De la influenza española al coronavirus: Torreón, foco de atención por las pandemias

En 1918 la propagación del virus le costó la vida al menos a un millar de ciudadanos. Las medidas de prevención fueron cerrar centros de concentración masiva.

Pandemias en Torreón. (Manuel Guadarrama)
Luis Alberto López
Torreón, Coahuila /

Las pandemias en la Comarca Lagunera tienen un antecedente relevante en la historia nacional e internacional. El más importante lo encontramos al revisar el brote de la influenza española en 1918, cuando la propagación del virus le costó la vida al menos a un millar de ciudadanos. La cifra más elevada en todo México.

Leticia González Arratia, arqueóloga e investigadora, explica que la pobreza y precariedad de un alto sector de la población propició la expansión de la enfermedad.

“La situación de pobreza extrema no tenía porque existir en la Comarca Lagunera ya que había grandes haciendas que ganaban millones y millones de pesos y dólares, pero tenían a su población y trabajadores con salarios muy bajos”.

La autora del libro ‘1918: La Epidemia de la Influenza Española en la Comarca Lagunera. Una Crónica’, abunda que fue en octubre de ese año cuando la enfermedad comenzó hacer estragos y dejar cientos de muertos.

“La población pobre o de mediano ingreso sacaba los muertos a la calle, pasaban las carretas por toda la ciudad para llevarse los cuerpos al panteón municipal. Los ricos y la clase media alta sí los enterraban en carroza y todo”.

Apunta que no existe un documento que precise el número de fallecimientos por ese malestar, pero Torreón es un referente obligado para hablar de sus afectaciones en México.

“Prácticamente tuve que sacarle información a las actas de defunción que no es mucho lo que proporciona, sino nombre, edad, sexo y lugar de nacimiento. Otras personas que han estudiado la influenza en Sinaloa se encuentran con ese problema de que en ese momento no se tenían registros”.

González Arratia establece que una particularidad de los hombres en esa época era que creyeron que una manera de curar el virus era con la ingesta de alcohol.

“Ya es famoso que se piensa que con eso curan los resfriados y en ese entonces consumieron cantidades impresionantes de tequila”.

El origen de la enfermedad

Según el Centro para el Control y Prevención de Enfermedades de Estados Unidos (CDC), la influenza española representó uno de los brotes de enfermedad más mortales de la historia porque infectó a alrededor de 500 millones de personas.

En cuanto a las defunciones hubo 50 millones, de las cuales 675 mil ocurrieron en el país norteamericano.

Su desarrollo crecimiento data de 1918 cuando ocurrió la Primera Guerra Mundial, cuando los espacios reducidos, cerrados y los movimientos masivos de los soldados contribuyeron a la propagación.

Las primeras detecciones del mal fueron realizadas en los campamentos militares y en algunas ciudades durante la primavera de ese año.

Dichos brotes fueron conocidos como la “primera ola” de la pandemia y en ese entonces los científicos no habían descubierto los virus, lo cual hacía más difícil diagnosticar o detectar.

“Los esfuerzos para prevenir la propagación de la enfermedad estaban limitados a intervenciones no farmacéuticas, como la promoción de una buena higiene personal, la implementación del aislamiento, la cuarentena y el cierre de lugares públicos como las escuelas y los teatros”, cita un texto disponible en el portal del CDC.

Aunado a esas medidas en algunas ciudades fueron impuestas acciones como el uso de mascarillas en público. En sitios como Nueva York se multaba o sancionaba al que no se cubría al toser.

La particularidad de esa enfermedad, según la CDC, fue que era llamada “la gripe española” no porque fuera originada en ese país, sino porque era la nación que había permanecido neutral durante la Primera Guerra Mundial y no reportaba restricciones.

La propagación en La Laguna

El de 9 octubre de 1918 el diario La Opinión alertó sobre la enfermedad en su nota de portada: “Una alarmante epidemia que ha causado numerosas víctimas, ha hecho irrupción en Torreón”.

Las autoridades dictaron medidas para combatir el virus mediante la clausura temporal de escuelas, templos, centros de diversión y demás sitios que pudieran implicar aglomeraciones.

Aunque hubo resistencias de algunos espacios como la ‘Carpa Cine Pathé’, cuyos propietarios quisieron mantener dos funciones más de sus espectáculos que fueron rechazadas.

En otros municipios hermanos de Torreón, como San Pedro, el brote de influenza fue severo, pues en la hacienda de Santa Teresa había en la primera quincena de ese mes al menos 600 enfermos que eran trabajadores, además de 37 defunciones.

