en Londres y disfruté realmente mucho. Y cuando me pidieron que cantara con Dudamel en Los Ángeles, le dije a mi representante que íbamos a ganar un Grammy con esa grabación porque teníamos un elenco, una orquesta y un maestro excelentes, y que sabía que íbamos a hacer un trabajo maravilloso interpretando esta increíble pieza de Mahler. Antes de grabarla, sentí que era la combinación perfecta de elenco, orquesta y director. Canto mucho en Los Ángeles, así que conozco el LA Master Chorale y todos los coros de ahí. Así que sabía que el talento estaba ahí para hacer de este un evento especial. Simplemente lo supe.
"Escuché otras grabaciones y sentí que lo lograríamos. Fue una experiencia mágica durante tres días. Tuvimos un día de ensayo y luego tres de presentaciones. No estoy seguro cuál interpretación pusieron en la grabación, pero siento que incluso el primer ensayo hubiera ganado el Grammy. Así de increíble era la energía, los intérpretes y la orquesta. Fueron cuatro días maravillosos y mágicos cantando a Mahler. Sabía en mi espíritu que ganaríamos".
Y a propósito de ganar. Nació en Atlanta. ¿Es fanático de los Falcons?
Soy abonado de los Atlanta Falcons, y no me han dado muchos motivos para celebrar.
¿Quién es su apuesta para llevarse el Super Bowl LIX? ¿Quién cree que gane el 9 de febrero?
No lo sé, honestamente no lo sé. Pero, me voy a Nuevo Orléans.
¿Quién es Morris Robinson?
Un chico del sur de Georgia, de Atlanta, que es un deportista y un músico con un talento natural, que nunca soñó con dedicarse a lo que hago para ganarme la vida. Jamás pensé que esto sucedería. Y tengo la suerte de poder hacer lo que hago. Y ahora mi objetivo es asegurarme de dejar mi huella legendaria en este negocio, en la historia, como músico clásico, como músico, como cantante, como líder y como modelo a seguir. Y eso es lo que soy: sólo un hombre normal que Dios bendijo con un don especial.
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BSMM