En días recientes, el asesinato de Fernando Béz Sosa a manos de un grupo de jóvenes, en su mayoría jugadores de rugby, conmocionó a Argentina y mantuvo la atención de varios durante el juicio y posterior sentencia a los agresores.
Sin embargo, la historia de este deporte ya ha sido manchada en más de una ocasión, pues en la década de los 80's, una familia paralizó al país cuando salió a la luz su oscuro secreto, siendo uno de los protagonistas un jugador de rugby: Alejandro Puccio.
¿Quién era Alejandro Puccio?
Alejandro Rafael Puccio, nació en Buenos Aires, Argentina el 14 de octubre de 1958 y fue un jugador de rugby argentino de primera división e incluso seleccionado.
Puccio jugaba como wing tres cuartos en el equipo de rugby del Club Atlético de San Isidro y formó parte del seleccionado argentino Los Pumas. Debutó en Primera División en 1977 con 19 años y estuvo activo hasta que fue detenido en agosto de 1985.
Además, logró un campeonato del Torneo Sudamericano de 1979 y campeón del Torneo de la URBA de 1981, 1982 y 1985.
Sin embargo, a la par de su éxito en el rugby, fue un secuestrador y miembro de una banda delictiva (junto con varios integrantes de su familia) que se dedicaba a secuestrar, torturar y asesinar personas adineradas.
Familia de secuestradores
Conocidos como 'El clan Puccio', se trató de un grupo -miembros de una familia- que vivían en una casa ubicada en Martín y Omar, en San Isidro, lugar donde escondían a sus víctimas. Estaba liderado por Arquímedes Puccio, sus hijos Alejandro y Daniel, Guillermo Fernández Laborda, el coronel Rodolfo Franco, y como síndico, el contador Revuelta.
Los Puccio parecían ser una familia común de los cuales nadie llegó a sospechar y tenían un establecimiento de artículos deportivos náuticos en la planta baja de su casa.
Sin embargo, se dedicaban a extorsionar y secuestrar bajo el mando de Arquímides Puccio, padre de Alejandro.
Sus víctimas fueron Ricardo Manoukian, Eduardo Aulet -también jugador de rugby- y Emilio Naum; los tres fueron víctimas mortales pese a que los dos primeros pagaron el rescate que se les pidió.
La caída del clan
La familia Puccio tenía secuestrada a una nueva víctima -Nélida Bollini de 58 años-, quien tenía un mes en cautiverio cuando la policía ingresó al domicilio por sorpresa el 23 de agosto de 1985, donde se encontraba Alejandro con su novia.
Por su parte, los demás integrantes de la banda delictiva fueron detenidos cuando éstos se disponían a cobrar el rescate.
Tras su arresto, Alejandro Puccio intentó suicidarse al saltar desdde el quinto piso del Palacio de Tribunales, sin embargo sobrevivió y estudió psicología en la prisión Florencio Varela, donde estuvo en reclusión durante 22 años; quedó con secuelas que afectaron su salud hasta que murió.
En 2007 salió en libertad condicional y un año más tarde murió en un centro asistencial de Avellaneda a los 49 años.
Adaptación a la pantalla
La historia del clan Puccio fue adaptaba en más de una ocasión, la más reciente es la versión de Netflix, cuya serie es ambientada en Jalisco, México y lleva por nombre "El secreto de la familia Greco".
Asimismo, en Argentina se llevó la historia a la pantalla grande con la película "El Clan".
FCM