El huauchinango de Veracruz, el camarón rosado de Campeche, el caracol rosado de Quintana Roo, la lisa de Oaxaca, el robalo de Sinaloa y el erizo rojo de Baja California Sur, podrían desaparecer del océano y de nuestros platillos, de no no legislar pronto para proteger los recursos marinos, advirtió la organización Oceana, organización dedicada a la protección de los océanos.
Al señalar que la pesca mexicana enfrenta una crisis por la disminución de peces comerciales en el mar, Oceana denunció que tan solo en un año se sumaron seis nuevas especies a la categoría "en deterioro" en la Carta Nacional Pesquera (CNP), sin que las autoridades, ni el Congreso tomen cartas en el asunto.
La organización resaltó que la pesca ilegal, la sobreexplotación pesquera, la destrucción de manglares y arrecifes, así como la acidificación y mayor temperatura de los mares por la crisis climática, son algunas causas de la disminución de especies pesqueras.
"En los últimos cinco años, el Senado y la Cámara de Diputados han mostrado un bajo desempeño para atender los problemas del sector pesquero, 90 por ciento de las iniciativas de leyes o reformas presentadas desde 2018 están en la congeladora, desobedeciendo los plazos legales que tienen para analizarlas y dictaminarlas", comentó Esteban García-Peña, director de Pesquerías de Oceana en México.
Este deterioro afecta directamente a más de 200 mil pescadoras y pescadores en México, quienes ven reducidos sus ingresos y el bienestar de sus familias. El Poder Legislativo podría contribuir a resolver estos problemas, pero legisladoras y legisladores decidieron no actuar, señaló Oceana.
En un análisis realizado por la organización, se detectó que, de 60 iniciativas de ley para el sector pesquero presentadas en ambas Cámaras del Congreso, sólo cuatro han sido aprobadas. Éstas iniciativas son cambios que no atienden los problemas de fondo que enfrenta el sector pesquero.
García-Peña destacó que éstas especies están en riesgo de perderse si no se modifica la ley pesquera para obligar a la autoridad a que se restauren y manejen adecuadamente estás pesquerías, así como garantizar el bienestar y la participación de las y los pescadores en las decisiones de manejo.
"Es lamentable que las y los legisladores muestren poco interés por el mar y la pesca, una actividad clave para la soberanía alimentaria de nuestro país, y decidan no desempeñar su función legislativa en favor de las más de 200 mil familias de pescadores”, concluyó García-Peña.
La organización hizo un llamado a legisladores y legisladoras en ambas Cámaras, en especial de quienes conforman las Comisiones de Pesca, para que descongelen las iniciativas de ley que buscan el manejo sustentable y la recuperación de las especies comerciales que hoy van a la baja.
EHR