EL virus del papiloma humano (VPH) constituye en México una de las causas principales del desarrollo de cáncer cervicouterino entre la población femenina, ya que es el antecedente de 70% de los casos diagnosticados, de ahí la importancia de prevenir oportunamente el contagio de dicho agente infeccioso.
El VPH o papiloma virus es una infección de transmisión sexual —de la que existen 150 tipos—, que no siempre provoca problemas de salud visibles, pero que en los casos más graves es responsable de la aparición de verrugas en genitales, boca y garganta, y de ciertos tipos de cáncer en hombres y mujeres.
La mayoría de las infecciones por VPH en hombres son asintomáticas e incluso desaparecen por sí mismas, por lo que suele restárseles importancia; sin embargo, este virus puede manifestar síntomas meses o años después del contagio y en casos graves causar cáncer de pene, ano y en la región orofaríngea.
En México existe una vacuna contra el VPH y se aplica a las mujeres de entre nueve y 13 años de edad. En algunos países se recomienda inmunizar también a los varones de entre 11 y 12 años de edad, pero en México aún no está disponible.
La vacuna que se aplica a las niñas en México “no es para todos los tipos del VPH, está dirigida para aquellos virus que ocasionan el cáncer cervicouterino, que es un verdadero problema de salud pública, al ser la segunda causa de muerte por cáncer en México”, comenta el médico Manuel Antonio Cisneros Salazar, coordinador de Programas de la División de Detección y Prevención de Enfermedades del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS).
La inmunización no se aplica a mujeres adultas, debido a que si ya comenzó su vida sexual, pudo haber estado expuesta al virus. “Para quien ya es sexualmente activo, el efecto de la vacuna es casi nulo”, refiere el especialista.
Debido a la alta prevalencia de cáncer cervicouterino en el país, las autoridades mexicanas decidieron comenzar una primera etapa de control de la infección con la protección de las mujeres menores de edad, agrega Cisneros.
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¿Cómo se genera el cáncer cervicouterino?
En México, la frecuencia con la que se presenta el VPH es de 8.6 casos por cada 100 mujeres, en un amplio rango de edad que va de 20 a 70 años. Pero si se segmentan los grupos etarios, la mayor prevalencia se da entre las mujeres que se encuentran en etapa reproductiva. Por ejemplo, en las mujeres de entre 20 y 30 años, el promedio es de 12.2%, según estadísticas del IMSS.
Sobre cómo el VPH puede dar lugar a la aparición del cáncer, el médico Julio Salazar Rivera, de la Subdirección de Sistemas de Información en Salud de la Secretaría de Salud de la Ciudad de México, comenta que una vez incubado en el cuello del útero de la mujer, el virus comienza a causar lesiones que al principio pueden ser pequeñas y no se ven a simple vista.
Pero con el tiempo y sin diagnóstico, esas lesiones se agravan y se convierten en laceraciones precancerosas o cancerosas. Al igual que en otros tipos de cáncer, estas células comienzan a crecer sin control y a invadir los tejidos de la matriz y otros órganos. Se trata de un proceso largo, que puede tardar más de 10 años desde que la paciente contrae la infección por VPH.
En etapa avanzada, el cáncer cervicouterino se hace evidente a través del sangrado anormal después de las relaciones sexuales, entre los periodos menstruales, después de la menopausia, o también por sangrados más abundantes de lo normal durante la menstruación, así como dolor de cadera, entre otros síntomas, refiere Salazar Rivera.
El tratamiento puede consistir en la extracción de la matriz y/o en el suministro de radioterapia y quimioterapia.
El Dato.7 de cada 10
casos de cáncer cervicouterino tienen al VPH como antecedente
Chécate oportunamente
Con el propósito de frenar el contagio del VPH y la potencial adquisición de cáncer cervicouterino, las autoridades mexicanas impulsan la aplicación de la vacuna preventiva en las menores de edad, la cual, aseguran los especialistas consultados, es totalmente segura. Reconocen que, como cualquier otro medicamento, la vacuna puede tener algunos efectos colaterales como enrojecimiento de la piel, ardor, hinchazón, fiebre y náuseas, que son fácilmente tratables. No obstante, insisten en la importancia de que las niñas de nueve a 13 años sean inmunizadas.
Las políticas de salud también consideran como medidas de prevención la aplicación de la prueba de papanicolau para las mujeres de entre 25 y 64 años de edad, para identificar lesiones precancerosas o lesiones relacionadas con el VPH en el cuello del útero; este examen se hace en las unidades de medicina familiar de todos los sistemas de salud públicos, explica Cisneros Salazar.
Otra opción de prevención consiste en la realización de la prueba del VPH, que supone la toma de muestras de tejido del cuello del útero para detectar la presencia del virus. Asimismo, las unidades médicas del país transmiten a los pacientes la importancia de utilizar condón durante las relaciones íntimas, para evitar la infección de enfermedades sexualmente transmisibles (ETS), refiere la Secretaría de Salud federal en su sitio de Internet.