Enfermeras de la Unidad de Especialidades Médicas (Uneme) del municipio de Platón Sánchez, al norte de Veracruz, realizan desde el 18 de febrero una huelga de hambre por presuntos casos de abuso, acoso laboral, hostigamiento y privación de la libertad de las que acusan han sido víctimas en el nosocomio.
Las trabajadoras de salud Maribel Ramírez Cruz y Laura Teresa Soto Rojas, decidieron iniciar la huelga de hambre mientras otros compañeros se manifestaron exigiendo la destitución de los directivos del hospital Yolanda Hernández Franco y José Alfredo Rivera Martínez; del administrador, Samuel Torres Aguilar, y de la jefa de enfermeras, Hilda Zavala Aguilar.
Presuntamente, ellos incurrieron en actos de autoritarismo, no respetar los derechos del personal de acuerdo a la ley y condiciones generales de trabajo.
Los inconformes son medio centenar de trabajadores de la institución de salud que se plantaron en el lugar, pero solo dos de ellos decidió ponerse en huelga de hambre.
La protesta se lleva a cabo de manera pacífica y no se suspendió la atención a los pacientes.
Además, la salud de las enfermeras de la Unidad de Atención Ambulatoria Integral de la Salud “Dr Rodolfo Ruiz Cortés”, se complica.
Laura Teresa Soto Rojas, señaló que fue obligada por la directora de la institución a firmar un cambio de turno que afecta a su otro centro de trabajo, obligándola a quedarse sin uno de los dos empleos que tiene.
Además, hace varias semanas fue citada a una reunión para supuestamente hablar de incidencias laborales a la cual acudió y en donde fue privada de la libertad en una oficina y con la presencia de otros directivos.
"Fui encerrada bajo llave, tenía presente a personal de recursos humanos, de enfermería, la jefa de enfermera, el administrador del hospital, el jurídico de la Jurisdicción de Pánuco, el jefe de la Juridiscción, me encerraron, me obligaban a entregar el celular, me hicieron diversas acusaciones", señaló.
Dijo que en ese momento la culparon de varias cosas, como ocasionar que el equipo quirúrgico de fin de semana ya no prestara el servicio; que el personal del mismo turno renunciara; y de obligar a otras enfermeras a realizar labores que no les correspondían.
Por ese motivo decidió presentar una queja ante la Secretaría de Salud de Veracruz; ante la Comisión Estatal de Derechos Humanos (CEDH); ante el Tribunal de Conciliación y Arbitraje; y una denuncia ante el Ministerio Público.
El miércoles acudió personal del área de la Jurisdicción Sanitaria de Pánuco pero no resolvió nada.
Laura Teresa fue a consulta con el psiquiatra, tiene un tratamiento indicado por él y un dictamen médico que le hizo, pero, hasta el momento, acusa que no fue escuchada.
AV