El número de infantes en Chiapas que sufrieron quemaduras por accidente aumentó al menos un 19 por ciento entre 2022 y 2023, informó la delegada en Chiapas de la Fundación Michou y Mau (para niños quemados), Gabriela Escudero Aramoni.
Escudero Aramoni expresó su preocupación, especialmente por un caso en diciembre de 2023 en San Juan Chamula, donde un menor perdió la vida debido a quemaduras con agua hirviendo. Señaló que el menor fue atendido en un Hospital Básico Comunitario pero no fue trasladado a la capital chiapaneca de manera oportuna.
“Es muy importante a las autoridades, a los hospitales y a la población en general que en todo momento pueden comunicarse de forma directa con la fundación estamos en el número quematel todo el año 800 080 81 82”, apuntó.
En 2023, se realizaron ocho traslados al Hospital Shriners en Galveston, Texas, para atender a niños con quemaduras en Estados Unidos. Además, se atendieron alrededor de cien infantes en hospitales de Chiapas.
“Hubo un incremento con relación al año pasado, muy preocupante, incluso al ayuntamiento de Tuxtla Gutiérrez en una importante calle de la ciudad de la venta de pirotecnia, en cuento recibieron el reporte actuaron e hicieron un operativo”, puntualizó Escudero Aramoni.
La principal causa de los accidentes en infantes es por quemaduras con líquidos hirviendo. Los niños en Chiapas siguen resultando afectados por dejar contenedores en el suelo para enfriar líquidos o al jugar en la cocina.
Las ciudades con más casos de niños quemados son Tuxtla Gutiérrez, debido a la densidad de población, y la zona de los Altos, catalogada como foco rojo.
En los últimos dos años, también se ha registrado un aumento en la Sierra, específicamente en los municipios de Motozintla y en el área alrededor de Tapachula y Tonalá.
Escudero Aramoni subrayó la necesidad de contar con una unidad de quemados en Chiapas, ya que la delegación en el estado opera desde hace cinco años y medio y sigue ocupando el tercer lugar en el país en casos de este tipo.
“Tenemos reportes de niños que en una semana les dan de alta, cuando en realidad, la rehabilitación correcta debe de ser de dos a tres meses, los dan de alta por falta de insumos, de infraestructura hospitalaria y porque no se les da la atención correcta a las secuelas, es lo que más nos preocupa”, finalizó.
MO