Covid-19 y hambre desatan éxodo en comunidades marginadas en Guerrero

Abandonar sus pueblos no es fácil para estas personas; viajan con niños y adultos mayores hacia el norte del país. Sus recorridos son de varios días en autobuses o camionetas de redilas en los que sufren hambre y las inclemencias del clima.

Como pueden, pobladores de la montaña viajan al norte en busca de una mejor vida. (Omar Franco)
Guerrerenses buscan mejores oportunidades de vida en el norte del país. (Omar Franco)
Abraham Reza y Rafael López
Ciudad de México /

El hambre y el desempleo ocasionado por la propagación del covid-19 en el país han desatado un éxodo en comunidades marginadas de la sierra de Guerrero, en donde la migración ha incrementado hasta en 3 mil por ciento durante la pandemia.

Tan solo en mayo, 3 mil 225 habitantes del municipio de Tlapa de Comonfort abandonaron sus casas, empujados por la pobreza. Salieron en busca de oportunidades como jornaleros en estados del norte como Chihuahua, Nuevo León, Durango, San Luis Potosí, Sonora y Zacatecas.

Esta cifra contrasta con la del año pasado, cuando solo migraron 98 indígenas, de acuerdo con el Centro de los Derechos Humanos de la Montaña.

En el municipio de Tlapa De Comonfort, el 73 por ciento de la población vive en pobreza. (Omar Franco)

Para todas estas familias tomar la decisión no es fácil. Viajan con niños e inclusive con adultos mayores. Los recorridos los hacen en autobuses o camionetas de redilas en los que el trayecto se convierte en una odisea, pues dependiendo los días, pasan hambre y sufren las inclemencias del clima.

Además de eso, el viaje no garantiza estabilidad a las familias de la sierra guerrerense, pues llegan sin la certeza del empleo y sin tener un lugar seguro para poder resguardar a sus hijos.

MILENIO presenció la partida de este éxodo. Fue el lunes 22 de junio. Salieron de la Casa de los Jornaleros en Tlapa y entre los cerca de 200 guerrerenses estaba Roxana, una mujer de 39 años de edad que viajaría con su esposo y dos hijos de 8 y 12 años.

“Llegando allá lo primero que hacemos es conseguir un cuarto para rentar y después a buscar trabajo. Nosotros vamos hacia Zacatecas, viajaremos en la camioneta de redilas durante 3 o 4 días. Es cansado, pero irnos en autobús nos cuesta 5 mil pesos y la verdad no tenemos tanto” explica esta mujer mientras sube sus maletas a la camioneta.
Debido a la pandemia del covid-19, el primer trimestre en México se registró un desempleo del 3.4 por ciento. (Omar Franco)

​Además de esto, Roxana sabe que los sueldos que ganará, recolectando tomate o chile en el campo, apenas son suficientes para comer y cubrir el alquiler de un cuarto: “no nos pagan caro. Allá a veces pasamos hambre, los niños pasan su hora de comer y nosotros la pasamos trabajando para sacar lo del día”.

Pero a dónde van, también les espera la pandemia. La propagación del covid-19 en los estados del norte se mantiene en un crecimiento constante y en los próximos meses se espera que alcance el máximo nivel de transmisión en el caso de Nuevo León, Chihuahua y Durango, según proyecciones de la Secretaría de Salud.

La propagación del covid-19 en los estados del norte se mantiene en un crecimiento constante. (Omar Franco)

Paradójicamente, esa situación es mejor que quedarse en la sierra guerrerense, en donde la crisis económica detonada por el coronavirus ha barrido con la poca actividad que había en una región de por sí pauperizada.

Desde el inicio de la pandemia, la sierra se ha visto afectada por el cierre de hasta el 90 por ciento de los comercios en el estado, lo cual complica en gran medida que los indígenas puedan conseguir empleo y alimento para sobrevivir.

De acuerdo con el Conapo, la migración en esta zona se dirige en mayor parte hacia los Estados Unidos. (Omar Franco)

Es un escenario dramático, en especial cuando se toma en cuenta que la pobreza ya estaba afincada en la región. El Consejo Nacional para la Población estima que tan solo en el municipio de Tlapa de Comonfort el 73.3 por ciento de sus pobladores viven en pobreza y el 27.5 por ciento de ellos se encuentra en el umbral de pobreza extrema, lo que deriva en que al menos 24 mil personas luchen cada día para conseguir alimento, vestido y servicios básicos de salud y vivienda.

Entre los viajeros que huyen de esa realidad también están don Isidro, su esposa Guadalupe y sus tres hijos de 5, 6 y 7 años. Ellos no son del municipio de Tlapa, sino más bien de una comunidad a 5 horas de ahí. Es la primera vez que ellos viajarán a los estados norte, se negaban a irse de su tierra, pero la pandemia les arrebató el trabajo que tenían en una tienda de abarrotes y sus ahorros se acabaron durante la Jornada de Sana Distancia.

“Nos decían enciérrate en la casa, no salgas para nada y no des ni un paso en la calle. ¿Pero cómo la gente no va a salir a la calle? Hace falta salir, uno tiene que trabajar. Nadie, nadie va a poder estar solo en la casa. ¿Por qué? Porque tiene que buscar. Ni un ingeniero, ni un abogado, pues también el ingeniero tienen que salir a buscar trabajo”, explica Isidro.
Los migrantes hacen fila para recibir alimento. (Omar Franco)

De acuerdo con el Conapo, la migración en esta zona de Guerrero se dirigía, antaño, hacia los Estados Unidos, ya que anualmente migraban al menos 6 mil personas hacia ese país; sin embargo, ante la mayor seguridad fronteriza, han cambiado los destinos. l

Además, el departamento de Salud estadounidense ha informado que justamente en los estados fronterizos con México, específicamente Texas y California, se han presentado aumentos considerables de contagios por covid-19 en el último mes, lo cual supone un doble muro para los migrantes mexicanos.

ledz

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