Acercarse al género de la ciencia ficción desde el teatro es en sí todo un reto, pues parece ser esa disciplina casi reservada a la literatura”, dice David Psalmon, director de la obra Vórtice, universo paralelo para tres aeroplanos, montaje del Colectivo TeatroSinParedes que recurre al cine, la literatura fantástica y a la ciencia ficción
De acuerdo con Psalmon, “el teatro no puede competir con la gran capacidad que tiene la cinematografía de generar efectos especiales. Pero nosotros no quisimos asustarnos por esa premisa y creamos una obra de teatro de ciencia ficción que nos permitiera reflexionar sobre el estado actual de este hermoso planeta tierra que tenemos envuelto en una catástrofe ecológica derivada del calentamiento global y la sobreproducción industrial”.
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Detalla que usaron como pretexto fantástico la desaparición de tres grandes personajes de la historia: la aviadora estadunidense Amelia Earhart, el explorador noruego, Roald Amundsen, primero en alcanzar los polos norte y sur, así como el escritor francés Antoine de Saint-Exupéry, autor de El principito.
“Hicimos nuestra especie de Triángulo de las Bermudas, imaginando que esos tres pilotos que, históricamente tienen la gran casualidad de haber desaparecido en sus vuelos en momentos distintos de la historia, para nosotros no desaparecieron, sino que fueron abducidos por un vórtice espacio temporal, es decir que estaban perdidos en el tiempo y en el espacio, desde donde pueden observar el devastador paso de los seres humanos por el planeta Tierra”.
La obra plantea que estos personajes se encuentran atrapados en una dimensión paralela, en la que coinciden con una científica mexicana.
“Por sus logros en sus vidas respectivas ahora son un modelo que nos invita a reflexionar sobre la catástrofe ecológica que vivimos. Cuando creamos esta obra, antes de la pandemia, no imaginábamos lo actual que sería, porque en escena hay una científica mexicana que no puede salir de su cápsula hacia el mundo exterior sin llevar puesto un traje, guantes y una máscara de gas, porque el aire exterior no puede ser respirado, y vemos qe la realidad rebasó absolutamente a la ficción”.
Obra en tres tiempos
La obra se ubica en tres tiempos y espacios distintos; el primero y el principal es una realidad paralela del vórtice.
De acuerdo con el director, “nosotros esperamos mucho de la física cuántica, sobre la posibilidad de que exista universos paralelos y ubicamos la obra en este vórtice en 2068, en México, en Wirikuta, en el estado de San Luis Potosí, donde no se puede ya respirar y, paralelamente en el año 3049 en el espacio sideral, en el que un astronauta ha sido expulsado de su nave en una época en la cual los seres humanos ya no viven, desde hace varios siglos, en el planeta Tierra sino en estaciones interestelares en Marte. Pensamos que en vez de buscar qué otro planeta podemos echar a perder, podríamos cuidar el que tenemos ahora, tan maravilloso, tan rico y tan impresionante”.
Vórtice, universo paralelo para tres aeroplanos, permanecerá en cartelera del 25 de marzo y hasta el 18 de abril, con funciones jueves, viernes y sábado a las 19:00 horas y, domingos a las 18 horas, en el Teatro Julio Castillo del Centro Cultural del Bosque.
Para garantizar la salud de los espectadores solo 175 personas podrán ingresar al teatro, cifra que representa el 30 por ciento del aforo, considerando que el recinto cuenta con casi mil butacas. Esta logística permitirá que los asistentes conserven la sana distancia y tengan la posibilidad de ver al elenco a unos cinco metros de distancia de la primera fila.