El diario dio cuenta el 11 de octubre que por órdenes del Superior Consejo de Salubridad de México, se suspendiera el tráfico de pasajeros para todos aquellos lugares donde no hubiera llegado la enfermedad, entre ellos Zacatecas y Saltillo.

Lo anterior debido a que horas antes, grupos numerosos de personas comenzaron a abandonar la ciudad vía tren. Había el temor de que Torreón quedara aislado del resto del país a consecuencia de la epidemia, sin embargo, poco después el presidente Venustiano Carranza lo descartó.

Pero lo que sí ocurrió fue el cierre del tráfico del tránsito de los tranvías entre Gómez Palacio y Lerdo, Durango, por la propagación exponencial de la enfermedad a partir del 13 de octubre de ese año.

Las quejas ciudadanas contra las boticas también estuvieron a la orden del día, pues sus propietarios aprovecharon la coyuntura para incrementar los precios de los diversos medicamentos utilizados para el tratamiento de los enfermos de influenza.

“La libertad de comercio tiene sus límites, señores especuladores, una actitud tan infame como la que habéis asumido, debe de ser inmediatamente detenida por las autoridades, a quienes pedimos y conminamos, que a título de salud pública, decomisen inmediatamente las medicinas necesarias para curar la enfermedad que nos azota", denunció La Opinión en otra de sus ediciones empresas.

Otra de las medidas que adoptaron las autoridades de ese entonces fue la conformación de un Comité Sanitario con facultades dictatoriales a través de sus comisiones de Médica, Farmaceútica, Limpieza y Regado, Desinfección y Alimentación.

Sin embargo, las medidas de aislamiento y cierre de espacios no eran acatadas por todos. El 22 de octubre la prensa dio a conocer que uno de los dos templos católicos (Nuestra Señora de Guadalupe y Nuestra Señora Carmen) en el sector centro, seguía haciendo celebraciones y por ende ponía en riesgo a la población.

A mediados de mes y ante la proximidad de un proceso electoral para renovar el Ayuntamiento de Torreón, los partidos Unidos Obrero Socialista y Política Social pidieron al Congreso del Estado y al Gobierno Estatal aplazar los comicios previstos para las primeras semanas de noviembre.

El 26 de octubre el Poder Legislativo acordó la prórroga a la primera semana de diciembre de ese año en vista de que no se pudieron llevar a cabo los trabajos políticos por la epidemia.

El hecho resulta bastante peculiar si tomamos en cuenta que ante la propagación del Covid-19 en México durante las últimas semanas, hubo la solicitud de algunas fuerzas políticas para aplazar el proceso para renovar el Congreso del Estado que está previsto para junio.

Los registros hemerográficos establecen que a finales de octubre de 1918 comenzó disminuir el número de contagios, aunque seguían las defunciones y para la primera quincena de noviembre la situación quedó controlada.

Brote de coronavirus en La Laguna

La investigadora Leticia González considera que las circunstancias del brote del Covid-19 son muy distintas a las de otras pandemias que azotaron al país y la región, sin embargo, vale la pena tener presente algunas lecciones que dejaron.

Destaca que deben tener especial atención situaciones ambientales que ponen en riesgo la salud de los laguneros tanto en la calidad del aire como el agua.

“Como ciudadanos, gobierno municipal y estatal todos deberíamos tratar de entender en qué condiciones estamos de un ambiente sano y propicio para encontrarnos bien. Hay que ver las instalaciones hospitalarias y los médicos que se tienen”.

Sobre el Covid-19, puntualiza que su propagación es la inversa de otras pandemias en que su epicentro fueron los países más pobres.

“No es la misma situación en términos de pobreza en el mundo, y mucho menos en un país que en este momento es el de más actividad económica como China. Ahorita son los países más ricos donde se ha extendido, ¿por qué están así? Sorprende mucho”.

González refiere también que aunque naciones como Estados Unidos cuentan con muchos recursos para hacerle frente a la enfermedad hay un rechazo hacia la atención de los grupos más vulnerables.

“Me sorprende mucho, pero al menos en Estados Unidos con Trump y antes de Trump, no le hacen mucho caso a los pobres. Barack Obama tenía leyes que permitía a los pobres tener médicos y medicinas, Trump llegó y derogó esa ley, entonces también tienden a contagiarse”.

Sin embargo, dentro de la propagación de la enfermedad, Torreón y la Comarca Lagunera representan un foco de atención importante porque uno de los primeros casos presentados en México es de aquí. Aunque la diferencia es que fue de importación porque la persona visitó una de las nacionalidades en alerta sanitaria.

AARP

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