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{Fotoreportaje} La ruta de la pitaya
Con abril llega una delicia: la pitaya, la fruta del dragón, que llena a las Nueve Esquinas. Hace 60 años, Elisa Becerra llegó por primera vez a las Nueve Esquinas a vender pitaya, y así inauguró esta tradición. Ella y su esposo, Justino López, coGuadalajara / -
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El corte de pitayas culmina a las 5 de la mañana -
Cargan su camioneta con las canastas de mimbre en las que transportan las pitayas. -
Una vez terminada la venta del día, los pitayeros desmontan su puesto, limpian el área y cargan su camioneta -
Todo se remonta a hace 60 años, cuando Elisa Becerra, llegó por primera vez a las Nueve Esquinas a vender esta peculiar fruta, y de ese modo inauguró -
Para disfrutar de una pitaya se tiene que hacer la difícil tarea de cortar, pelar y transportar desde Techaluta de Montenegro directo a los paladares -
Luego de una hora y treinta minutos de camino llegan aproximadamente a las 22:45. Sólo una hora para dormir -
La venta de pitayas en las 9 esquinas es ya toda una tradición en Jalisco -
Las jornadas son de 22 horas, las comidas son en el trayecto y su vida transcurre de manera apresurada, todo para traer este delicioso manjar a las bo -
Con los meses de abril, mayo y junio, llega a Guadalajara una verdadera tradición disfrazada de un delicioso y colorido manjar; las pitayas -
Son alrededor de seis o siete los canastos en los que viajan las pitayas -
Se paran a comprar tacos, el desayuno, también lo hacen en el camino. -
Emprenden el viaje, en el camino se encomiendan a el Santo Niño de Atocha santo de los pitayeros -
Una vez acomodadas las pitayas en los canastos son cargadas en la camioneta -
Se mantienen despiertos con música, café y chascarrillos entre ellos. -
Diariamente el grupo corta y pela alrededor de 4 mil pitayas durante la noche y madrugada -
Alrededor de las 5:00 de la mañana los hombres terminaron de recorrer y cortar las 5 huertas y regresan a casa a pelar -
Las jornadas de los pitayeros (los que venden) son de 22 horas al día -
Cuatro mujeres ayudan en este proceso -
Con una pinza de plástico o metal toman la fruta y con un cuchillo pequeño comienzan a retirar las espinas -
El proceso es sencillo y complicado a la vez -
Después de cortar se procede a pelar las pitayas, es decir quitarle las espinas -
Para que puedan ser transportadas a Guadalajara, ya por la mañana se revisan y separan por tamaño -
Este jugoso y suculento tesoro también es conocido como la fruta del dragón -
Así durante horas y horas, los muchachos cortan las pitayas que depositan en botes para su traslado -
Para cortar las pitayas, usan unas linternas de cabeza para poder ver con claridad la fruta. -
Para que llegue limpia y fresca tienen que comenzar a cortarla desde las 23:30 horas -
Para cortar la pitaya, usan unos palos adaptados con cuatro picos de metal que facilitan el corte -
Uno a uno recorren los pitayos con cuidado para no espinarse -
Los cortadores aseguran se dan cuenta de que la fruta está madura y apta para llevarla a vender por que brilla. -
A las 23:30, comienza la jornada -
En total seis hombres ayudan a Florencio y Xóchil a cortar las pitayas para la venta
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