Inmobilia Funds, empresa dedicada a generar proyectos y administrar fondos para desarrollo inmobiliario, inauguró recientemente la torre de ultra lujo SLS Cancún Hotel & Residences, un complejo ubicado en el corazón del paradisiaco Caribe mexicano.
La desarrolladora, que tiene un fondo público y está listada en la Bolsa Mexicana de Valores, invierte en todo el país y tiene desarrollos en el Estado de México, Monterrey, San Luis Potosí y en el Pacífico, pero pone el acento de sus operaciones en el Sureste.
“Vemos a México como un gran mercado inmobiliario”, menciona Roberto Kelleher, presidente y socio fundador de la compañía. Kelleher asegura que con la pandemia se reconfiguró el negocio inmobiliario, pues la gente se dio cuenta de que puede “vivir con la tecnología y ser más eficiente, y eso es lo que nosotros estamos aplicando a los desarrollos”.
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¿Cómo cambió la pandemia al mercado inmobiliario en México?
Aprendimos muchas cosas, una de ellas es que nuestro tiempo es lo más preciado, nos dimos cuenta de la improductividad que teníamos en nuestros traslados hacia los centros de trabajo, que podemos vivir con la tecnología y ser más eficientes, y eso es lo que nosotros estamos aplicando a los desarrollos.
Nos dimos cuenta de que los clientes agradecen más vivir frente a un parque, tener terrazas, espacios donde puedan tener una teleconferencia o que sus hijos puedan estudiar. Lo que observamos es un cambio de concepto de diseño para nuestros clientes a futuro.
¿Qué motiva al comprador mexicano, por ejemplo en SLS Cancún?
En el negocio inmobiliario el cliente, independientemente del tipo de producto, lo ve como una inversión, buscan tener plusvalía. Muchos de nuestros clientes se dieron cuenta que no necesitaban vivir en la Ciudad de México para seguir trabajando, ni en Monterrey, ni en Guadalajara, ni en Puebla... muchos de los propietarios de SLS Cancún Hotel & Residences son de México, porque Cancún se ha vuelto la principal playa del país, por supuesto tenemos clientes del extranjero, de Sudamérica, que comparan mucho Cancún con Miami, pero la verdad es que somos mucho más competitivos en precios.
Tienen desarrollos en Tulum, donde el mayor activo es el entorno. ¿Cómo lo cuidan y ayudan?
Primero hay que entender bien todo el ecosistema que hay en la Riviera Maya porque es un paraíso natural, donde se ha descubierto el acuífero más grande del mundo. Para muchos desarrolladores puede ser un problema, pero para nosotros es un gran activo, nosotros hacemos los desarrollos dentro de la selva, pegados a los cenotes y cerca de la playa.
Nos involucramos con los arquitectos para que usen los materiales de la región, hacemos muchas estructuras con bambú en lugar de aceros y concretos. Nos involucramos en los proyectos para generar ese ecosistema. Actuamente estamos desarrollando un proyecto grande dentro de Tulum, donde lo primero que buscamos es eliminar el uso de los autos, estamos apostando para que sea la primera ciudad en el mundo car-free. Desarrollando complejos que ofrezcan una movilidad más apegada al cuidado de la naturaleza.
¿Qué determina la viabilidad de invertir en un desarrollo?
En nuestro caso lo más importante es que exista un mercado y un destino, nos gustan mucho todas las ciudades de alrededor de un millón de habitantes, como pueden ser Mérida, Aguascalientes, San Luis Potosí, Cancún, León o Tijuana, estas tienen un dinamismo muy interesante donde puedes realmente hacer la diferencia como desarrollador.
¿Es buen momento para desarrollar inmuebles en México?
Somos una empresa mexicana que tiene un mandato para invertir en México, creemos en el país porque es más grande que todos sus problemas. Además, nuestros proyectos son de mediano y largo plazo. Lo que nos ocupa es que realmente México transite a una democracia que desarrolle una clase media en la sociedad que pueda tener esa capacidad de compra.
En el corto plazo puede haber mucha incertidumbre en el país, los clientes al final del día se refugian en la parte inmobiliaria. La verdad es que vemos a México con una fortaleza económica muy grande, que da estabilidad al cliente y al desarrollador inmobiliario.