Desde 2022, algunos congresos locales en México han ido aprobando la licencia menstrual , un derecho que busca reconocer las necesidades de las personas menstruantes mientras se encuentran en contextos laborales.
Aún no se encuentra regulada a nivel nacional, sin embargo, su implementación es clave para promover la equidad de género y garantizar condiciones laborales más justas.
Lo mismo sucede con la menopausia en las mujeres de edad madura que están activas en el mercado laboral y con aquellas que sufren algún problema reproductivo endometriosis o aborto espontáneo, entre otros temas— que afecta el día a día de las mujeres, incluida su productividad, el desempeño laboral y personal, y que hoy ni siquiera han llegado a las mesas de discusión legislativa en forma de iniciativa de ley.
No obstante, es necesario poner estos temas en la palestra. En todo el mundo, más de una cuarta parte de las mujeres que trabajan experimentan este tipo de problemas de salud, que deben sobrellevar sin quejas ni permisos laborales, señala el informe Mujeres en el trabajo 2024: Una perspectiva global, cuya cuarta entrega realizó la consultora Deloitte el año pasado.
En dicho informe, la consultora reportó que alrededor de 39 por ciento de las mujeres encuestadas dijo que experimenta altos niveles de dolor o malestar debido a la menopausia y que sufre sus síntomas en silencio mientras trabaja. Lo mismo sucede con 4 de cada 10 mujeres durante su periodo menstrual, que lo superan sin tomar tiempo libre en el trabajo, un porcentaje similar al de la encuesta realizada en el año previo.
Sin embargo, soportar con estoicismo es solo la salida de las mujeres ante la perspectiva de perder su empleo. De acuerdo al mismo informe, casi una de cada seis (15 por ciento) de estas mujeres sienten que hablar sobre este tema en el trabajo afectaría su carrera profesional.
Y peor aún, una de cada 10 cree que hacerlo los haría vulnerables al despido, básicamente porque ya lo experimentó en el pasado.
OMM